Aviso: Este capítulo en su parte final es de contenido erótico y lenguaje explicito.
*Selen*
Se apagan las luces principales quedando solo las de emergencia activadas, regalándonos una leve penumbra de anonimato. Los sensores al no detectar movimiento en la sala de tiro apagaron las luces automáticamente. Estamos solos en el fresco espacio de vacías paredes de sólido hormigón, tiemblo levemente ante la avalancha de sentimientos que me desborda, me sostengo a penas contra el pecho de Brad, reconfortando me en la envoltura de sus largos y duros brazos. No hacía frío cuando entré, pero ahora sí que lo noto, así que me acurruco contra él, la profundidad del complejo Osado en la roca hace que la temperatura en su interior sea más baja, aislándonos del bochorno exterior propio de la época estival.
Nunca antes me había sentido tan aliviada, todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo están relajados y siento mi respiración calmada. Aunque Brad fue valiente confesando sus sentimientos hacia mí, no he sido capaz de confesar le los míos, y menos si pienso en lo de mañana, no soy tan cínica.
La puerta se abre y nos incorporamos del apoyo que nos ofrece el muro, Theo y los demás nos reclaman. Theo asoma parte de su cuerpo como pidiendo permiso para interrumpir, miro a Brad y este me sonríe con complicidad, parece que parte del peso que soportaban sus hombros se liberó, tras asumir sus sentimientos.
- Deberíamos marcharnos, Selen- Dice Theo- Hay que descansar, todo está listo para mañana.-
Intento sonreír, pero no acaba de salir me. No puedo borrar me de la cabeza a grandes rasgos mi papel principal en el plan para acabar con Hotking.
- Tienes razón.- le digo y estiro del brazo de Brad dirigiéndonos a la salida de la estancia.
- Toma la llave del dormitorio asignado. Es un apartamento en la sección Oeste.- Doy por hecho que deduce que Brad y yo compartiremos alcoba pues me devuelve una media sonrisa no exenta de picardía.
- Una última cosa antes de que os marchéis. – Añade poniendo una mano sobre mi hombro.- Gracias.- Sé qué se refiere a todo lo que estoy haciendo por Osadía sin tener ninguna obligación al respecto, pero lo que no sabe es que me resulta imposible dejar de hacer lo, necesito reparar el daño causado a las defensas de Osadía y mañana tendré oportunidad de enmendar lo.
- Serás una gran Osada, te enfrentas a las dificultades sin temor.- Se me retuerce el estomago ante sus palabras, nada más lejos de la realidad, pero no digo nada, en realidad estoy aterrada.
- Por lo menos lo intento.- No le miento cuando digo esto.
- Nos vemos en el pozo dentro de 7 horas.- Informa.
El grupito de Osados se desvía por uno de los pasadizos dejando nos a mí y a Brad atrás. A pesar de las horas tardías el complejo bulle de actividad, todavía hay demasiados Osados circulando por el complejo, algunos ríen fuertemente, y hablan en tono muy elevado sin importar les que los escuchen. Observo a la gente que se va cruzando con nosotros en el pasadizo, me doy cuenta de lo extraño que resultaría a mi familia Cordial, y de lo normales que me parecen a mí, a pesar de los anillos metálicos en sus caras y los tatuajes que asoman por debajo de sus ropas en brazos y cuellos. Cuando los miro les devuelvo la sonrisa sintiendo me parte de su mundo, veo las puntas de mi largo cabello azulado agitarse con la corriente de aire que surca el pasadizo y pienso en la gran cantidad de tinta que recorre mi cuerpo a pesar de mi corta estancia en esta fascinante facción, sin duda lo que más anhelo es formar parte de esto. Procedemos a bajar más escalones hacia niveles inferiores escuchando el trote de mis pasos ágil y seguro, mientras Brad se desplaza en un silencioso ejercicio de levitación controlando la fuerza y redistribución de su peso, parece avanzar trasmitiendo una determinación absoluta, aparentando un verdadero Osado más.
ESTÁS LEYENDO
UNFACTION
FanfictionAviso: II Spin- Off de "Nat la perfección Divergente". Tras no superar Selen su iniciación en Osadía, ni ella misma era capaz de saber que sería de ella a partir de ahora. Todo parecía que era el fin, a sus 16 años había fracasado estrepitosamente...