La vida de un simple ángel

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Algo me despertó. Fue el ruido de la puerta abrirse y unos pasos que se acercaban. Abrí mis párpados para ver quién era.
–Buenos días, Lelahel –reconocí su voz. Mi madre, llamada Maza.
Me incorporé un poco y la observé detalladamente. Se notaba que éramos muy parecidas.
–Buenos días, madre –respondí al rato.
–Deberías levantarte, tienes que ir a trabajar –dijo marchándose de mi habitación.
Me levanté y arreglé para el aburrido trabajo que tenía. ¿No podían haberme dado otro mejor?
Desayuné y fui a mi lugar de trabajo. Desde luego esto era una simple vida de un ángel. Nacer, crecer, ir a la academia de ángeles, trabajar y tener descendencia. Aquí se decía que el día que encontraras pareja tenías que hacer una alianza y vivir los dos juntos. Algo que no me interesaba. No estaba enamorada de nadie, pues prefería mantenerme alejada del resto.
Miraba como todos los días el suelo esponjoso. El demonio mensajero pidió permiso para entrar, y le abrí las puertas del cielo, como era mi deber.
Sentía que mi vida era más que otra cualquiera en los cielos. ¿Y si algún día ocurriera una desgracia? Suponía que eso no iba a pasar nunca, aunque en un futuro me equivocaría.
Me retiré del trabajo, y di un largo paseo por el lugar. Observaba a los niños jugar, jóvenes hablar, parejas, ancianos... Todo lo que mis ojos podían ver.
Volví a casa y me acosté en la cama mirando la pequeña ventana que reflejaba la noche. En aquel momento, sentí algo extraño en mi interior. Un mal presentimiento. ¿Por qué?¿Iba a ocurrir la tragedia? Esperaba que no. Volví mi mirada por otra parte para dormir.

Dishonored Angel(#0.2)[SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora