Capitulo 104

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*POV Camila

En medio del último suspiro antes de salir regresé a donde estaban mis amigos. Harry tocó mi hombro, aun así sin saber el motivo del por qué estoy sin mucho animo, él sabe que algo pasa. Le di una pequeña sonrisa y fui a verme nuevamente al espejo, a pesar de que me sentía triste, sé que no es momento para ser débil.

Harry: sabes qué veo en ese espejo? -preguntó, acercándose a mi lado.-

-el reflejo de una típica chica desilusionada? -respondí, aun mirándome.-

Harry: veo a una guerrera. -ignoró lo que dije.- una chica que vino de intercambio llena de luz y que consiguió el papel principal en un musical fuera de su país. -sonreí.- y que va a arrasar en aquel escenario esta noche.

No pude dejar de sonreír y darle un fuerte abrazo. Que luego se formo en uno grupal cuando Carol y Simone se unieron a nosotros.

Carolina: no sé el motivo de tanto amor, pero odio quedar fuera. -comentó, cuando nos alejábamos.- todo está bien?

-si. -sonreí.- ahora sí. -completé, mirando a Harry quien me guiñó.-

Nos colocamos en escena como quien se alista para una guerra. Serios, concentrados y llenos de expectativas. E íbamos con todo. Dejé atrás la tristeza y me enfoqué en ese momento único y mágico.

Simone: mucha mierda. -susurró a mi lado, haciéndome sonreír.-

Entonces las cortinas rojas se abrieron, las personas aplaudían, sentí que me iba a desmayar de los nervios, pero levanté la cabeza, confiada.

La presentación fue un éxito, a pesar de alguna que otra falla que solo nosotros que estábamos sobre el escenario percibimos. Me hice una cola de caballo en mi cabello y me fui a encontrar con "mi familia". Cuando caminaba hacia ellos sentí que me abrazaron desde atrás, creí que era Harry con alguna de sus bromas, pero en cuanto me volví me encontré con aquel par de ojos verdosos.

-viniste!!! -exclamé, con mis ojos brillando.-

Lauren: pero es claro que vine. Y estuviste maravillosa, atrajiste el brillo de todo el mundo. -exageró, sonriendo.-

-no te vi en la platea. -acusé.-

Lauren: droga, me descubriste. -la miré, esperando una explicación.- llegué tarde, pero te prometo que cuando entré ustedes apenas habían comenzado. -se defendió.-

-te quedaste presa en el tráfico?

Lauren: no, me quedé presa en esto. -sacó una tarjeta de una ramo de rosas que hasta entonces no le había prestado atención, y me lo mostró.- pero de preferencia, quiero que lo leas lejos de mi.- la vi, curiosa.- ah, son para ti. -me entregó las rosas.-

-ok, quédate aquí que voy allá del otro lado a leer. -cuando me iba a ir ella me tomó de la mano.-

Lauren: así no. Tramposa. -apretó mi nariz, riendo.- más tarde.

-pero... -intenté, ella no abrió su mano.- ...mierda.

Taylor: antes no quería interrumpir, pero ya basta. -llegó hablando.- puedes darme un autógrafo? -me mostró una hoja de papel y un bolígrafo.- quiero ser la primera en tenerlo. -sonreí, la abracé fuerte, riendo.- felicidades hermana cuñada. -bromeó.- estuviste perfecta.

Agradecí y en el momento siguiente Clara, Michael y Chris vinieron a abrazarme también. Salimos de ahí y fuimos a cenar a un restaurante para celebrar.

Cerca de la media noche, cuando llegamos a casa, finalmente tomé la carta que Lauren colocó junto a las rosas. La curiosidad me mató toda la noche y no sé como aún no enloquecí. Mis dedos ya temblando sujetaron el pequeño papel del cual ella hizo tanto misterio. No estoy segura si quiero saber lo que dice en el. Respiré hondo y lo abrí.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, no me tardé más de tres segundos para descubrir lo que ella hizo. En ese momento Taylor salió del baño, secando su rostro mojado con el fin de quitar el maquillaje.

Taylor: qué pasó? -se acercó, sentándose a mi lado y espiando la nota.- qué te escribió?

-ella escribió el final de mi canción. -murmuré, trastornada.-

Ni yo me acordaba de esto y ella lo hizo. Y más que eso, la terminó. Mi primer canción ahora eranuestra. En todos los sentidos posibles que esa palabra pueda tener. No tenía palabras para ir y agradecerle. Poco después de la sorpresa inicial, me detuve para tratar de interpretar las palabras. La única que conseguí fácilmente fue distancia.

Cuando el shock del principio había pasado las palabras que ella colocó en la letra de la canción eran tan obvias que no necesité de mucho esfuerzo para entender. Todo gira en torno al mismo problema...

Creo que sólo hay una circunstancia para que ella se refiera, además de la distancia, que son las drogas. Y toda la batalla en contra que aún no consigue vencer. Y el resto, como ya lo había descubierto, por motivo del hecho que regresaré a México y que ninguna de las dos sabe lo que nos espera en el futuro, porque aunque ella y yo queramos, cambiar eso no será fácil. No hay maneras, alguna de las dos tendría que alejarse de su familia, amigos, de su vida...

Eso si fuéramos novias o algo así. Pero, tal vez, seamos solamente el algo así.

Me levanté y me dirigí hacia la puerta, cuando estaba cerca Taylor habló.

Taylor: si duermes allá puedo tomar tu almohada? -jugó.-

Le saqué la lengua y salí. Entré al cuarto de Lauren sin esperar una invitación para hacerlo, ella estaba acostada, con sus audífonos puestos, sus ojos cerrados. Limpié la garganta una vez para ver si era notada, pero ella no escuchó. Me acerqué más y moví su hombro, en el mismo momento ella me miró, un poco asustada. Se quitó los audífonos y se sentó.

Lauren: hey... -dijo, mientras se sentaba.-

-te perdono por haberte perdido el inicio de mi musical.- hablé seria.-

Lauren: vaya, y yo pensando que ya había sido perdonada. -bromeó.-

-no fue hasta ahora... -afirmé.- ...sólo después de haber hecho la cosa más bonita que alguien hizo por mi. -sonreí.-

Lauren: ah... lo leíste. -dijo sin reacción.-

-si, leí, y de verdad, no tienes idea como acertaste esta vez. -la miré.- terminar esa canción era una de las cosas en mi lista de cien cosas que hacer antes de morir. -jugué.-

Lauren: wow, ahora sólo tienes que preocuparte con noventa y nueve. -sonrió.-

*POV Lauren

No importa cuanto estaba cansada o desanimada, o hasta necesitando de algún químico para consumir, siempre que Camila llega se anota en mi lista de prioridades y se posiciona en la primera. Y única. Consiguiendo hacerme sonreír constantemente, cosa que ya me había desacostumbrado de hacer.

Camila: hm, noventa y siete para ser exacta. -me corrigió, después de una pausa.-

-cuáles son las otras cosas que ya realizaste? -pregunté, curiosa.-

Camila: hacer el intercambio... -sonrió, viéndome.- ...y la otra no te la puedo contar.

-ah, me vas a dejar con la curiosidad? -me crucé de brazos, ella asintió.- droga. -reclamé.-

Camila: tal vez un día te cuente. -jugó, tirando su cabello hacia atrás.- en fin, yo solo vine para agradecerte.

-y solo sabes agradecer con palabras? -arqueé una ceja.-

Camila: a dónde quieres llegar? -dijo desconfiada.-

-a tus labios. -fui directa. Ella me vio sorprendida y un tanto tímida. Me acerqué más a ella, tocando su mejilla y acariciándola levemente.- esta vez sin pensar en cosas que puedan arruinarlo. -murmuré, recordando la última vez que la besé.-

Toqué sus labios con los míos, dejando su dulce sabor apoderarse de mi boca, la de ella, carnuda, me daban las ganas de morderla, pero las ganas de besarla por un buen tiempo eran mayor que eso. Y que cualquier otra cosa.

Con cada toque descubro algo nuevo, un sentimiento nuevo, cosas que no sentí antes, pequeños detalles. El beso bonito, que nunca más pude olvidarla decir. Las comparaciones son inevitables, ya tuve un gran número de mujeres a mi lado y es increíble como ni todas juntas pueden atraerme más que Camila.

The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora