-¿Necesitas algo? -pregunté, guardando mi notebook en la mochila.
Lauren: ¿En dónde está Taylor?
-En el baño. -le indiqué la puerta del baño con la cabeza.
Ella suspiró y se agachó, sentándose en un costado de la puerta de la habitación, cerré los ojos y se quedó así por unos segundos, hasta que sacó algo de su bolsillo.
-¿Vas a fumar aquí? -pregunté un poco molesta.
Lauren: Si. -dijo, encendiendo su cigarro.
-A Taylor no le va a gustar eso. -le informé, aguantando la respiración para no sentir el olor.
Lauren: A mi tampoco me gusta su presencia y sin embargo tengo que vivir con ella todos los días. -se encogió de hombros- ella no se va a morir.
-No, ella te va a matar. -dije tosiendo al sentir aquel olor.
Lauren negó con la cabeza, manteniéndose callada, con su cigarro entre los dedos, desvié mi mirada, en ese momento Taylor salió del baño, saliendo solo envuelta en una toalla.
Taylor: Mierda, olvidé lleva mi ropa al baño. -se quejó y notó que Lauren estaba ahí- ¿Qué haces aquí, idiota? -la encaró, ni un poco incomoda por el hecho de estar en toalla, respiró profundo y acabó sintiendo el olor a cigarro- Sal de aquí con esa porquería. -dijo entre dientes. Lauren no se movió- ¿Estás sorda?
Fue hasta ella y le quitó el cigarro de sus dedos, apagándolo en la alfombra.
Lauren: ¿Cuál es tu problema?. -se levantó molesta.
Taylor: me pregunto lo mismo. Vete de aquí!.
Lauren: Quería saber si tú me llevaste a mi habitación ayer. -le dio una mirada fría.
Taylor: No, se dependiera de mi tú estuvieras en la calle. -respondió, empujándola hacia afuera- ahora vete. -cerró la puerta.
Taylor: Ya no aguanto eso. -se derrumbó, sentándose en el suelo recostada en la puerta.
-Las cosas van a mejorar, vas a ver. -fui hasta ella, sentándome a su lado- alguna hora ella tendrá que despertar.
Taylor: el problema es que está tardando mucho. -respiró hondo, intentando contener las lagrimas.
Entonces se levantó, yendo a vestirse, suspiré, negando con la cabeza.
-Sabes que puedes contar conmigo. -me senté en la cama a su lado, cuando ya estaba vestida- para todo.
Taylor: Es muy bueno tenerte aquí. -me miró- es bueno poder apoyarme en alguien las 24 horas del día. -sonrió- hicieron bien en mandarte aquí, ya necesitaba una hermana.
Acabé con mis ojos llenos de lagrimas, entonces la abracé, intentando darle alguna fuerza.
-No fue casualidad que me mandaron aquí. -me solté del abrazo- cosas así no son coincidencia.
Ella asintió, secando las lagrimas que se escaparon en el abrazo y sonrió.
Taylor: Deja el drama. -se levantó- después tú le vas a contar a todas las personas allá en México que soy una llorona.
-Ah, es probable que les cuente. -bromeé- como me descubriste?
Ella me pegó con la almohada, riendo.
Taylor: boba. -me sacó la lengua.
-Llorona. -reí también.
Después de ese momento de emoción, fuimos a la sala, Taylor quejándose de que tenía hambre. Para su suerte, el almuerzo ya estaba preparado.
En la tarde una amiga de Taylor llegaría de viaje y le harían una fiesta de bienvenida, aunque ella quiso llevarme, yo preferí no ir, es algo muy personal, muy de ella y sus amigas.
Me quedé en la sala, navegando en internet, cuando escuché pasos que venían hasta donde yo estaba.
Lauren: Creí que habías ido con Taylor. -dijo, sentándose a mi lado.
-No. -dije simplemente, de la misma forma en la que ella me ha hablado.
Lauren se quedó en silencio, me sentí incomoda con la situación, no logré seguir en mi notebook con ella ahí sentada, aunque no iba a entender nada de lo que escribía, ya que era en español.
-¿Quieres ver la televisión? -pregunté, solo para gastar saliva, al final si ella quisiera ya lo hubiera hecho.
Lauren: No. -me miró.
-Está bien. -asentí una vez, entonces cerré mi notebook y la coloqué a un lado, para luego levantarme.
Fue ahí que ella sujetó mi brazo.
Lauren: Tanto miedo tienes de que yo te haga algo, al punto de no poder quedarte ni dos minutos a mi lado sin huir?. -levantó su ceja, mirándome.
-No tengo miedo. -respondí firme- solo que después de ayer, en el parque, no se si quiero estar cerca de ti. -dije sincera- No quisiste caminar conmigo por el sendero. -la acusé- entonces, por qué yo me quedaría aquí? Tú nunca me has tratado bien. -dije encarándola- tienes problemas de bipolaridad?
Lauren: cielos, cuanto dolor.
Entonces me empujó de vuelta al sofá, terminé cayendo en su regazo, Lauren fue rápida y puso sus brazos en mi cintura, impidiendo que me cayera.
-Gracias. -respondí, ya levantándome.
Ella asintió, creo que estaba tan asustada como yo.
Entonces se levantó, pasando a mi lado y corriendo hacia su habitación, dejándome con la mayor cara de confusión, me senté nuevamente y cerré los ojos, apoyando mi cabeza en el sofá. Menos de diez minutos después escuché sonidos de unas llaves, abrí los ojos y vi a Lauren con un abrigo, apunto de salir.
-¿Regresarás temprano?. -pregunté, ella detuvo su mano en la cerradura de la puerta- ... solo quiero avisarle a tu mamá.
Lauren: No lo sé. -abrió la puerta.
-Después no entiendes por qué no me quedo mucho tiempo a tu lado. -negué con la cabeza.
Ella me ignoró y solo salió, cerrando fuerte la puerta, como si así pudiera ignorar lo que le dije.