CAPITULO 31. Anarquía

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*Selen*

Theo me obligó a bajar a mi puesto de trabajo, mientras convocaban reunión de emergencia para resolver la crisis en la que acabamos de vernos inmersos. No sé exactamente el alcance de los daños en el sistema de vigilancia Osado, pero debe ser realmente grave.

Cuando se acerca la hora de salida decido llamar a Brad pero no tengo cobertura en mi teléfono móvil y me parece extraño pues siempre hay máxima cobertura dentro del complejo, me tranquilizo al ver que recibí un mensaje en mi móvil de Brad hace varias horas informando me que pasará a buscar me por el trabajo. Sonrío como una idiota al pensar que lo veré en poco tiempo, anoche no se molestó por que estuviera ocupando su cama, sino más bien al contrario, fue receptivo y cariñoso conmigo, siento mi estomago revolverse como un enjambre al viajar mis pensamientos hacia el moreno.

Estoy muy preocupada por las consecuencias que puede tener la caída del sistema de seguridad Osado, antes de marchar me intento subir a la espira para contactar con Theo, quiero saber si hay alguna novedad. Hay montada una guardia en el acceso que me impide avanzar, negándome la entrada, pues no tengo pase autorizado. Solicito hablar con Theo pero ignoran mi petición, así que desisto y voy al encuentro de Brad.

Asciendo por los pasadizos en penumbra cruzándome con batallones de Osados ataviados con uniformes antidisturbios, se están preparando para afrontar un ataque.

Un numeroso grupo pasa a mi lado y me aparto para dejarles paso, pero uno de ellos se detiene y se acerca a mi puesto, al retirarse la visera del casco de protección, atisbo unos iris azul celeste familiares y sé que es Mario el que tengo delante cubierto por una coraza anti balas y armado con escudo y fusil de asalto. ¡Madre mía! Me cuesta reconocerlo, pero no tengo dudas que debajo de tal armazón se encuentra el rubio y guapo Osado.

- Hola Selen, no te espantes soy Mario.

- Sí, me costó reconocerte. Pero ¿no estabas destinado en la unidad de extinción?

- Esta noche se decretará el estado de excepción en la ciudad. A partir de las 21 horas nadie sin autorización puede circular por la vía pública, hasta que se resuelva la crisis en el sistema de seguridad.

- ¿Tan grave es?

- Selen se cerraran las puertas de la ciudad y nadie podrá entrar ni salir. Han llamado a incorporarse a todos los Osados, incluso los que están de permiso asignando nos a todos tareas anti disturbio.

- Ya veo que si que es grave. Intenté hablar con Theo pero me fue imposible.

- Vete cuanto antes a casa y no salgas de ella más que lo imprescindible. Se prevén ataques de "Anti Facción" en toda la ciudad en cuanto baje el sol. Los vándalos y ladrones del Sector Abandonado aprovecharan el caos reinante para imponer su ley en cuanto sean avisados de que nuestras defensas han caído, nos acaban de avisar los altos mandos.

- Yo... Gracias por avisarme.- Agradezco que Mario se tome la molestia de pararse a explicarme lo que pasa y sea sincero conmigo, preocupándose de mi seguridad.

- No me perdonaría que te pasara algo Selen.- Sus palabras me confunden, dejándome algo aturdida, da un pequeño paso más hacia mí cerrando el espacio entre nosotros.

- Ten cuidado por ahí. ¿Vale? - Tampoco me gustaría que le pasará algo.

- Lo tendré.- No puedo ver más que su mirada, pues el resto de su estupendo rostro está protegido bajo el casco pero puedo asegurar que está sonriendo en estos momentos por la expresión de sus ojos. Asiento con mi barbilla dándole una pequeña sonrisa de ánimos y observo como voltea trotando a paso rápido para alcanzar su correspondiente unidad.

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