UNFACTION

CAPITULO 9. Peligrosa adicción

*Selen*

¿Cómo habrá dado conmigo? -Me pregunto pero la respuesta es obvia. Hardy ocupa un puesto de responsabilidad en la esfera del consejo de cordialidad. Fácilmente podía obtener información privilegiada si así lo deseaba. Era una serpiente escurridiza, persuasiva y perseverante, cualidades nada despreciables si eres un acosador nato. De apariencia apuesta y amable esconde todo un depredador debajo de su fachada Cordial atenta y correcta convenientemente aderezada con un traje de corbata y chaqueta en color teja que se avistaba desde el otro lado de la puerta.

- Largo de aquí. – escupo en mi tono más ácido. Pero niega con su cabeza haciendo chasquear su lengua, advirtiendo que no lo provoque.

- ¿Así se recibe a la familia?- se burla de mi y empuja con el hombro fuertemente a la puerta, derribando me contra la pared posterior del pequeño recibidor.

Se abalanza sobre mí aprisionando con sus manos mi boca para que no grite. Su amplia experiencia en inmovilizar adolescentes insolentes lo hace actuar de forma ágil y efectiva.

- No abras la boca.- Amenaza.- ¿Estás sola?- Su tono de voz es afilado como la hoja de una navaja, niego con la cabeza.

Lentamente suelta su mano de mi cara para poder observarme al completo. Me devora con la mirada y siento asco al volver a tener su aliento sobre mi cara.

- ¡Vaya! Te volviste más comestible si cabe. - Sus manos se presionan en mi cuerpo y lo empujo cuando noto la humedad de sus labios sobre mi oído.

Reacciona a mi envestida de forma agresiva pero no me amedrento, sus ojos son dos pozos ciegos que pretenden engullirme.

- Ya no puedes amenazarme. Tus artimañas ya no funcionan conmigo, busca te otra presa a la que corromper y chantajear.

- Es que no puedo olvidar me de mi sobrina favorita.- Me olfatea inspirando profundo cerca de mi rostro sabiéndome su presa, me repulsa que haga eso.

- Eres repugnante.- me regala una sonrisa totalmente cínica.

- Yo también te quiero.

Lo intento sacar de encima golpeándolo de nuevo con una de mis rodillas, pero no hay forma de liberarme. Tengo mis conocimientos osados de combate y tienen que activarse, pero el miedo me bloquea, sigue patente como una losa sobre mis hombros.

De pronto noto como el Cordial se retira de mí de forma brusca y al ver como rebota contra la pared me doy cuenta que no ha sido de forma voluntaria. Brad está junto a la entrada, fue él quien lo empujó apartándolo de mí.

- ¿Quién coño eres? – le ladra como un perro rabioso. Ni si quiera a noche vi esa expresión salvaje en su rostro. Hardy lo observa midiendo y pesando a su oponente con cautela.

- No vuelvas a tocar me muchacho.- Lo amenaza el cordial con su tono de voz más fría intentando tomar el control de la situación.

Brad no tiene nada de muchacho, su cuerpo es el de un hombre bien desarrollado y fundamentado. Doy fe de ello. Decido intervenir dando un paso adelante y enfrentándolo cara a cara no quiero que Brad tenga problemas con el mal nacido de mí tío, es capaz de todo cuando te pone en su punto de mira.

- Marcha te Hardy y no vuelvas. No seré tan amable la próxima vez.- Le amenazo intentando parecer fuerte.

- ¿Piensas que tu novio Sin Facción puede hacer algo contra mí?- Sé muy bien lo que intenta con sus palabras maliciosas, lo conozco demasiado bien.