CAPITULO 16: La bomboneria

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*Selen*

Que puedo decir, la experiencia de acompañar al grupo fue fantástica, aunque fuese en un plano muy secundario en la parte de atrás del mínimo escenario, pegada a una esquina a la altura de Alek, disfruté como una enana. Cuando se escucha la voz de Brad inundar el espacio a través del amplificador de sonido, todo lo demás queda eclipsado, los instrumentos acompañan a su cálida y modulada voz y yo solo puedo darme por privilegiada de estar en primera fila para escuchar lo que tenga que decir. Es obvio que usa sus excelentes aptitudes para dar el mensaje que pretende, ninguna letra de sus canciones deja indiferente. Se ve sexy como el infierno rasgar los acordes de su guitarra mientras canta concentrado en la melodía. Kevin hace vibrar su bajo con tranquilidad experta mientras se balancea al ritmo de la música suavemente. Siendo Alek el que imprime el ritmo desquiciante marcado por sus vaquetas. De vez en cuando me miraba y me sonreía achinando sus ojos de forma infantil, no había visto disfrutar tanto a Alek haciendo algo tan talentoso y lúdico a la vez. Kevin en cambio estuvo más ausente que otra cosa, inmerso en sus propias cavilaciones tiene mucho por lo que pensar.

Brad es el Diablo tentando con su voz divinamente pulida transmitiendo todo tipo de sentimientos con sus letras, nunca pensé que su faceta de cantante me dejara tan fascinada. Lo escuché ensayar con su guitarra y ya me pareció que lo hacía muy bien, como buena Cordial mis conocimientos musicales son lo suficientemente amplios para valorar algo bueno cuando lo escucho. Pero no soy la única que se ve fascinada por el vocalista del grupo "Sin Facción", las dos morenas de la mañana están en primera fila. Intento ignorar las y no pensar en cómo se comen pedazo a pedazo cada centímetro del cuerpo del chico de ojos verdes. Me encanta cuando su cabello moreno se ondula al pasarse una de sus manos hacia atrás para retirarlo de su cara, y golpea con una de sus botas el suelo siguiendo el ritmo de los acordes.

Sin embargo durante toda la actuación él se mantuvo alejado de mí, ni una sola mirada me dedico, ni un gesto de aliento ni aprobación. Puede que lo haya hecho tan mal que esté enfado conmigo o arrepentido de haberme pedido que le hiciera los coros. Sin embargo Alek no dudó en alzar su pulgar arriba, cada vez que terminó las cinco o seis canciones que tocaron.

Pienso que Brad no me pedirá que vuelva a hacer le los coros, pues su reacción ha sido demasiado negativa. Tampoco pensaba que iba a ser la nueva Madonna pero por lo menos una frase de ánimo, después de todo fue él quien lo propuso y me esforcé sobremanera para lograr exponerme al público y vencer mi miedo escénico.

Lo observo con cautela mientras recoge sus cosas rápidamente, guarda su querida guitarra en su funda. Me mantengo allí plantada viendo como recogen todos los bártulos, y siento que soy un estorbo cuando varias chicas suben al escenario a felicitar al grupo. Las dos morenas se cuelgan de Brad como hienas peleando por su festín. Brad pasa sus manos por la cintura de cada una de ellas y se aleja a una mesa. Kevin y Alek hacen lo propio con otras dos féminas siguiendo los pasos de su líder.

Me bajo con disimulo del escenario, un simple escalón delimita el área y me siento en un taburete junto a la barra a unos metros de distancia del escenario improvisado. – ¡Vaya mierda!- me digo pues por lo menos podría felicitarme alguien por lo bien que hice mi debut. -¡Ahh! Espera que a lo mejor no lo hice tan bien. Esa podría ser la explicación. – Río ante mi patético pensamiento. Una chica de exuberante escote me ofrece un vaso de líquido transparente desde el otro lado de la barra para que remoje el gaznate y lo bebo sin reservas de un tirón, el calor que baja por mi garganta me quema pero no me inmuto, empiezo a desarrollar tolerancia por esta sustancia. Necesito inculcarme fuerzas de flaqueza para soportar ver a Brad como se deja babear por Vanessa y Jessi. No veo por ninguna parte a Tina, al inicio de la actuación ella estuvo sentada por aquí viendo la actuación, pero le perdí la pista. Claro que si Kevin le hizo el mismo vacío que me hicieron a mí, no me extraña que la imagen le picara en los ojos y se abstuviera del espectáculo.

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