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  Abrió los ojos de golpe, se sentía cansada y su vientre dolía horrores, trató de levantarse pero el dolor se lo impidió. Observó a su alrededor, estaba sola, o al menos eso creía, hasta que estiró el cuello y vio a Justin cruzados de brazos, mirándola de forma asesina, parecía enojado. Es más, estaba furioso. Pero ¿Por qué?

Ella rápidamente tocó su vientre. — ¿Qué pasó, Amor? —Preguntó preocupada—. ¿Algo le pasó al bebé?

Él se quedó mirándola, se acercó a la cama. —Eso debes saberlo tú más que nadie, al fin y al cabo me dijiste que querías eliminarlo. Lograste tu objetivo.
Sus ojos se llenaron de lágrimas. Su labio inferior empezó a temblar. —Justin, Por Dios —dijo lentamente—. ¿Cómo puedes pensar eso?

—Te estabas auto medicando. Estabas haciendo creer que lo querías, cuando en verdad lo único que estabas haciendo era matándolo.

Ella lo miró con el ceño fruncido.

— ¡Tú misma lo dijiste! ¿No te acuerdas? Te preguntaron qué estabas consumiendo y dijiste que hace semanas que tomabas Ibuprofeno y otras pastillas.

Ella no recordaba haber dicho eso. — ¿Cuándo?
—El día del cumpleaños de Sarah.

— ¿Cuánto tiempo llevo aquí? —Preguntó preocupada.

—Tres días, casi es año nuevo. No digas que no recuerdas nada de lo que le dijiste al doctor.

Ella realmente no lo hacía. Solo recordaba la fiesta, después de eso nada estaba claro en su mente.
Apretó los ojos con fuerza, sí, lo admitía, había consumido medicamentos, pero no sabía que eso la podía llevar a abortar, porque el bebé tenía de dos a tres meses en su vientre, ya no estaba tan frágil, pero era obvio que se había equivocado.

Claramente había necesitado los medicamentos, estaba mal, solo necesitaba mejorar, para poder dedicarle tiempo a la niña, solo eso, por eso aceptaba los medicamentos de Susana, además no podía culparla, ella no sabía que estaba embarazada.

No sabía que decir, no quiso matar a su bebé, abrió los ojos y miró a Justin. —Lo siento —dijo lentamente—. No quería hacerlo, tienes que creerme.

Pero en sus ojos no había nada de compasión, todo lo que podía ver era tristeza, rabia, decepción, odio.
—Te dije en una ocasión que no te lo iba a perdonar. Era mi límite, Nirvana. Pasaste la línea. —Él la observó fijamente—. No quiero que te acerques más ni a mí ni mucho menos a mi familia.

— ¡¿Cómo puedes pensar que quería abortar?! — Le gritó—. Estás siendo irracional.

Él ni se inmutó, contrario a responder, salió dela habitación. En menos de dos minutos, escuchó como todos aplaudían. Era año nuevo. Se acordaba que el primero de enero del año anterior había estado en el hospital, porque había dado a luz a Sarah, esta vez estaba postrada en una cama, solo que en vez de parir, ella había abortado.

—No te atrevas a hacerle caso a algo de lo que Justin te diga —dijo Lucía entrando con Sarah en brazos—. Hablo en serio, él está enojado, tienes que esperar que se calme.

Nirvana notó como la niña hacía señas para estar en sus brazos, ella extendió los brazos y la sentó a su lado, en la cama. Observó a Lucía y se secó las lágrimas. —Estaremos bien —dijo lentamente más para ella misma que para Lucía—. Puedes irte a casa.
Lucía tenía los ojos llorosos. —Todo se va a solucionar, Vane.

Ella asintió. —Feliz año nuevo —dijo entre lágrimas.
Lucia se acercó a ella y la abrasó. —Siempre estaré aquí para ti. Lo sabes.

Nirvana miró por la ventana, los fuegos artificiales se podían apreciar, todo era lindo afuera, lástima que las cosas se habían puesto feas en el interior.

"Era ese momento en el que sientes que tu vida dará un giro, era esa extraña sensación de saber que todo, absolutamente todo iba a cambiar"

Y al saber que no podía contar ni con Justin, ni con alguien de su familia, decidió llamar a otra persona. Tomó el teléfono de la habitación, se recostó y cerró los ojos. —Christopher... —dijo sintiendo que las lágrimas se desbordaban por sus mejillas—. Necesito un favor.   


Amor Destructivo II (Disponible en físico & PDF) Links en bio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora