*POV Camila
Lauren quería un motivo para pelear, no tengo idea por qué, pero cualquier cosa que yo hablara ella lo usaría para conseguir eso. Intenté mantener una expresión tranquila, sin embargo me estaba matando por dentro tener que ser tan insensible. Tener que llevar eso con todo. No daba más usar mascaras, tengo que salir de aquí teniendo por lo menos la certeza de que ella sabe lo que hace. Porque yo, sinceramente, no lo sé.
Lauren: discúlpame, solo quería huir de eso. -suspiró fuertemente.- no me gusta el no tener control de la situación. -hizo una careta.- con todo esto, qué me quieres decir exactamente?
-ya te dije lo que quería. -dejé la mascara de fuerte y dejé que las lagrimas se apoderaran de mi rostro.- tengo miedo. Miedo de no verte nunca más. -prácticamente grité.- miedo de que cuando me vaya te des cuenta de que no me amas tanto como dices. -dejé las lagrimas seguir cayendo.- miedo de que pasen años para verte otra vez, miedo de que me pase la vida sentada esperándote. -mi cuerpo entero temblaba.
Ella me tomó en sus brazos, acogiéndome y dejando que llorara escondida en su cuello. Me abrazó con fuerza, intentando mostrarme que ella estará siempre ahí. Lloré por casi veinte minutos sin parar, cuando estaba desgastada, me alejé delicadamente de ella.
Lauren: sabes, cuando dejé que la barrera que yo misma puse en mi corazón cayera y aceptar enamorarme, estuve segura de que eres la mujer de mi vida. -me vio, tierna.- te vi y algo dentro de mi me avisó que serías la madre de mis cuatro hijos. -formé una sonrisa, que pareció agradarle a Lauren.- y si el destino te hizo venir desde México para salvarme, no va a ser él quien te aleje de mi. -sujetó mi mano.- vamos a dejar que él se encargue de nosotras dos, las cosas van a encajar, aunque ahora pareciera que estamos en un túnel sin salida. -tocó mi rostro, limpiando las lagrimas.- cuando estemos lejos prométeme que siempre que tengas dudas en cuanto a mis sentimientos por ti le preguntarás a tu corazón... -dijo seria.- ...él te dará la respuesta.
-o mejor tomo el teléfono, te marco y te pregunto. -sonreí, ella hizo lo mismo.
Lauren: manda hasta señales de humo, pero nunca pienses que no te amo. -tocó mi rostro.- eres mi dueña Camila Cabello, y no te sirve luchar en contra. -jugó.
-aceptaré ese castigo. -jugué con ella, riendo.
Lauren: eso, sonríe. -tocó mis labios, marcando su contorno.
-y tú tienes que irte a la fiesta, no quiero sentirme culpable. -sequé las lagrimas, sonriendo.- anda Lauren, tus amigos te esperan.
Lauren: no quiero ir. -hizo un puchero. Riendo, besé sus labios.
-claro que irás, entre más temprano vayas, más temprano regresas. -le guiñé.
Ella asintió y se levantó, lista para abrir el ropero y cambiarse de ropa, en ese momento limpié mi garganta, llamando su atención. Me volvió a ver confundida, hasta que comprendió.
Lauren: ah... -sonrió de lado.- ...quieres que me vista en otro lugar?
-no yo... -mordí mis labios.- ...yo salgo.
Lauren: tienes vergüenza de verme? -preguntó, arrodillándose frente a mi.
-un poco. -desvié la mirada de ella.- y además siento cosas extrañas cuando te veo sin, hm... -pensé en hablar.- ...nada.
Lauren: qué tipo de cosas extrañas? -sonrió, tocando mi rostro haciéndome verla.
-no sé como explicarte porque exactamente no conozco ese tipo de sentimientos. -suspiré.- pero si te quieres ir pronto a esa fiesta es mejor que no estés frente a mi. -ella comenzó a reírse.