UNFACTION

CAPITULO 56. Sexy

*Selen*

Intento seguir atenta las instrucciones de mi superior. Me asignaron tareas de vigilancia y control en el sector Erudito de la ciudad, cerca de la sede central de Erudición. En una pizarra de fondo color blanco Hector nos indica el procedimiento durante la mañana detallando de vez en cuando con un marcador zonas de un mapa de la ciudad de Chicago. Mi superior es un Osado de rasgos cálidos y piel bronce que le confiere cierto atractivo, una blanca hilera de dientes se muestran al sonreírnos para animarnos a realizar nuestras tareas con energía positiva. Sin duda comparte con Uriah esa bella sonrisa, pues se trata de su hermano menor, intenta amenizar nos el rato con bromas, pero no lo consigue.

Hago un gran esfuerzo por no quedarme dormida durante la explicación, pues no dormí muchas horas en los últimos dos días dándole vueltas a todo lo ocurrido. He dormido en la habitación que me asignaron en el complejo Osado, no quise quedarme a dormir en el apartamento Sin Facción, me escocía demasiado rememorar las circunstancias vividas en la habitación de Brad. 

Sin embargo ayer por la tarde Brad vino a verme y pasamos toda la tarde haciendo el amor y descansando en mis dependencias Osadas, luego salimos a dar un paseo cerca del complejo como una pareja más de novios sin sacar a colación ninguno de los dos el incidente con María, parece que a los dos nos quema el asunto y puesto que el punto de Brad fue aclarado, no debería seguir sintiéndome insegura con ello. Pero no puedo evitar que se infiltren mis temores entre nosotros dos, María está en la vida de Brad desde siempre, forma parte de su pasado,  presente y sin duda ella quiere seguir perteneciendo a su futuro. 

A veces siento que simplemente estoy de paso para él, aun que Brad intenta demostrar me de todas las maneras que se le ocurren que no es así. ¿Por qué no puedo convencer me de que la escogida soy yo? Y no María, ni ninguna otra. Es demasiado bueno para ser verdad, y todavía me siento afortunada de que por una vez las cosas buenas me pasen a mí.

Me doy golpecitos en la cabeza con los nudillos de mi mano cerrada, intentando sacudir me toda la mala flema. Sonrío como una imbécil al pensar todos mis logros. Conseguí enfrentar mis demonios dando le la cara a Hardy, me readmitieron en Osadía por el valor demostrado en la misión para la detención de Hotking y eliminación del virus y por supuesto no puedo olvidar que un espectacular morenazo de ojos verdes impresionantes asegura amarme. ¡Joder! No puedo quejar me de momento, soy afortunada.

Si sigo asustada por miedo a perder lo que tengo dejaré de disfrutar lo cómo debería y me voy a arrepentir, debo empezar a aplicarme las lecciones osadas y vivir el presente con intensidad sin temor a lo que venga.

Pasamos toda la mañana haciendo control en el sector Erudito, sin más problema que un apesadumbrado Erudito que había perdido su maleta con unos informes muy importantes, y que finalmente se localizaron a última hora de la mañana.

Mi compañera de patrulla es una Osada algo mayor que yo, parece experimentada y va explicándome con estoica paciencia el proceder en cada situación. No es muy habladora pero no me cae mal, habla cuando es necesario y nada más. Es originaria de Osadía, por lo que lo lleva en la sangre, su determinación no es cuestionable en cada actuación en la que interviene. Con mano de hierro ejecuta las labores de control y nadie le rechista cuando solicita "amablemente" a los Eruditos que obedecen apartándose rápidamente para mantener un espacio de seguridad con la alta y corpulenta Osada de cabello corto castaño y ojillos de duro Onix centelleando cuando los mira fijamente. Imagino es su sistema de intimidación para no ser cuestionada ninguna de sus ordenes, así que tomo buena nota de su buen hacer como representante de la autoridad que debe ser respetado y tomado en cuenta en todo momento.

Hemos llegado al final de nuestro turno y estoy deseando llegar al Bar de Joe he quedado para comer con Brad, ayer insistió mucho en volver a vernos. Le pido a Silk que me deje cerca del establecimiento y ya me las arreglaré para volver.