UNFACTION

CAPITULO 61. Cruce de caminos

*Selen*

En los últimos días he regresado a convivir con Brad a mi apartamento Sin Facción, no soportaba la idea de que Brad se atormentara por los flirteos de Mario. El rubio Osado es mi amigo y lasí seguirá en la friend zone.  Para tranquilizar a mi chico, el mismo día en que enjuiciaron a Caleb Prior volví a mi antiguo apartamento, era la forma más tangible de hacer le ver que estoy con él al 100%.

Habitar de nuevo mi antigua morada me recuerda a días más sencillos en los que solo debía preocuparme de llevar a cabo mi tarea laboral en las cocinas de Osadía y de vez en cuando divertirme con Tina en el Bar de Joe, o visitando algún mercadillo ambulante de segunda mano en el mercado negro abandonado, divertirme preparando alguna que otra receta Cordial de ingredientes básicos pero que encantaba a todos mis compañeros Sin Facción.

Ahora todo es más complicado, Tina será mamá y formará una familia junto a Kevin, me alegra que ellos hayan podido redirigir sus vidas hacia algo positivo y enriquecedor, aun que son muy jóvenes estoy segura que Kevin la ayudará mucho, lo veo en la forma en que asumió su responsabilidad. Aunque en un inicio huyó despavorido desentendiéndose y no queriendo ver la realidad, ahora el Osado que un día fue Kevin y que reside de forma latente en su pecho tomó el mando y sé que no le fallará a Tina. Lo aprecio en la forma en que se miran, en la forma en que se tocan y como el futuro padre acaricia el vientre de la ex erudita con cariño, en gesto de protección. Últimamente no se separan nada más que por temas laborales, son uña y carne, es algo que me enorgullece, comprobar que su relación se fortalece día a día, porque las adversidades te unen y te hacen más fuerte.

Nadie puede darme lecciones sobre ello, pues lo vivido con Brad en mis propias carnes, hace que en pocos meses desde que finalizó mi iniciación, haya aprendido a entender como él forma parte de mí, como un órgano vital de mi cuerpo, necesario para sentir me completa y plena.

Eso no evita que tenga que tragar me el orgullo mal herido y hacer de tripas corazón, cuando tengo que dormir en el lecho que profanó María, pero es preferible a tener que dormir sola, alejada del calor de Brad, de sus caricias, de sus abrazos, si renunciase a ello le estaría dando el triunfo a ella. Aun que en estos momentos quizá sea él quién más necesita mi total apoyo, Caleb Prior fue trasladado a una prisión de máxima seguridad para cumplir su larga condena a la otra parte del país. No hay posibilidad de enmienda, lo hecho, hecho está, "solo nos queda la opción de aprender de los errores para no volver a incurrir en ellos" parafraseo a Brad, justificando las malas decisiones de su padre.

Intento que Brad no caiga en brazos de la negatividad y que vea todo desde un enfoque constructivo. No es fácil, pero la cordial que habita en mí desea con ahínco que día a día lo vea recuperar ánimos, hago todo lo que está en mi mano para no hacer lo pensar en su desastrosa situación familiar. Está obsesionado con el código que me dio Caleb Prior para que se lo entregara, intentando averiguar de qué se trata. Se pasa más tiempo del que me gustaría comiendo se la cabeza, como si en ese pedazo de papel pudiera hallar las respuestas a todos sus enigmas.

Lo miro de soslayo con cuidado de no romper su concentración, estamos estirados en la cama de su habitación, apoya la anchura de sus hombros sobre la pared, mientras teclea con soltura en su notebook , sus largos y fuertes dedos bailan sobre el dispositivo con grácil determinación, introduce con agilidad y rapidez algún tipo de información, a veces pienso que Brad es extremamente reservado con su investigación, siempre usa lenguaje en clave, pues no entiendo ni "papa" de lo que escribe. Tampoco me interesa demasiado, por mucho que le pregunte sé que eludirá con maestría darme respuestas, imagino que es algún tipo de informe para el organismo gubernamental para el que fue reclutado y adiestrado. 

Me limito a observarlo con adoración, viendo su elegante perfil helénico, de rasgos armónicos y proporcionados, ¡Jolín! Es que el tío es guapo de narices. Sin pensar lo mucho me acerco más, pensando en la calidez de su piel y la suavidad de su pelo. No puedo evitar que los colores me suban intensamente ante los pensamientos calientes que acuden a mi mente desordenadamente y sin previo aviso, parece percatarse de mi fija mirada algo perturbada. Disimulo sacando tema de conversación.