Como dije, pasaron los días y Darkia fue coronada reina de los demonios, y tenía el objetivo de conseguir lo que una vez se separó: unir infierno y cielo. Después de la celebración, vino un silencio repentino. La cara de Ia cambió a estar seria y extendió su brazo hacia mí. No entendí ese gesto hasta que sus ojos se enrojecieron. Me empujó contra la pared y me encerró en una celda recién creada, e hizo lo mismo con Yandak.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Ya no sirves, te hemos dejado demasiado. Gracias a ti, podremos terminar con nuestro plan, ¿verdad, Creador? -su voz ya no sonaba dulce.
-¡Era todo una trampa! ¡Me usasteis! Maldita sea... ¿Cuál es "vuestro" plan?
-Tú llevarías a Darkia a la victoria contra Satanás y después ella irá al cielo y... Morirá.
-No lo entiendo... ¿Vais a matarle?
-Si nos deshacemos de ella y de ti... Tendremos a Diana y como su alma es débil...
-¡Me niego! ¡No os saldréis con la vuestra! Yo protegeré a Darkia... Sois unos monstruos... ¡Pretendéis destruir los tres mundos!
-Lelahel -burló-, eres tan despistada... Y tan poderosa. Con él y Diana de nuevo crearemos la destrucción de esos miserables mortales.
Me agarré a los barrotes lamentándome. Cada vez me sentía más frágil, las fuerzas me fallaban.
-Eso es... -fue lo último que escuché. Me estaba absorbiendo el alma, iba a morir, ¿o no?-Le-la-hel... -oí a alguien hablarme. Parecía una niña pequeña por su voz-. No te vayas, por favor... Debes seguir, ¿recuerdas?
-¿Quién eres? -respondí abriendo mis ojos. Ante mí tenía a una chica de poca edad, pelo corto marrón recogido en dos coletas, ojos oscuros y vestía con un manto negro.
-¿No recuerdas quién soy? ¡Uzziel! Sabía que incluso aquí harían tal cosa...
-No, la verdad... -todo alrededor estaba en tinieblas y una luz nos iluminaba.
-Vaya... no importa. Debes volver. Será el único favor que puedo hacer. Serás ángel de nuevo, no hay más oportunidades. Escucha, no hay tiempo. Ia y el Creador tienen que ser destruidos. Harán lo imposible para hacer que Diana vuelva, tendrás que salvar a Darkia y obtener la segunda parte. El resto lo decidirá su heredero, quién encontrará el último fragmento. Ella... Ya sabes, esa bestia corrupta sigue suelta, por lo que los tres mundos están en peligro.
-¿La falsa Darkia? Pero si...
-Está viva. Con tu poder podrás controlarle, pero algún día...
-Me iré, ¿no?
-Tienes unos años, confío en ti -se derrumbó. De su boca salió un poco de sangre. Le sostuve para intentar ayudarle.
-¡Ey! ¿Estás bien?
-Sí, no estoy acostumbrada aún a esto... Te lo suplico, no dejes que ella regrese o todo esto habrá sido en vano.
-No lo comprendo... ¿Hallar las partes de Satan y proteger a Darkia?
Asintió. Se apoyó en mi pecho, sonriendo.
-Disfruta de este mundo lo máximo, porque en un futuro... Verás tu dolor. Perdóname por hacerte todo esto. Yo soy Paradise, Ia solo es una farsa, me arrebató mi divinidad.
-¿Paradise? ¿Tú? -mi corazón latía a mil. Era imposible.
-Estaba planeado, como me dijiste, bueno, he hecho lo que he podido, el destino está en tus manos... Ahora, ve."¿Qué me estás contando?" -dije en mi cabeza desaparecido la desconocida.
Yandak me estaba sacudiendo para reanimarme.
-¡Lelahel! ¡Resiste!
-Yandak... Ia es una mentira, una ladrona y abominación del Creador...
-¿Qué? ¿Lo dices ahora que nos han dejado en medio del paraíso para desintegrarnos?
Sobresalto al oírlo.
-¿Fuera?
-Es raro pero... Te he notado muy sólida.
-He resucitado, estoy viva, tenemos que irnos a la Tierra.
Puse los brazos sobre las barras y destrocé la cárcel dejando el camino despejado.
-Se olvidaron de que era una diosa y puedo recuperarme ahora que ya no soy un alma -extendí las alas y abrí un portal-. Qué bien es estar vivo... Te explicaré el plan, ¿entendido? Yo estaré ausente mientras tú ayudas a Darkia. No sé cuánto podrás estar allí, veremos si no te deshaces. Ellos tienen presa a la verdadera diosa del destino, usarán su poder para hacer que Darkia fracase y muera. Hasta que eso pase, buscaré a quién han hecho alianza para detenerle.
-¿Estarás bien? Lo mío es fácil y no quiero encontrarme con Sublatti.
-Me lo imaginaba -busqué de mi bolsilllo una piedra morada y se la lancé-. Usa esto. Te llevará a un lugar seguro, nos veremos a donde te lleve cuando le des utilidad.
-Es un poco oscura. ¿Magia negra? ¿Lleva al infierno?
-Sí, allí estará mi Maestro, ve en mi nombre y espera a mi llegada. Estás muerto, no pasará nada. Ve tú primero -susurré su destino y apareció el lugar indicado.
-Bueno... Nos vemos entonces. Una pregunta -se detuvo al atravesar el portal-. ¿Tú tampoco irás a verle?
No contesté. Se cerró la puerta y me di la vuelta.
-Sabía que estabas aquí oculta, "Darkia", o mejor dicho, Diana.
-Mierda, me has descubierto -apareció una niebla negra dando forma a quién ya me enfrenté una vez-. Esa estúpida de Uzziel... Nos ha arruinado lo planeado.
Invoqué mis dos espadas dispuesta a luchar.
-¿Quieres enfrentarte a mí? No me hagas reír, yo no repito las cosas dos veces.
-¿No? Pues entonces...
Esa habilidad de las espadas que usó una vez no le pertenecían, era mía. Multipliqué mis armas de dos a un millón.
-Te detendré, no pasarás de aquí.
Todas ellas cayeron a la vez, aunque las esquivó.
-Un truco barato...
-Eso no es, tengo más de lo que aparento -le miré y su cuerpo se detuvo como si estuviese petrificada-. He estado viviendo en el infierno y aprendí la magia negra, incluyendo alterar el tiempo-espacio. Hace tiempo que no hacía tal cosa. ¿Una lástima, no? Creerte más poderosa que yo... Soy una diosa, a diferencia de ti. No te destrozaré, primero recuperaré a mi mejor amigo y liberaré a Uzziel.
Ella no podía moverse y veía que me escuchaba.
-Lamentaréis haber hecho daño a mis amigos y a mi otra mitad.
Reí a carcajadas sin parar de burlarme.
-Te liberaré, cuando ella me llame, aunque... -di un chaquido posibilitando el movimiento de los labios de mi prisionera-. Ya puedes hablar.
-Ia decidió su destino, se mataría por alguien al llegar al cielo. Satanás dejó a un monstruo en la puerta para que nadie accediese al Creador, y Darkia intentará que le haga pasar, muriendo en el intento. En el momento de su muerte iría a por su alma perdida y cont...
-Ya basta -repetí el gesto, callándole-, con eso vale. Se os acabó el chollo. Yandak le ayudará hasta que ocurra. No quedará mucho y yo notaré su llamada como ya hizo una vez -observé a mi enemiga con desprecio-. Cuando les veas de nuevo, diles: "Lelahel os destrozará".
Me senté en el suelo esperando el día. Veía la desesperación en sus ojos, la habían fastidiado. Eso había sido inesperado.¿Faltaban días, semanas tal vez? Gracias a recuperar mi cuerpo, mi divinidad había regresado y ya nadie podía pararme. Debo hacerlo, por Satan, Sublatti y esa niña. No sé de qué le conocía y me daba la sensación de tristeza al pensar en ella, en Paradise, quién había partido mi alma y torturado. ¿Por mi bien?
ESTÁS LEYENDO
Dishonored Angel(#0.2)[SIN EDITAR]
FantasyJusto antes de la primera guerra de la creación, demonios y ángeles vivieron una buena temporada en armonía, hasta la aparición de un nuevo ser en la entrada del cielo con el objetivo de ir al infierno para encontrar su hogar: el paraíso. Intentando...