Capitulo 73. Otra vez ¡No!

54 4 4
                                    

*Selen*

Los acordes de "Imgaine" de John Lenon suenan nítidos por los altavoces del equipo musical de Os, es la canción con la que Nat me dijo que anuncia Os que es la hora de cerrar el "chiringuito". Estiro del brazo de Brad para que nos incorporemos y sacudamos el polvo de la escalera, nunca mejor dicho, explicando le a mi moreno que nos invitan amablemente a marcharnos cuando suena tal melodía, pues la hora límite para poner música en el apartamento venció hace rato.

Brad asiente con su barbilla y me da soporte para retornar con seguridad por las escaleras de servicio de emergencia, lo miro y cualquiera diría que hemos estado jugando a ajedrez, el tío se ve igual de apetecible que siempre, impertérrito y tranquilo, en cambio yo debo tener unos pelos encrespados por el aire y una cara acalorada de la actividad de alto voltaje, mi top está algo sudado y mi falda arrugada. Si alguien me observa con detenimiento no podrá obviar mi cara post orgásmica, ¡Por Dios! Definitivamente he perdido la vergüenza.

- Brad voy a ir al baño un momento, estoy echa un desastre. – Comunico y Brad me repasa divertido recolocando una de mis tirantas en el hombro.

- Mi vida ya te dije que estás preciosa. - Se sonríe picaro acercándose a recolocarme unos mechones por detrás de mi oreja para verme directo a mi rostro y deja un pequeño pico en mis labios hinchados y rojos por la batalla que sostuvieron hace pocos instantes.

- Te espero con Will y los demás en el balcón, quiero despedir me de ellos.- Volteo en busca del aseo sujetando mi bolso contra mi cuerpo.

La puerta del baño está abierta y una Sin Facción morena está inclinada sobre la tapa del WC aspirando una sustancia similar al talco, dispuesta en pequeñas rayas discontinuas, mientras un Osado delgado y alto que no conozco la anima a terminar su tarea. La morena lleva un pequeño top rojo que apenas tapa nada de sus exuberantes curvas, y un pequeño pantalón blanco con estampado floral que abraza un provocativo trasero, esta eleva el rostro tras terminar con la dosis pertinente y deja que el Osado castaño de dilatadas y oscuras pupilas de cuenta del resto de la sustancia. Me llama la atención el tatuaje de la morena en uno de sus costados como un código de barras, con una numeración familiar.

Cuando alcanzo a ver de quien se trata el mundo se me cae al suelo, ¡maldita hija de su madre!, ¿es que no pueden dejarnos ni un momento tranquilos? Otra vez ¡No!

La ex Abnegada me mira atónita a pesar de lo puesta que va, me reconoce y su semblante se ensombrece intentando fijar la mirada en el suelo. Sabe que si estoy yo, Brad no debe estar lejos.

- ¿Qué haces aquí desgraciada? – Le recrimino con rabia contenida.

- Me invitaron a la fiesta, ¿Te molesta? – Me reta con voz arrastrada, su estado es pésimo, se apoya contra la pared tambaleante.

- ¿Desde cuando eres Sin Facción?

- ¿Y a ti que te importa eso? – Una cruel sonrisa se dibuja en sus labios.

- No oses acercarte a él. – Le advierto.

- Te da miedo que pueda quitar te lo.

- Me da igual lo que pienses. No me fio de ti y tus artimañas.

- Haces bien. – Se sonríe. - ¿Está aquí? - pregunta con lo que me parece esperanza.

- No te incumbe. A demás caíste muy bajo, eres lo peor, pasaste de mosquita muerta a una furcia sin escrúpulos.

- Mira quien habla. – Se regodea sin demasiado ímpetu.

- ¿Qué significa esto? – Escucho la voz masculina y grave de Brad tras de mí que vino a buscar me al ver que tardaba demasiado. Mierda, no quería que ellos se encontraran. Brad la mira con una mezcolanza de lastima y compasión. Mientras que la ahora Sin Facción muere avergonzada por su actuación apoyando se mareada contra la pared revestida de azulejo blanco. El Osado que acompañaba a María se deja caer al suelo todo flipado y se recoloca en la zona del plato de ducha para disfrutar de sus tiros de polvo blanco.

UNFACTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora