8.

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Acarició su gran panza, ya que aunque se sentía feliz porque todo había salido bien también estaba cansada. Demasiado para admitirlo. Ni siquiera había probado algo de lo que habían preparado. Estaba tan concentrada en que todo saliera bien que las ganas de comer se habían esfumado. Revisó su celular, y se dio cuenta de que tenía llamadas perdidas de lucía y un mensaje. 
“Creo que te gustaría ver esto”
Ella se quedó mirando la pantalla y suspiró. Claramente, ella estaba en la fiesta. Así que solo esperaba que no fuera nada malo. Volvió a mirar su reloj, habían pasado unos minutos después de la siete, y Justin le había prometido que iría por ella. “¿Qué es eso?” respondió. 
No esperaba que su respuesta fuera inmediata pero así fue. “Todas quieren estar con él simplemente porque tú no estás aquí, todas esas hijas jóvenes de estas personas” 
Nirvana sintió algo caerse en su interior cuando vio las dos fotos que le había adjuntado lucía, en una de ellas justin posaba con una chica, la cual lo abrasaba y se recostaba de su hombro, él tenía una gran sonrisa; Y en la otra foto habían dos chicas y él también tenía una gran sonrisa.
Suspiró con tristeza y quiso contestar algo pero no pudo. “Lo siento, Vane… Tal vez esto llegó en mal momento, sé que estás ocupada con tu evento.” 
“¿Cuándo acaba esa fiesta?” fue lo único que logró enviar de vuelta.
“No tengo idea, pero si lo dices refiriéndote a Justin… Te digo que él no tiene planes de irse.”
“Gracias.” Le respondió y metió el celular en su bolso.
Tenía que olvidarse de los planes Y la nochebuena en familia. Él no vendría por ella.
—Hey, ¿Estás cansada? Le preguntó Omar.
Ella negó sonriendo. —Hicimos un buen trabajo.
—Todo gracias a ti, nirvana. ¿Cuáles son tus planes? ¿Alguien viene por ti? 
Ella volvió a negar. —No tengo ningún plan. Tal vez regrese a casa en un taxi, si logro encontrar uno.
— ¿Por qué no vienes a casa conmigo? Mamá ha preparado pastel. ¿Qué te parece?
—Genial, respondió tratando de sonar entusiasmada pero no podía. No cuando Justin la había dejado plantada, No cuando él simplemente menospreciaba el trabajo que ella realizaba por la comarca. 
Omar había comprado un carro. Uno pequeño y modesto. Sabía que sus padres estaban felices por su progreso y se emocionó cuando él le contó que había iniciado la universidad. — ¿Estás bien? le preguntó entrando a la casa junto a ella.
—Lo estoy, respondió.
—Oh, Nirvana. ¡Hola! ¿Qué haces aquí? Le preguntó Amanda abrasándola.
Ellos siempre se habían sentido como su verdadera familia. Ellos la conocían desde siempre y podía hablar con ellos sin temor a decir algo que no debía. —Hola.
—Ella pasará la noche aquí. Dijo Omar. 
Y aunque ella hubiera querido desmentirlo, al final de cuentas. ¿A dónde mierda iba a ir? 
Con ellos se sentía tan cómoda, había olvidado muchas cosas y no pudo evitar reírse cuando Amanda buscó un álbum familiar y ella salía en las fotos con Omar. Ella de pequeña Parecía un niño, su cara estaba sucia y estaba despeinada, su ropa le quedaba grande. Bueno. Su padre había hecho lo que había podido. 
Pasó las fotos y encontró una de él, junto con ella. Suspiró con tristeza y no pudo evitar derramar lagunas lágrimas. Lo extrañaba demasiado. Cada día pensaba en él. Le hubiera encantado que conociera a su nieta. Sintió la mano de Omar apretarse en su hombro y luego abrasarla. Ellos sabían por todo lo que había pasado Michael para tener un final tan triste. Ella debía estar manteniéndolo y dándole todo lo que merecía, no yendo a un cementerio a visitarlo. No así.
Amanda le había hablado de muchas cosas acerca del parto, que hubiera preferido no enterarse. Y le habló sobre el cuidado del bebé y todas esas cosas que ella desconocía. Sintió un golpe dentro de su estómago y supo que la pequeña Sarah la estaba pateando. Cerró los ojos y acarició suavemente su vientre. Tal vez tenía hambre o solo extrañaba a su papá. 
El apartamento en el que ellos vivían no era para nada grande, tan solo tenía dos habitaciones, así que ella estaba ocupando la cama de Omar, y él dormiría en el sofá. Miró su reloj por última vez, era media noche. Ya era navidad. Omar se había quedado con ella a acompañarla por más tiempo pero luego de un rato prefirió estar sola.
Justamente se estaba peinando cuando escuchó que alguien tocaba la puerta y luego maldecía. Escuchó a Omar decir algunos impropios y gritar. Ella salió para comprobar lo que pasaba y alzó las cejas cuando se encontró de frente con justin, él estaba tratando de entrar a la fuerza a la casa pero Omar se lo estaba impidiendo. —Ella está dormida, la verás mañana. 
—No me dirás qué hacer con mi esposa, y si no quieres que rompa esta maldita puerta será mejor que la abras… Por las buenas. 
—Justin, susurró Nirvana y se acercó a ellos. 

Amor Destructivo II (Disponible en físico & PDF) Links en bio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora