CAPITULO 17. Malas decisiones

93 7 0
                                    

*Selen*

-¿Dónde están todos?- cuestiono asombrada por la evaporación del resto de componentes de grupo. Brad tira de mi brazo con insistencia hasta llegar a su coche. Me abre la puerta para que suba y aprovecho su gesto de deferencia para introducirme en el habitáculo. Su silencio me incomoda y cuando se acomoda en el puesto de conductor vuelvo a insistir.

- ¿Brad? – Inquiero pero como si no fuese con él sigue evitando me y maniobrando para salir del parking del Bar de Joe.- No me ignores más por favor.- le reclamo y bufa con desagrado.

- Alek y Kevin se marcharon con las chicas, ¿no resulta obvio? No los esperes levantada a dos por barba estarán muy ocupados toda la noche.- Me jode el modo en que lo dice, no necesito que me haga de Super Niñera.

- ¿Por qué no te fuiste también con las chicas? Te estarían agradeciendo ya.

- Alek y Kevin se repartirán el pastel, por eso no te preocupes.

- Que generosos que sois entre colegas.- Note se el sarcasmo.

- ¿Por qué no te quedaste con el rubio Osado?- su reproche es evidente.

-  Te lo comías con la vista Selen.- Me acusa, ¡tendrá morro! para echarme en cara algo así.

- Se puede saber ¿Qué te importa?

- Por mí como si te lo montas con la facción entera Osada. Te lo podías haber tirado sin mayor problema, lo tenías en el bote.- Sus palabras duras y severas caen como piedras en mi estomago. Mi orgullo dañado impide que mis lagrimas broten y rebuscan en mi interior algo con que herirlo.

- De buen agrado lo hubiera hecho, dicen que está más que bien armado.- ¡comete esa Brad!

Hace una mueca de desagrado como si repudiara mi persona.

- Si es eso lo que buscas no te decepcionaré.-Contesta con burla.

- Vete a la mierda.- le contesto pues la conversación es hiriente.

Se ríe sabiendo que estamos en tablas, nuestra lucha por quedar uno encima del otro es inútil. Cada vez que abre la boca es para fastidiarme de la peor manera que encuentra. No sé qué chip se le giró esta noche para que haya cambiado su carácter agradable de la tarde al agrio y desdeñoso de ahora mismo.

Nada más llegar aparcamos junto a nuestro edificio, pues hay plazas libres, no es demasiado tarde todavía, hay algún que otro Sin Facción circulando por la vía.

Cierro de un portazo rabiosa por las insinuaciones de Brad, no es nadie para reprocharme, no puede decirme con quien hablar, o con quién ligar, puedo hacer lo con quién se me antoje. Él mismo lo hace y aunque me molesta yo en ningún momento se me ocurrió tocarle las narices.

Subo a trote por delante de él para no tener que dirigir le la palabra, aunque debo esperarlo en la puerta. Parece que a sabiendas de que lo espero se retrasa adrede y bufo por lo bien que sabe sacarme de mis casillas. Tina tiene mis llaves y no quiero molestarla, es posible que esté durmiendo ya. Brad al llegar al rellano saca sus llaves y abre sin dejarme pasar, entra primero bloqueando la entrada y suelta la puerta sin aguantarme la para que yo pase. En una total falta de educación la puerta casi me golpea en las narices ¡Será... será condenado! Muerdo mi lengua para no soltar más tacos por esta noche. Pues no quiero molestar a los habitantes de la casa con mi mal humor. Brad traspone directamente a su habitación sin cruzar palabra. Está cabreadísimo, y no tengo idea de por qué, ¿tan mal canté?

Voy directa a mi habitación y me fijo en la cama de Tina, ella parece dormir pero el olor a alcohol es palpable. Debe haber tomado alcohol, no debió hacerlo en su estado. Pero quien podría culparla. Kevin fue un autentico capullo ignorándola. Pero no es lo único que tomó, hay una petaca de alcohol junto a un bote casi vacío de unas pastillas. ¡Dios! Y si ¿Tina decidió suicidarse? El alma se me encoje ante tal pensamiento, quiero moverla a ver si despierta, me acerco a verla más cerca, su respiración es casi imperceptible y lo hace con dificultad. La sacudo levemente llamándola, pero no reacciona. La vuelvo a sacudir pero con más ímpetu y tampoco reacciona. Empiezo a ponerme nerviosa, por favor Tina no me hagas esto despierta de una vez – pienso en una súplica- Pero cada vez soy más consciente que Dios hace tiempo mira hacia otro lado cuando le reclamo. La intento incorporar y la apoyo contra la pared sentada con la cabeza inclinada hacia delante. Su rostro cae hacia delante, tapando su cara con una maraña de cabello miel.

UNFACTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora