Capitulo 103

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*POV Camila

Lauren: enana. -se burló, alzándome y dejándome sobre sus pies.-

Mi cuerpo se erizó al sentir sus labios tocar los míos suavemente, ya hacía un buen tiempo que no la besaba y cada parte de mi sentía falta de su sabor. Prendí mis brazos en torno a su cuello, comenzando, lentamente, a mover mis labios con los de ella.

El anhelo transbordó en mi de una forma incontrolable, entonces estuve segura de que no podré estar en México sin ella. Y en cuestión de segundos arruiné todo el momento con lagrimas que bajaban por mi rostro. Solamente al pensar en no verla nunca más. Lauren las sintió y se alejó, pasó su mano delicadamente por mi mejilla.

Lauren: qué pasó? -preguntó con la voz tierna y preocupada.-

No lloraba de una forma exagerada, las lagrimas simplemente caían.

-me abrazas, por favor? -pedí. Ella lo hizo, al instante, acogiéndome.-

La abracé fuerte, demostrándole que no quiero que me suelte. No quiero que me suelte nunca.

Las lagrimas caían silenciosamente, ningún ruido se escuchaba en el cuarto. Cerré los ojos con fuerza, abrazándola aún más. Sintiendo su calor. Su perfume. Sus brazos. Todo lo que no tendría en un cuanto tiempo. Mi cuerpo se estremeció al pensar en eso. Sabía que tenía que darle una explicación a Lauren, pero no tenía ninguna. Me alejé un poco y la miré, en sus ojos había una combinación de preocupación y confusión.

-discúlpame por eso... -hablé bajo, secando su rostro.- ...algunos malos pensamientos invadieron mi cabeza.

Lauren: quieres contarme cuáles fueron? -tocó mi rostro, ayudándome a alejar las lagrimas.-

-era sobre México. -sentí el impacto atravesar su rostro.- hoy, no sé si sea capaz de estar lejos de... -me detuve, con miedo de su reacción.-

Lauren: de...? -insistió para que siguiera.-

-...de ti. -completé, un poco bajo.-

El silencio reinó, dejándome con el miedo de haber hecho algo mal. No me atreví a levantar la cabeza.

Lauren: yo vengo pensando mucho en eso... -habló, por fin.- ...en como será después. -suspiró.- y no logro descubrirlo. -la miré.- sólo sé que sin ti no da. Nada. -sus ojos brillaban, con las lagrimas que los cubrían.- al final esto puede no sonar bien, pero sin ti mi cuento de hadas no tiene sentido. -sonreí, un poco.- no existe "príncipe" sin princesa. -hizo las comillas al pronunciar la palabra.-

*POV Lauren

Sé lo que ella está sintiendo, como puede estar apretado su pecho, la agonía y el nerviosismo al pensar en qué será del futuro, pero, teniéndola tan cerca, una parte de mi se niega al pensar que un día esto va a acabar. La tomé nuevamente en mis brazos, recostando mi cabeza en su hombro, dejando su perfume embriagarme y hacerme perder los sentidos. Entonces, en ese preciso momento, comprendí que necesito eso mucho más que cualquier tipo de droga. Algo por lo cual lucharía hasta el final de mis días para no estar lejos. Y lo peor de todo, algo que estoy destinada a perder. Entonces, antes de darme cuenta, ya estaba con los ojos cubiertos por lagrimas. De alguna forma ella se enteró y se alejó nuevamente, sujetando mi rostro entre sus manos, el acto solo sirvió para que las lagrimas comenzaran a caer, terminando con mi control. Puse mi mano sobre la de ella, cerrando los ojos e intentando acabar con el llanto. Es increíble pero ella trae todos los sentimientos que hace tanto tiempo no tenía.

-necesitas descansar. -pude hablar, finalmente.- tendrás un día agotador. -cambié el rumbo del asunto.-

Camila: te necesito. -repitió, seria.- para siempre.

La miré, sorprendida por un determinado tiempo. Entonces pude conseguir fuerzas para sonreír. Toqué su rostro, acariciándolo levemente.

-y yo voy a estar contigo siempre. -garanticé.- aquí adentro... -coloqué mi mano sobre su corazón.- pero ahora tienes que dormir, mañana es tu día para brillar.

*POV Camila

Por fin terminamos durmiéndonos, la noche pareció pasar muy rápida y el día comenzó agitado.

Taylor: ok Camila, salón a las tres... -anunció, mientras yo acomodaba la cama.-

-estaré allá. -le sonreí y continué acomodando mientras silbaba.-

Taylor: uy, qué es todo ese buen humor? -se tiró en la cama. En mi cama, la misma que estoy acomodando.-

-es bien pasajero, así que fuera de mi cama. -bromeé, mirándola.- guisante. -me burlé, por el hecho de ella estar toda verde.-

Taylor: guisante? -repitió, sin creerlo.- acaso tengo cara de guisante? -comencé a reír alto.- toda esa alegría tuya tiene nombre y apellido, no? -me vio.- y de casualidad el apellido es el mismo que el mío?

-tal vez si... -la vi.- ...tal vez no. -dije enigmática.- jamás lo sabrás.

Taylor: eres muy mala. -se levantó, riendo.- tampoco te contaré que Drew me dio un anillo. -se cruzó de brazos, arqueé una ceja.- ah, mierda, ya te dije.

Tuve que reír nuevamente, Taylor es un calmante natural, por conseguir distraerme.

Eso debe venir de familia.

Durante el día no vi a Lauren, creo que no estaba en casa y eso me preocupaba un poco. Me paseé de un lado al otro con Taylor y Clara atrás, como dos sombras. Cerca de la hora del musical mi estomagó gruñó y sentí que iba a desmayarme en cualquier momento. Arriba del escenario, espié entre las cortinas aún cerradas hacia el público. Y el lugar en el que Lauren debía estar.

Vacío.



The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora