24.

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Ella obedeció y le sonrió. Justo cuando pensaba decirle algo, escuchó a alguien tocar la puerta de la habitación. Justin le dio un beso en los labios y se paró de la cama. —Quédate aquí.

Nirvana asintió y se acurrucó con la niña, trató de no quedarse dormida, pero falló. Se podría decir que durmió toda la tarde. Cuando despertó notó que había anochecido. Se paró y se dio un baño, había sido un día de perros, empezando por la ex de Justin, y luego el tiroteo. La verdad era que no quería que nada le pasara a su esposo y mucho menos a la niña. 

Salió del baño y en vez de buscar ropa interior, tomó una bata y se la puso. Quería distraer a Justin de alguna forma, sabía que él solía mantener todo bajo control, estaba segura de que lo que había pasado en el día lo tenía bastante estresado.

Primero sacó la cabeza por la puerta y cuando notó que los guardaespaldas no estaban aparentemente cerca, caminó rápido y entró al estudio. Justin alzó la vista cuando la vio entrar. — ¿Qué estás haciendo aquí, Vane? 

Ella se acercó a él y se apoyó del escritorio. — ¿Algo nuevo? —Preguntó mirándolo.

Él negó y acarició su pierna. — ¿Quieres decirme algo, princesa? —Le preguntó y frunció el ceño al deslizar su mano hacia arriba y no sentir su ropa interior. — ¿No llevas nada debajo? —Le preguntó. 

Nirvana desamarró el lazo que ataba su bata y la dejó caer. —Quiero distraerte —le respondió, sentándose a horcajadas en sus piernas. 

Justin acarició sus hombros mientras miraba sus senos. — ¿Piensas distraerme con sexo? —Preguntó sonriendo.

— ¿Funcionaría? 

Él sonrió al tiempo que metía uno de sus pezones a su boca y lo aprisionaba en sus dientes. —Por supuesto que sí —respondió. 

Nirvana cerró los ojos y buscó sus labios desesperadamente, malditamente tenía muchas ganas de que él la follara, no sabía si había sido por todo lo que había pasado, pero lo necesitaba, lo necesitaba dentro de ella. 

Mientras él devoraba sus labios, ella se esforzó en quitar el botón y bajar el cierre del pantalón, él le hizo la tarea más fácil, liberando su miembro y penetrándola de golpe. 

Ella gritó y cerró los ojos. Exactamente estaba en donde había deseado estar. Él se movió rápido dentro de ella, apretando sus caderas y moviéndola para ir juntos en el ritmo. Nirvana sintió que se iba a correr y cuando finalmente lo hizo, apoyó la cabeza en su hombro, todavía sintiendo como él la penetraba unas cuantas veces más y luego se corría. 

Nirvana le rodeó el cuello con sus brazos y le dio un beso. — ¿Esto era lo que querías? —Preguntó justin, acariciando su espalda. 

Ella sonrió y asintió, se disponía a decir algo pero en ese momento sintieron un toque en la puerta y antes de que pudieran reaccionar, uno de los guardaespaldas entró al estudio. 

—Lo siento, señor —dijo tratando de salir nuevamente por la puerta.

—Solo date la vuelta —le exigió justin al tiempo que paraba a nirvana de su cuerpo, le ponía la bata y le daba un beso en la frente. 

Ella sentía que su rostro estaba rojo, y es que no era para menos, que la atraparan teniendo sexo con su esposo no era nada malo, él era su esposo pero... Seguía siendo vergonzoso. —Ve a la habitación, te seguiré después.

Ella asintió sin mirarlo a la cara. 

Justin la obligó a que la mirara y le dio un beso. —Todo está bien, princesa.

Ella volvió a asentir y salió rápidamente del estudio sin mirar a atrás, el otro guardaespaldas estaba justamente fuera del estudio, así que eso hizo que su rostro explotara en colores. —Lo siento —se disculpó y se metió a la habitación. 

Amor Destructivo II (Disponible en físico & PDF) Links en bio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora