Clara: Bien querida, sientete como en tu casa. -dijo abriendo la puerta.
Entré lentamente, mientras mis ojos capturaban cada parte de aquél lindo lugar, completamente diferente de el desorden que es mi casa. Aquí todo parece en orden, milimetricamente acomodado, hasta las flores hacen parte de la decoración de la sala.
Chris: ¡Ven a mi cuarto!. -Dijo tomándome de la mano.
-¿Puedo?. -Le pregunté a Clara.
Clara: La casa es tuya mi vida. -sonreí
Le sonreí agradecida y me dejé llevar por aquel niño extremadamente lindo, que me llevaba escaleras arriba. Taylor venía atrás, riendo.
Taylor: Chris estaba ansioso con esa historia de que tendría una nueva hermana. -dijo sonriendo.- hace días que sólo habla de eso.
-Yo también estaba muy emocionada de venir. -le sonreí.
Entramos en un cuarto de los sueños de cualquier niño, todo tipo de juguete existe en este lugar, Chris me mostraba todo, como se yo no me fuera a quedar hoy aquí, de una forma imprudente y precipitada. Cuando él se distrajo con un carrito, Taylor me llevó fuera d la habitación.
Taylor: me puedes agradecer después. -me dijo riendo, refiriéndose al hecho de haberme sacado de aquel lugar.- te encuentro muy llena de coraje por el hecho de venir sola a otro país.
-Ah, ya estoy acostumbrado con eso, mi hermana es igual a él, solo que es niña. -dije riendo.- fue una idea muy loca la que tuve.
Taylor: ¿Tienes hermanos? -preguntó sorprendida, creo que no mencioné eso.
-Tengo una hermana, Sofía. -le sonreí- ella tiene la edad de Chris.
Taylor: Ah, que bien!. -sonrió- debe ser algo extraño para ti tener que hablar otro idioma.
-Al inicio va a ser un poco complicado, porque tengo que hablar todo el tiempo y no estoy acostumbrada. Pero con la practica creo que pronto estaré sintiéndome en casa, literalmente.
Taylor: Haré lo posible para que así sea. -le sonreí, ya adorando esta nueva "hermana".
Taylor me mostró el resto de la casa, después volvimos a la sala en donde conversé un poco más con todos.
-¿Será que puedo llamar a mi mamá?. -pregunté sin vergüenza.- sólo para avisar que llegué bien.
Clara: Claro que si. -me entregó el teléfono.- ¿Sabes como llamar? -asentí.
- Muchas gracias. -dije, colocando el teléfono en mi oreja.- ¿Bueno?... -mis ojos se llenaron de lágrimas al escuchar la voz de mi mamá.- Está todo bien mamá, amo a todo el mundo aquí. -sonreí, sintiéndome mejor al estar hablando español nuevamente. Dejé una lágrima caer.- Yo también ya los extraño mucho. Dale un beso a Sofi y dile a papá que le escribiré un email pronto, no quiero gastar mucho en teléfono. -mordí mi labio inferior.- Yo también te amo mamá. Besos. -corté la llamada, aún llorando. Taylor vino a abrazarme.
Me di cuenta de que todos estaban sin ninguna reacción, me vi obligada a dejar de llorar y sólo sonreí.
-Disculpen por eso.
Clara: ¡Oh, mi amor, no necesitas disculparte!. -sonreí.- siempre que necesites de un abrazo puedes contar con cualquiera de nosotros.
Asentí y agradecí, no quedamos conversando sobre algunas cosas mientras cenábamos. A media noche Taylor y yo ya estábamos acostadas en su habitación, cuando de pronto escuchamos una discusión que venía de la sala.
Clara: Yo sólo te pedí una cosa Lauren, una sóla cosa y no lo cumpliste. -dijo con una voz algo triste.
Lauren: No comiences, no estoy con ánimo para escuchar sermones.
Clara: Quédate quieta. -le ordenó furiosa.- Yo te avisé toda la semana que no podías salir hoy. -casi gritando.- Sabías que iríamos a buscar a Camila.
Lauren: Está bien, está bien, ya fue. -dijo, sin mucha importancia.
Clara: Tienes un fuerte olor a cigarro Lauren. -Dijo casi a punto de llorar.- Yo te pedí tanto que ya dejes esas cosas, pero es claro que no me escuchas, la mayor prueba la compruebo hoy, te exigí una cosa y no lo hiciste y no fue algo imposible, sólo quería que nos acompañaras al aeropuerto.
Lauren: AQUÍ VAS. -gritó.- No estoy para la mexicana, tengo una vida antes que importarme en ir a buscarla a ella. ¿Te puedes calmar?. -dijo algo severa, dejándome asustada.- Y no comiences con el drama por causa de eso o del cigarro o de lo que sea.
Clara: No puedo creerlo Lauren. Te voy a dar un aviso, si llegas a tratarla mal, nuestra conversación será otra.
Entonces, todo lo que se escuchaban eran pasos fuertes subiendo las escaleras y una puerta cerrándose.
Taylor: Siempre es lo mismo. -murmuró en un suspiro.- Disculpa por eso, Lauren es una imbécil.
- ¿Tu hermana?
Taylor: Si. -respiró profundo.- ella es una irresponsable, siempre está molesta y no respeta a nadie, ni a mis papás -tomó una pausa.- creo que está metida en algo mucho peor que el cigarro o la bebida.
Me quedé impactada, con una familia tan simpática, todos tan dulces, como ella puede ser tan "rebelde"?.
-Creo que ella está asi por mi culpa. -suspiré.- porque le prohibieron salir.
Taylor: No es por eso, Lauren siempre hace una escena de esas, todas las noches es por algo nuevo. Y los castigos son en vano, siempre hace lo mismo. -se quedó callada por un tiempo, pero continuó- ignora esas cosas, peleas entre ella y mis padres son muy constantes.
Después de todo eso el silencio volvió a reinar en la casa, me quedé pensativa por un momento. Confieso que tengo un poco de miedo de esa tal Lauren. Luego acabé durmiéndome sin darme cuenta.
