La oscuridad de Lelahel(Parte II)

106 18 0
                                    

Lelahel... ¿Qué pasaría si tu luz te fuese arrebatado? Lelahel...

Esa voz... Me hablaba, sin saber por qué.
–Para... Para... –Tiré una vez de las cadenas–. ¡Para! ¡Para! –segunda vez–. ¡PARA!
Ese grito rompió las cadenas luminosas, que poco a poco fueron apagándose.
Lelahel... La oscuridad te ha sucumbido... Lelahel...

La voz cesó y todó se volvió oscuro, por lo que chillé.

~~~
Me levanté de golpe después de gritar, viendo al Maestro sentado a mi lado.
–Lelahel, ¿estás bien?
–Yo... No sé que ha pasado... Me envolvió y... –Titubeé.
–Empezaste a tener ilusiones y a gritar como una loca. Pensaba que ibas a morir. Menos mal que has caído inconsciente.
Su respuesta me sorprendió. ¿Había cerrado de nuevo mis párpados?
–¿He estado durmiendo? ¿Cuánto? –pregunté asombrada.
–Solo unos minutos. Sabía que no iba a ser fácil, pero ha funcionado. Ya puedes controlar la magia oscura. Primero, debes crear esferas o llamas de los espectros –abrió la palma de su mano, y de ella salió una esfera morada tirando a negro flotando–. Para ello, necesitas recitar estas palabras: Unter mal('luces del mal'). Concéntrate y extiende tu mano.
Hice lo que dijo. Abrí la mano y recité las palabras:
–¡Unter mal!
Pero no pasó nada. Volví a hacerlo, pero siguió igual. Enfurecida, miré a mi mano y de ella, apareció una llama. ¿Cómo había hecho eso sin decir nada?
–¡Vaya! Parece que tu oscuridad funciona por el enfado... Pero lo has hecho genial para ser el primer día. A mí me costó bastante hacer la llama, por eso te mostré la esfera. Eres más de lo que esperaba... –Felicitó mi trabajo.
–Me siento muy alagada de oír eso, Maestro. Sentí rabia de no poder conseguirlo como me lo había dicho...
–No importa, has hecho más de lo que pedí. Buen trabajo. Esto es todo por hoy. Mañana te enseñaré más. Debemos irnos al castillo.
–Sí, Maestro –respondí.
Salimos y justo cuando iba alzar el vuelo, él me detuvo.
–Espera, hay otro camino más rápido.
Hizo una especie de baile que iluminó sus manos, y un portal apareció, siendo casi idéntico al que vi.
–Impresionante... –Murmurré.
–Otro día te diré cómo hacerlo –entró dentro seguido por mí.
Nos teletrasportamos al pasillo que llevaba a la sala del trono de Satanás. Hice un ruido de sorpresa, y seguí al brujo.
Entramos en la habitación, donde nos esperaba el dios del infierno.
–Bienvenido al castillo, Manclat.
–Oh, señor, muchas gracias. Le he traído a mi alumna. Como usted dijo, tiene un buen talento –le comunicó terminando con una reverencia.
Los ojos rojos del jefe de los demonios se centraron en los míos.
–Veo que ya eres digna de manejar las artes oscuras... Como deduje, eres perfecta. He notado que has despertado tu lado oscuro, y seguramente te quede algo de luz, ¿no?
–La verdad... No lo sé, Satanás. Me quedé inconsciente... –Respondí nerviosa.
Satanás apoyó su cabeza en su mano y extendió el brazo.
–No te preocupes por eso, Lelahel, ahora ya sé que eres de utilidad. Eres un ángel sorprendente. Más de lo que imaginaba.

Dishonored Angel(#0.2)[SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora