Aviso: Parte de este capítulo es de contenido Erótico y lenguaje explicito.
*Selen*
Brad se quita la camiseta gris que lleva puesta y la deja junto a la única silla de la estancia. Lo observo de torso desnudo y sigue intimidándome como siempre mostrando sus tatuajes enigmáticos que me recuerdan en todo momento porque estamos refugiados en Abnegación, se ve más que comestible cada una de sus marcas gravadas en carbonita despertando un apetito voraz en mí. Espero que en algún momento me cuente sobre su tatuaje en el costado que guarda semi oculto bajo su brazo, estoy segura que tiene un significado importante esa combinación numérica es una especie de código de barras sin sentido para mí que intento memorizar cifra a cifra, mientras repaso anonadada al magnífico espécimen.
Procedo a concentrarme en mis labores retirando mis prendas, retiro mi vestido con premeditada lentitud, estoy provocando al moreno mientras me observa sin perder detalle como desabotono los cierres que ajustan mi figura. Su mirada oscurecida se centra en mi sostén en cuanto queda expuesto y se aproxima a mí besando el interior de mi cuello, de una forma tan tierna que eriza mi piel en un cosquilleo. Se arrellana contra mí hundiendo el colchón en ese punto por el peso de los dos cuerpos, sentirlo tan cerca es como una droga que me atonta, el aroma a gel que desprende su pelo me embota los sentidos y siento que quiero recorrer cada centímetro de su piel suave y firme.
- Deja me a mí. – Susurra mientras desliza las tirantes de la prenda femenina con las yemas de sus dedos y desabrocha el cierre con la otra mano, haciendo gala de su total destreza. La prenda cae pero no deja de afrentar me con la mirada, derritiendo me tal cual helado expuesto al sol, ante la expectación que genera en mi cuerpo su toque. Sonrío algo avergonzada aún recuerdo como me hizo gozar en mi primer orgasmo y me fundo solo de pensar lo, pero él no deja de mirar me con esa intensidad que me anula dejándome a su merced.
Quiero ir más allá, y sin pesarlo me coloco a horcajadas sobre él sin dejar de mirar a esos hipnóticos jades, tan solo rompo el contacto para besar lo, mientras mi pecho se aplasta contra su torso presa de su abrazo que me estrecha con fuerza. Mi lengua lo busca necesitada de su contacto y como debe ser me devuelve con creces mi ímpetu. En respuesta a mi mortífero ataque noto su excitación apretarse contra mi ropa interior, sé que se estuvo conteniendo en sus acciones para no generar me malos recuerdos, el me trata y me cuida como algo frágil que debe manejar con delicadeza y se lo agradezco infinitamente, pero pienso que es hora de devolverle con intereses todo lo que me ofrece.
-Quiero hacer lo.- Mis palabras suenan raras ante tal afirmación, me observa perplejo sin esperar mi petición tan temprana. No se lo esperaba para nada, su expresión incrédula así me lo informa.
- ¿Estás segura? Puedo esperar Selen, no quiero que te sientas obligada.
- Mientras sea contigo estoy segura.- Brad por fin asume lo que significan mis palabras y me vuelve a besar profundamente, siento que su beso se volvió algo salvaje, la atracción sexual entre nosotros se volvió en segundos totalmente un descontrol de Endorfinas siendo exudadas por cada poro de nuestra piel. Es como si intentara devorarme y poseerme con su lengua, pero no me quejo por su acción algo desmedida, en definitiva es lo que quiero, que me posea, de alguna manera percibo como acota sus instintos para no asustarme. Frena el beso de forma más suave, relentizando su feroz asedio.
- ¿Recuerdas la palabra de seguridad?- Me dice algo pesaroso y se incorpora para ir hasta la puerta para bloquear el cierre.
- Sé que no la necesitaré Brad, tú haces que olvide mis males.- Brad me observa dudoso como la vasija que acaba de encolar con pegamento y todavía puede que necesite un poco más de secado. Quiero hacerle ver que su extrema cautela no es necesaria.
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UNFACTION
FanfictionAviso: II Spin- Off de "Nat la perfección Divergente". Tras no superar Selen su iniciación en Osadía, ni ella misma era capaz de saber que sería de ella a partir de ahora. Todo parecía que era el fin, a sus 16 años había fracasado estrepitosamente...