CAPITULO 24. Confesión

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*Brad*

Selen está justo donde la quería, completamente entregada a mí pero de improviso la noto temblar toda ella, su cuerpo rígido se tensa como cable de acero, está en shock prácticamente, convulsiona muerta de miedo. Por un momento no reacciono pensando que es lo que puede estar ocurriéndole, pero en cuanto junto las piezas caigo en lo estúpido que he sido. Ella no es como las otras chicas con las que estuve, Selen fue víctima de abusos y es obvio que esos traumas todavía no los ha superado, quiero golpearme por mi falta de tacto, no sé qué acción fue la que desencadenó su crisis pero está visto que tendré que atarme las manos al cabecero de la cama para no volver a provocarle un recuerdo traumático, porque juro que me hace perder el control el solo pensar en recorrerla con mis manos y ya no digamos poseerla.

La abrazo con fuerza y la llamo por su nombre, tarda en reaccionar pero finalmente vuelve a mí. Su cuerpo curvilíneo y candente se acopla al mío de una forma casi perfecta, pero esta vez es para hacerla sentir protegida, noto como se acurruca contra mí y sé que esta noche no conseguiré nada más de ella, pero solo me importa que quiero encontrarla aquí en mi cama al alba. Así que acaricio su cabello como en un mantra repetitivo hasta que se tranquiliza.

- ¿Estás mejor?- la interrogo porque todavía noto leves temblores de su parte. Asiente con su barbilla.

- No te preocupes, duérmete.- le ordeno y paso un brazo por su cintura haciéndola saber que este es su puerto de amarre ahora y de aquí no zarpará hasta que los rayos del alba nos acosen.

- Lo siento.- La escucho mascullar viendo su expresión de pesadumbre en la tenue penumbra de la pequeña lamparade la mesita auxiliar.

- No tienes nada por que disculparte, soy yo quien la fastidié, así que tendrás que guiarme la próxima vez.- Ella sonríe tímidamente, parece que su mente ya tomó las riendas de la situación.

- Lo intentaré.- Me asegura y me aproximo a robarle un último beso ligero y delicado en su boca tremendamente apetitosa y húmeda.

Soy consciente de que debo empezar a pensar y concentrarme en bajar mi erección que empieza a ser dolorosa, no debí tomar su invitación de forma tan literal, el deseo me cegó traicionando me mi subconsciente. Quizá la imagen de un gatito llorando de frío me ayude, mejor muchos gatitos llorando de frío, -no mejor aún- mi abuela llorando porque encontró muchos gatitos llorando de frío. Sí, creo que empezó a surtir efecto.

Observo a la pequeña personita que se acomoda a mí dándome un calor infernal, pero de ninguna de las maneras la querría lejos de mí. Parece serena y relajada ahora, paso las yemas de mis dedos por su muñeca palpando su pulso firme pero a un ritmo desbocado.

- Selen tu pulso se saldrá de gráfica. ¿No estás bien?- Una risilla infantil se escapa de su garganta.

- Estoy bien Brad. Pero no puedes pretender que mi pulso no acelere como un tren sin frenos cuando te tengo así de cerca.- Sonrío ante su confesión, pues prácticamente esta diciéndome que la perturbo extremadamente.

- Duerme Selen, nada cambiará por muchas explicaciones extrañas que me des mañana.- La escucho suspirar por mi predicción y poco a poco su respiración se va haciendo más regular y lenta.

Intuyo que está implicada de algún modo en lo que pasó hoy en la manifestación de los Sin Facción, pero estoy seguro que no era consciente de las consecuencias. Ella es buena persona, en ningún caso haría nada que dañara a otras personas y menos inocentes. Su lado Cordial pesa demasiado en sus decisiones, seguro que las tomó pensando en el bien común y no en el propio. Solo espero que Hotking no ate cabos porque entonces si tendré un problema importante con él.

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