*POV Camila
Más tarde, un poco después del almuerzo, estaba sentada sobre la cama, son un abrigo y mi cabello amarrado un poco despeinado, escribiendo en un diario de viaje, cuando escuché dos golpes en la puerta abierta, levanté la mirada y me encontré con Lauren.
-...hola? -dejé de escribir-
Lauren: puedo preguntarte una cosa?
-claro. -cerré mi notebook, colocándola al lado- entra, la casa es tuya.
Ella entró y se sentó frente a mi, sobre la cama.
Lauren: me quedé preguntando, porqué me ayudaste ayer?
-porque me obligaste a ir hasta donde estabas. -respondí divertida-
Lauren: perfectamente hubieras dejado que yo llamara a mis padres y me jodiera ayer mismo, pero no lo hiciste.
-sinceramente, yo no sé por qué te ayudé, algo en tu gesto de llamarlos y contarles la verdad hizo que yo quisiera hacerlo.
Lauren: tú sabias que acabaría contándoles.
-si, lo sabia. Creo que nunca te vi tan mal como ayer, desde que llegué aquí sólo te veo como inquebrantable, ayer yo vi que ahí adentro late un corazón que todavía tiene salvación. Tú necesitabas ayuda y la pediste, eso es muy bonito.
Lauren me miraba, se mantuvo callada por unos segundos, entonces supe que por lo menos logré sembrar una pequeña semilla dentro de ella y ahora solo me faltaba hacerla crecer, hasta conocer a la Lauren tan mencionada por Taylor.
*POV Lauren
Y una vez más Camila me dio mucho qué pensar. Salí del cuarto un poco atontada, la forma como ella se expresa es simple pero increíblemente. Cada frase tiene algo atrás, algo que en el fondo yo sé lo que es, solo no entiendo por qué ella se está envolviendo tanto con eso, con mis problemas.
Entré a mi cuarto y escuché mi celular sonar, corrí un poco hasta la cómoda para alcanzarlo antes que parara.
-habla ahí Keaton. -me senté en la cama, tirando lejos mis tenis-
Keaton: estás dispuesta a salir hoy? Tengo unas hiervas de primera mano aquí.
-hoy no va Keat, hice mi mayor burrada ayer. Choqué el carro.
Keaton: como si te importara. Te veo a las nueve en el club?
-ya te dije que no. La cosa fue seria esta vez.
Keaton: deja de ser aburrida, date una vuelta por allá.
-yo sé lo que te estoy diciendo, hoy no. Queda para la otra.
Keaton: jódete entonces. -cortó-
Respiré hondo, pasando las manos en mi cabello, sabiendo la gran mentira que inventé. Si yo quisiera salir, nadie me lo impediría, pero hoy, realmente no estoy con muchas ganas de hacerlo.
Me quedé en el cuarto hasta la noche, me preparé un sándwich para la cena y me quedé mirando televisión, el calor comenzó a invadir el cuarto, abrí la venta y de repente vi a alguien sentado en el jardín de la casa. No tarde ni 2 segundos para que pudiera identificarlo. Camila estaba en el patio trasero, ya oscuro, sola, sentada de indio, antes de que me diera cuenta ya estaba fuera de la casa.
-pensando en la vida? -pregunté, sentándome a su lado-
Camila: tal vez. -volvió su rostro, mirándome- sólo estaba viendo las estrellas. -sonrió, regresando su mirada al cielo-
-las estrellas?
Camila: esas mismas. Me vas a decir que no son las cosas más perfectas sobre la faz de la tierra?