Después de entrar en la academia de los ángeles, me enviaron como vigilante de las puertas del cielo, algo bastante aburrido. Mis padres decían que era un trabajo único y podría estar casi a la misma altura de ser comandante. ¿Qué se supone que era ser el vigilante? Mirar a una puerta, simplemente. Cada día llevaba mi armadura y la espada para no hacer nada.
Miraba el suelo esponjoso blanco del exterior del cielo.
Yo era la típica ángel rubia, de ojos azules y piel blanca. No sólo eso, mis abuelos fueron unos de los primeros ángeles creados.
Me educaron para luchar y ser alguien lleno de valor, sin haber guerras ni conflictos en ninguna parte. Alguna vez que otra venía algún demonio mensajero, pues teníamos un pacto amistoso con el infierno. Nunca me contaron mucho sobre ellos, pero el aspecto del mensajero que venía era muy diferente al nuestro.Recuerdo el nombre que me dieron mis padres al nacer. Lelahel. Ángel de la cura, de la luz. Una definición que en mí pronto sólo serían palabras inexistentes.
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Dishonored Angel(#0.2)[SIN EDITAR]
FantasyJusto antes de la primera guerra de la creación, demonios y ángeles vivieron una buena temporada en armonía, hasta la aparición de un nuevo ser en la entrada del cielo con el objetivo de ir al infierno para encontrar su hogar: el paraíso. Intentando...