CAPITULO 29. Ángel de la guarda

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*Brad*

Bueno ya está, acabo de confesarlo en voz alta a mis amigos, que estoy loco por una chica, evidentemente no sabe quién es, pero fui capaz de reconocerlo públicamente. Cosa que le da forma y certeza a una realidad tan arrolladora para mí. Selen no es consciente del poder que acaba de tomar sobre mí, sé que ahora tengo un punto débil más en mi lista de vulnerabilidad, y eso no es bueno para mi objetivo, pero debo lidiar con ello, no soy capaz de alejarla de mí ni un poquito, eso me hizo cometer errores que seguro pagaré caro más adelante.

- No es tan malo Brad, en serio en realidad es lo mejor del mundo.- Responde Will viendo mi cara de circunstancias.

- ¡Ya! Quién me lo iba a decir.

- ¿Podríamos hacer una cita doble?- propone Nat.

- ¿Qué? ... No creo que quiera ella.- le digo para zafarme del compromiso, por Dios me horrorizo tan solo pensarlo.

- Preguntase lo – replica Nat divertida con la situación.- ¿Podéis venir a cenar a casa?

- Ya veremos. – le digo volteando mis ojos en señal de resignación.

- Bien.- Celebra Nat dando palmaditas de felicidad.

- Oye, que todavía no ha dicho que sí.

- Seguro que quiere no seas tonto.- me increpa mientras Will se parte de la risa.

- Su sopa de arándanos no la probaras en ningún otro sitio.- Dice Will reprimiendo la risa, Nat le da un codazo castigador en el costado y el erudito se queja. Entiendo es una crítica y me sonrío internamente.

- Pues si vamos llevaré macarrones ingrediente especial "Sin facción" que prepara mi chica que os chuparéis los dedos mientras os partís de risa.- Se sonríen sin llegar a entender el chiste.

- Veo que el corazón ya está más que ablandado, mientras no se te funda el cerebro hablando con las altas esferas Sin Facción, no habrá problema.- me dice de lo más sardónico Will cambiando de tema rápidamente y yo le agradezco inmensamente, me sentía atrapado en una red sin salida en la anterior conversación. Su comentario viene porque parece fue testigo en la distancia de mi conversación con Tom.

- ¡Ya ves! Hoy hay reunión de antiguos compañeros de promoción.- le replico con ironía, Will también coincidió con Tom en las aulas del instituto, y en su día fueron uña y carne.

- Hace un rato Oli y Mike estuvieron por aquí. Podríamos haber tomado unas rondas, por los viejos tiempos.- Todos somos de la misma quinta, aunque durante mi época estudiantil mi espíritu abnegado no me permitía disfrutar de la vida adolescente, privándome de experiencias y relaciones con el resto de compañeros de otras facciones.

Fue tras mi traslado a Erudición que comencé a tomar hábitos más sociales aunque fuesen en contra de mis raíces Estiradas. Cuando pasé a formar parte de los Sin Facción innegablemente desarrollé una inteligencia emocional innata en mi personalidad que había sido reprimida por años por Abnegación y que sin duda fue la clave para mantenerme con vida, en este cajón desastre de facción en el que no eres tanto lo que tienes sino quién eres. Los contactos e influencias son tan valiosos como el dinero contante y sonante. El que más y el que menos me debe favores que sé que valen su peso en oro esperando con paciencia revalorizarse cuando llegue el momento de cobrar con réditos y encima agradecidos por mi buen gesto. En esta facción eso puede significar la diferencia entre la supervivencia y la muerte y yo en ese sentido tengo cubiertas mis espaldas.

- Bueno no te preocupes, en realidad solo vine a dar una vuelta con Nat. – Se acerca y la besa en los labios tomando se todo el tiempo del mundo. Miro hacia el lado contrario para proporcionarles intimidad mientras preparo unas bebidas para ellos. Se nota que la Osada lo tiene bien agarrado por las pelotas, el Erudito babea por la chica como un crio por unas dulces gominolas, juro que Will en sus tiempos fue un hueso duro de roer.

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