~Penúltimo capítulo~
*POV Camila
Me paralicé, mi corazón comenzó a latir sin ningún ritmo, no sé como pude ir hasta mi cuarto y encerrarme allá adentro. Me senté, con las piernas temblorosas antes de responder, en ingles.
-hola. -mierda, mi voz salió completamente temblando.
Lauren: feliz navidad. -su voz ronca hizo a las lagrimas inundar mis ojos.
-igual para ti. -respondí, obligándome a dejar de tartamudear.
Lauren: hm, no quieres hablar conmigo, no?
La forma como ella habló, la entonación que usó y la voz clara de quien caía en lágrimas en poco tiempo hizo a mi corazón encogerse.
-te extraño. -susurré, sin poder contenerme.
Ella se quedó en silencio por unos segundos.
Lauren: todos aquí te extrañan. -respondió.- esta casa no es la misma sin ti.
Nuevamente nos quedamos sin decir nada, cuando Lauren volvió a hablar, era obvio que lloraba.
Lauren: yo lo siento tanto... -comenzó a hablar.- ...fui una completa idiota, una débil...-mordí mis labios.- no pasa un día en el que no me odie por eso.
-regresaste al tratamiento? -pregunté, solamente para confirmar.
Lauren: sí, hace casi un mes. -respondió, sollozando.
-y ahora vas a intentar ser más fuerte?
Lauren: no lo voy a intentar, lo voy a lograr. -respondió, convencida.
-entonces puedo fingir que nada malo pasó antes de venirme. -respondí, ya que de unos días hacia acá investigué sobre los tratamientos contra las drogas y me di cuenta que fui dura con Lauren. Deshacerse de un vicio así no es tan fácil. Y no puedo pedir que ella lo haga en poco tiempo. Solo estaba siendo orgullosa.
Lauren: me disculpas? -preguntó.
-te disculpo, pero que te quede claro que esta es la última vez. -sonreí.- creo que tuviste suerte al llamarme cuando el espíritu de la navidad habita por aquí. -jugué.
Lauren: te amo. -murmuró.
-yo también te amo. -respondí, sintiendo las lagrimas mojar mi rostro.
Y ella tuvo que cortar, después de todo la llamada salía cara. Sequé el rostro y regresé a la sala, con la sensación de que me quité un peso de encima.
*POV Lauren
Regresé al tratamiento después de la navidad, estuve cinco meses en la clínica, por suerte podía salir los fines de semana, pudiendo escribirle a Camila dándole noticias y saber como estaba. Yo me estaba volviendo loca al no tenerla aquí.
Camila: estoy sola hoy. -se quejó, vía skype. El único medio por el que puedo escuchar su voz sin tener que pagar.
-pero y tus papás, princesa? -pregunté.
Camila: fueron a una fiesta. -suspiró.- está haciendo frío aquí. -comentó.- estoy con la notebook, en la cama, muy tapada. -me contó.- solamente con una camiseta grande que le robé a mi papá.
-y me estás diciendo todo eso solamente para provocarme? -ella se echó a reír.- ay, Camila, ahora me quedé imaginando aquí.
Camila: bueno, no te mandé a vivir lejos. -implicó.
-no tienes idea como quiero estar contigo ahora. -suspiré.- besarte, acariciarte, morder tus labios...
Camila: basta, basta, me estás haciendo temblar. -carcajeé.
-está bien, ya paro.
Camila: ven pronto, Lauren, por favor. -su voz triste cortó mi corazón.
-conseguiré la forma mi amor, todo parece que me darán de alta pronto así que comenzaré a trabajar, para poder pagar el boleto.
Camila: solo tienes que conseguir tu pasaje, porque jamás te dejaré quedarte en un hotel, te vienes directo aquí a mi casa. -sonreí.
-lo voy a conseguir mi ángel, puedes estar segura.
Nos quedamos conversando un tiempo más hasta que noté que Camila venía hablando menos.
-mi amor, tienes sueño? -pregunté.
Camila: un poquito. -admitió.
-ve a dormir princesa.
Camila: no, quiero quedarme aquí hablando contigo. -dijo como una niña haciendo berrinche.
-nada de eso, necesitas descansar. -respondí.- quería mucho estar ahí para acomodarte en la cama. -suspiré.- pero, en fin, buenas noches mi ángel.
Camila: aburrida. -murmuró, haciéndome reír.- buenas noches arruina placeres. Te amo.
-te amo más.
Apagué el computar y me fui a acostar, con la voz de Camila en mis oídos y con la esperanza de poder tenerla luego nuevamente en mis brazos.