Capitulo 116

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*POV Lauren

Tragué seco. Es difícil afirmar algo así, aunque ella y yo lo quisiéramos, la distancia es grande y no podemos ignorarla. Los pasajes son costosos para que mis papás los paguen, aun más por el hecho de que no soy la única hija. Y probablemente me demoraría hasta conseguir todo el dinero trabajando.

Sin embargo, ante aquellos ojos marrones, asustados y con miedo, no podría decirle que no. Así tuviera que pasar veinticuatro horas al día, siete días a la semana matándome para conseguir el pasaje, lo haría.

Sólo para ver esos ojos otra vez.

-te prometo que moveré cielo y tierra para ir... -lo dejé así, acariciando su mano.

Camila: ...pero? -me vio.

-tal vez tarde un poco. -tal vez un poco más que un poco. Suspiré.

Camila: tal vez no se pueda. -miró nuestras manos, mordiendo sus labios. Cuando me volvió a ver el brillo intenso de sus ojos había muerto.- siempre supimos que no sería fácil. -se quedó en silencio durante unos segundos.- primero nos engañamos para que no pueda herirnos...

-hey... -toqué su barbilla, haciéndole verme.- ...yo iré tras de ti, ya te prometí eso, no? -ella asintió.- aunque pueda tardar algún tiempo iré a México. -acaricié su mejilla.- después de todo, necesito comprobar si hice todo bien aquella noche. -le guiñé, sonriendo. Ella hizo lo mismo.

Pero sabía que aquel gesto entre sus cejas todavía mostraba que no estaba completamente convencida.

La noche fue larga, si dormí media hora fue mucho. El dolor en mi estomago no me abandonaba, no tengo ni la menor idea de qué es lo que me espera en el centro de rehabilitación.

Sin embargo eso no sería lo suficiente para mantenerme despierta. Hay algo más. Claro.

Camila.

La cusa de mi lucha por dormir. No quería perder tiempo, quería verla y poder grabar el máximo de los detalles posibles, para tenerlos frescos en mi memoria en un intento desesperado de soportar el tiempo que estaré internada.

Amaneció, froté mis ojos y me levanté, vigorosamente para que la niña dormida en mis brazos no se despertara. Vi alrededor, vi por la ventana, vi el cielo.

Suspiré.

Sentí que me abrazaron desde atrás, sonreí, Camila recostó su cabeza en mi espalda, hasta que me volví hacia ella.

-buen día, pequeña. -besé su frente, envolviendo mis brazos en torno a su cintura.

Camila: buen día. -sonrió, con cara de sueño.- estás bien? -asentí.- tranquila?

-más o menos. -dije sincera.- tengo miedo. -admití, por fin.

Camila: estaré contigo, está bien? -tocó mi rostro.- independiente de cualquier cosa lo estaré. -asentí.- espera un segundo.

Dicho eso se libró de mis brazos y salió de la habitación. Regresó unos minutos después.

Camila: aquí está. -se sentó a mi lado en la cama.- lo traje desde México para distribuirlo entre ustedes, pero nunca te lo di. -sonrió. Y me mostró una pulsera. O una cinta de colores. No sé.- la amarraré en tu muñeca, para que me lleves contigo. -avisó.- pide tres deseos... -pidió.

-no tengo nada que pedir. -la vi.- tengo todo lo que necesito aquí mismo.

*POV Camila

El momento que siguió un tiempo después fue doloroso. Mucho.

Lauren dejó la maleta que sujetaba junto a la puerta, seguidamente se volvió para ver a Taylor, quien sujetaba a Chris en sus brazos y Drew a su lado. Mientras sus papás veían la escena desde lejos, con los ojos bañados por lagrimas.

Lauren: discúlpame por todo, pequeña. -le habló a su hermana, quien ya lloraba.- eres mi mayor tesoro, no te olvides de eso. -tocó su rostro, secando sus lagrimas.- sabes que te amo mucho. -ella asintió y Lauren besó su frente, sujetando las lagrimas.- hey amigo, cuídala. -se dirigió a Drew, sonriendo un poco.- gracias por todo. Me creía buena, pero la realidad es que tú lo eres. -se encogió de hombros y lo abrazó. Luego se volvió hacia Chris.- eres el hombre de la casa junto a papá, eh? -sonrió.- cuídate niño. -desordenó el cabello de su hermano, quien no entendía lo que pasaba.

Entonces me vio. Y sonrió, caminando hacia donde yo estaba.

Lauren: no te voy a decir adiós... -dijo firme, pero su voz temblaba.- ...no te lo puedo decir. -respiró hondo. Hice lo mismo.- quiero que aproveches tus últimos meses por aquí y que tengas en cuenta, que sin importar en donde estés, estaré pensando en ti. -mordí mis labios, con un nudo formándose en mi garganta.

Ella sujetó mi rostro y dejó un beso rápido en mi frente.

Se mantuvo con los ojos cerrados por un tiempo, como si tomara coraje para seguir.

Lauren: de todos los miedos que tengo, el mayor es, con completa seguridad, el no verte otra vez. -susurró, viéndome.- no puedo seguir sin ti. -una pequeña lagrima bajó por mi rostro.- así que, hasta luego mi amor.

Y se alejó.

Tomó su maleta, dio un ultimo vistazo a su alrededor y siguió a sus papás hacia afuera. Cuando perdí el auto de vista, colapsé.

The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora