UNFACTION

Capitulo 69. Cuestión de confianza (ParteII)

*Brad*

- Espero una explicación.- Exijo con suavidad pero sin perder tono autoritario, me acomodo junto a ella pero sin permitir el contacto, pues cada centímetro de piel que roza con la mía empiezo a notar lo incómodamente tortuoso.

- Es cierto que me beso, pero yo lo rechacé Brad. Yo te amo a ti y siento que hayas visto esas imágenes que sé de seguro te dañaron. Nunca debí permitir que ocurriera.- Se retira las manos de la cara y me mira de refilón sin terminar de encarar me. Intento controlar la furia que brama por salir por mi boca, pero un veneno oscuro y amargo sube por mi garganta dispuesto a herir la, tal y como ella hizo reconociendo sus actos.

- ¿Cuántos besos más hubo?, ¿Solo con él o también con otros?- Selen frunce el ceño y guarda silencio unos segundos.

- Solo con él, ¡Por Dios! por quién me tomas.

Selen tras el impacto inicial de mis cuestiones empieza a enfadarse y veo como se le crispa el gesto ante mi desconfianza, pero no puede quejarse está a sido machacada vilmente, tendrá que construir una nueva torre en la que yo pueda depositar mi confianza, pues ahora mismo está por los suelos. Finalmente suspira exhalando su frustración y capitulando ante mí.

- Mario me pidió que rompiera mi relación para salir con él. Pero mi negativa fue rotunda, yo amo a Brad Prior, mi caballero oscuro, aquel que me protegió de mis demonios Cordiales en el callejón perdido, que me salvó de los perros hambrientos en el patio trasero del Bar de Joe, que cubrió mi cuerpo como un escudo para protegerme de las balas Osadas el día que te hirieron. – suspira desesperadamente buscando argumentos en su defensa.

- ¿Quién fue la persona que me rescató de mi pesadilla durante la misión en la guarida de Hotking? El mismo que sacudió a Hardy por atreverse a aparecer de nuevo en nuestro sector abandonado para intimidar me. ¿Qué no lo ves? Tú eres mi todo para bien o para mal, en la facción Osada o Sin Facción, no hay nadie más en Chicago que te sustituya si me dejas.

Cada palabra que surca el aire y llega hasta mi se me clava tan adentro que es imposible no dejarlas hacer lo. La humedad que recorren las mejillas de Selen anegan su cara durante su discurso. Siento ganas de borrar cada una de sus lágrimas que surcan su piel a besos, sintiendo que los acontecimientos nos hayan hecho tanto daño a los dos. Pero no soy yo quién se besó con otras, mi único error, fue dejarme llevar por los celos, en realidad me creía en posesión del total afecto de la pequeña ex cordial, si de algo soy culpable es de amar la demasiado. Ahora me doy cuenta, de que siempre he pretendido lo mismo, cuidar de ella, mientras sus palabras resuenan en mi cabeza.

- Selen ni te imaginas lo que pasó por mi cabeza anoche, las cosas que iba a decir te.- Me abruma pensar en que hubiera pasado si hubiera decidido actuar de forma visceral y no medir mis actos.- Yo te quería expulsar de mi vida.- Confieso con pesadumbre recostando de forma más recta mi espalda también sobre el cabezal de la cama y pasándome una mano por la cara ante la frustración creciente.

- Pero no lo hiciste Brad. No lo hiciste, eso es lo único que cuenta. Estas aquí y ahora diaIogando conmigo.- Me dice apartando mi mano de la cara para poder ver me, su mirada busca la mía para conectar con la profundidad de sus palabras.

- Te prometo que velaré por no volver a herir te, no medí las consecuencias aquella tarde, cuando no rechacé de una forma más contundente a Mario. Cree me por favor, se que las relaciones importantes se basan en la confianza mutua y no quiero erigir las bases de la nuestra sobre algo débil y frágil, yo también quiero ser tu roca porque tú siempre eres la roca sólida a la que aferrar me cuando el huracán amenaza con arrastrar me.