*Selen*
La tarde del Domingo la pasaremos Brad y yo en una típica barbacoa Osada que organizó Uriah en la parte trasera de su casa a las afueras del sector Osado. No es a la primera que asiste el Sin Facción, la familia de Kevin es habitual de estos festejos tradicionales Osados.
La casa de Uriah comprende una gran extensión de terreno donde organizar cualquier tipo de evento familiar, hay algunas zonas ajardinadas, pero en su mayoría es tierra suelta con multitud de sillas y mesas esparcidas por el lugar. Si miras el horizonte puedes apreciar a lo lejos el alto muro que rodea la ciudad de Chicago de forma protectora. En la zona central hay una gran fogata con parrillas preparadas para colocar todo tipo de carne y viandas. En principio no seremos demasiados los invitados, pero con Uriah nunca se sabe a qué número especifico de personas se considera pocos invitados.
Por nuestra cuenta traemos en una bolsa algo de carne y una botella de vino, que entregamos a Hector el hermano menor de Uriah. Este lo coloca junto con las demás ofrendas que trajeron el resto de asistentes. La fogata ya prende a toda mecha y se alza crepitando a gran altura, la oscuridad del atardecer hace que las llamaradas cobren vida propia, siendo el centro del evento Osado como no podía ser de otra manera.
Una música rítmica y movida algo electrónica suena amenizando la fiesta, imagino que la selección es obra del Dj Osado Uriah, me río al pensarlo, la fama le precede al guapo Osado de eterna sonrisa inmaculada. Brad lo conoce muy bien, pues pincha discos alguna que otra noche en el Bar de Joe.
A un lado de la fogata hay unos troncos dispuestos para sentarse, están colocados estratégicamente para ello, se nota que la familia de Uriah organiza barbacoas nocturnas de forma habitual, lo delata el lugar de ubicación de las brasas que está rodeado de antiguos círculos oscuros con poso de cenizas.
Un pequeño escalofrío me recorre los brazos poniendo me la piel de gallina, se levanta una ligera brisa que refresca el ambiente bruscamente, Brad saca de su mochila su sudadera y me la ofrece colocándome la a modo de rebeca sobre los hombros, el olor característico a él enseguida me llega, esa mezcla de una pincelada de su esencia claramente masculina y loción after shave que me enloquece cuando se acaba de afeitar como es el caso. Parece que últimamente mis sentidos se agudizan intentando captar cada detalle de mi chico, reteniendo esas sensaciones y almacenándolas en mi disco duro, para si más adelante se ausenta en el viaje que tiene previsto hacer al otro lado del país, poder anestesiar me con su recuerdo. No quiero entristecer me, no es momento, hemos venido a divertirnos y relajar nos y eso haremos.
Zeke empieza a colocar grandes tandas de hamburguesas, mientras reparten cerveza en pequeños botellines helados. Este no se parece mucho físicamente a su hermano, más bajito y corpulento, más oscuro de piel pero de carácter afable y risueño, de los que te cae bien en cuanto lo tratas un poco.
- Son las mejores hamburguesas Osadas que probaréis. – Presume el hermano mayor de Uriah mientras abre un botellín y aviva el fuego moviendo la leña con un palo largo.
- Eso lo veremos más tarde, por ahora te diré que las chuletas están de muerte.- Dice Christina, sin poder dejar de engullir una de las viandas que ya se rustieron.
Al poco las hamburguesas empiezan a servirse humeantes y deliciosas y Brad se levanta a buscar las nuestras en unos platos de cartón desechables. Las aliña con varias salsas picantes y regresa para sentarse junto a mí. Tan pronto me hago con el festín doy cuenta de ella, está deliciosa y especiada.
- Ummm...Ummm... riquísima. – Brad me está mirando sonriente. Hacía mucho tiempo que no probaba la especialidad Osada.
- Cualquiera diría que no probaste carne en días.- Una malévola y sexy sonrisa tuerce sus labios, intentando disimular su pícaro comentario.
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UNFACTION
FanficAviso: II Spin- Off de "Nat la perfección Divergente". Tras no superar Selen su iniciación en Osadía, ni ella misma era capaz de saber que sería de ella a partir de ahora. Todo parecía que era el fin, a sus 16 años había fracasado estrepitosamente...