Capitulo 43. El plan

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*Selen*

Tenía la imagen de Brad gravada en mi mente, me atormentaba ver su alargada silueta recortada en el firme, mientras cada uno de sus músculos se tensaba inmovilizado en el suelo de la que ya consideraba mi propia habitación, pues había dormido más veces en su cama que en la mía propia. Un agujero negro comenzaba a crecer en el interior de mi estomago engullendo mi valentía y tesón, algo me decía que esto era un punto de inflexión. Mi sexto sentido anunciaba que me daría problemas haber asumido la responsabilidad de un tercero, pero la culpabilidad me mataba, era mi culpa que él no se hubiera deshecho de aquel dispositivo, reclamándole explicaciones en el momento menos adecuado.

La expresión de Brad reprochándome desde su posición sumisa en el suelo que no había sido buena idea tomar mis decisiones por libre se me clavaba como una espina profunda y dolorosa cada vez que la recordaba. En cualquier caso sería tratada de forma más justa por los Osados que si era Brad quien resultara detenido, ya que él era reincidente. Ya me las apañaré con Theo, tengo un plan al que darle vueltas para pararle los pies a Hotking, Pero estoy segura que los costes que implica serán demasiado elevados si Brad se enteraba.

Aun que Brad es el menos indicado para reclamarme nada, siendo el hombre incógnita por excelencia. Oculta demasiadas cosas para las cuales no tengo explicación, primero su extraña amistad con Hotking pero sin embargo admitía que era factible estuviera corrompido, ¿quizá intuía que algo no iba bien en el Sin Facción de oscura mirada?

A demás estaba el tema de que había traicionado a los rebeldes ayudando a Tris a escapar, exponiéndose claramente a que descubrieran su doble moral. Era evidente que no es un simple camarero de un bar Sin Facción, estoy segura que es un Divergente en toda regla, tiene formación militar, por mucho que Kevin le hubiera instruido, resultaba obvio que podría pasar perfectamente por un Osado dada su audacia y habilidades demostradas.

¿Es posible que trabaje para una organización gubernamental? Theo me había dejado caer la información como un bombazo, era muy probable que formara parte de algún proyecto de bienestar genético, su número identificativo así lo acreditaba. Brad comenzaba a generar me más y más dudas cada vez que le daba más vueltas a todo lo sucedido.

¿Por qué trapichea con sustancias ilegales sacadas de los laboratorios eruditos? ¿Es su tapadera para no levantar sospechas? Alguien que realiza actividades poco legales bajo la sombra de un abandonado, desviaría la atención más fácilmente. Pero la clave está en identificar lo más importante ¿cuál es su objetivo real? Tantas preguntas sin respuesta me enloquecen, pero hay algo más que me preocupa y que no deja de rondar me la cabeza, ¿Estoy enamorada de un mentiroso compulsivo?

De lo que no puedo permitir me dudar es de sus sentimientos hacia mí, es innegable que le importo en mayor o menor grado. Sus palabras siempre me parecieron francas y me resulta imposible cuestionar su honestidad al respecto, porque en caso contrario me rompería el corazón en mil pedazos. Es algo que ni me planteo, puedo superar que mi caballero oscuro me mienta a cerca de sus actividades, pero no a cerca de sus sentimientos. Me sentiría como un pañuelo desechable, el que llevas durante un tiempo dándote servicio y cuando no lo necesitas lo lanzas a la papelera. El siempre ha hecho inciso en que no confíe en nadie, ni siquiera en él, pero no quiero ni puedo dudar de Brad, porque en estos momentos es mi pilar escavado sobre la firme roca y no puedo permitirme el lujo de perder lo, todo mi mundo se tambalearía.

Muerdo mi labio inferior con fuerza intentando espantar mis miedos, haciendo montañas de incertidumbre y desasosiego, mientras observo al atractivo Osado que entra en mi calabozo a traerme la cena, no sé quién está más comestible, si los alimentos o el transportador de los alimentos.

-Hola Mario.- Saludo al Osado agradecida por ver un rostro agradable.

Reviso la bandeja y no está mal el menú, incluso incluyeron un trozo de tarta de chocolate Osada. Ya ni recuerdo su delicioso sabor, pero lo que no puedo olvidar es el olor a tarta recién hecha en las cocinas del complejo Osado. Agradezco inmensamente la molestia que se toma Mario conmigo.

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