*POV Camila
-cómo te sientes? -pregunté, con la voz lo más calmada posible.-
Lauren: cómo tú te sientes? -regresó la pregunta.
Suspiré y me levanté, para poder hablarle de frente.
-cómo crees que me siento? -mi corazón se apretó al hablar así, aun más cuando sus ojos están tan llenos de dolor.
Lauren: yo... -murmuró, sin saber qué decir.- ...disculpa. -susurró.
-pídete disculpas a ti misma. -dije práctica.- cuando tu conciencia te perdone, todo estará bien.
Ella terminó de bajar y se acercó en pasos lentos.
Lauren: no tienes idea como me dolió eso. -dijo con voz débil.
-creo en ti. -dije sincera.- ahora me respondes algo? -ella asintió.- qué te dio ayer? Porqué tiraste todo?
Lauren: no sé como explicarte. -negó con la cabeza.- hasta hace poco descubrí que usé drogas. -se encogió de hombros.- simplemente no recuerdo.
-y qué pretendes hacer ahora? -pregunté, aun calmada.- porque yo no me voy a quedar aquí para verte morir.
Acabé hablando, con los ojos llenos de lagrimas y el corazón en migajas. Cuando iba a pasar por ella, Lauren me llevó a sus brazos, acogiéndome en un abrazo, que sirvió para que las lagrimas rodaran.
*POV Lauren
Un torbellino de sentimientos me pegó cuando ella terminó de hablar. El dolor en su voz, los ojos opacos, sin reacción, sin vida y las palabras duras cargadas de dolor me hicieron no poder resistir al impulso de abrazarla. Aunque sé que eso no cambiará nada. Sé que ella está llorando y justamente por eso no tengo el coraje de soltarla y verla mal con esto. Por mi culpa. Y lo peor es que nada de lo que diga podrá confortarla ahora.
Un tiempo después Camila se alejó de mi, sus ojos hinchados por causa del llanto, el café mezclado con el rojo. Ella llevó la mano hasta su rostro y secó lo que pudo.
-te prometo que... -ella me interrumpió.
Camila: no termines la frase. -dijo entre dientes.- si me tienes alguna consideración no me prometas nada más. -me vio, seria.- sólo hazlo. Hazlo por tus papás, por tus hermanos, hazlo por Drew... -citó.- ...hazlo por ti.
Asentí lentamente, dejándola salir de la sala, en el momento exacto en el que mi mamá llegaba.
Clara: cómo estás hija? -preguntó, tocando mi rostro.
-mal... -respondí, viendo las escaleras que Camila acaba de subir.- ...muy mal.
*POV Camila
Me senté en la cama sintiendo como si tuviera un piano sobre mi cabeza, mi cuerpo entero estaba tenso y pesado. Me tiré hacia atrás dejando la espalda chocar contra el colchón suave, cerré los ojos y esperé que el mundo volviera a tener algún sentido. Todo lo que está pasando aquí es mucho para mi, la falta de mi familia viene haciéndose presente más seguido, la agonía de ver a Lauren terminar con su vida y no poder arrancar lo que le está haciendo mal está a punto de dejarme loca y aún, para empeorar, está el maldito amor. El deseo de estar con alguien que muchas veces no hace nada para demostrarme que por lo menos siente alguna consideración por mi. Y todavía está toda la distancia que nos va a separar.
Y todo lo que yo quería era hacer un intercambio tranquilo, conocer personas, aprender cosas nuevas...
Escuché dos golpes a la puerta, me senté y vi a Taylor ahí de pie.
-porqué golpeas? -pregunté.- el cuarto es tuyo. -sonreí.
Taylor: y tuyo también. -completó.- creí que tal vez querías estar sola, por eso golpeé antes.
-no seas boba, pasa. -sonreí, ella lo hizo, sentándose a mi lado.
Taylor: quieres ir al cine conmigo y con Drew? -preguntó
-y quedarme velándolos!? -negué con la cabeza.- no, gracias. -dije sonriendo.
Taylor: no estarás velándonos. -rodó los ojos.- te dejo sentarte entre nosotros dos.
Sácame de aquí, llévame lejos de Lauren. Y, claramente, distraerme.
Taylor: no quiero verte mal. -admitió.- creí que, tal vez, sería bueno para ti entretenerte un poco.
-te prometo que estaré bien. -sonreí.- ve allá y come muchas palomitas por mi.
Ella asintió, un poco preocupada, pero terminó sonriendo.
*POV Lauren
No me estaba gustando mucho el rumbo que estaba tomando la conversación que estaba sosteniendo con mis padres. Las cosas comenzaron leves, inocentes podría decir, pero ellos fueron aumentando la porción grandemente y algo en sus ojos gritaba peligro en mi mente.
Michael: ...y estamos realmente preocupados por ti. -su discurso iba y venía, pero siempre llegaba a esa frase.- qué crees que será lo mejor para solucionar esta situación? -encogí los ojos, sin saber qué responder.- por eso nosotros tomamos una decisión por ti. -me vio, firme.- créeme hija, esto nos dolerá mucho a todos, pero las cosas están difíciles, tú sabes eso... -mi estomagó se revolvió.- así que tendremos que internarte. -dijo por fin.
Di un salto del sofá.
-ustedes van A QUÉ? -grité al final de la frase.- se están volviendo locos? -miré de mi papá a mi mamá, quién veía el suelo.- no quiero que me internen!
Michael: aquí nadie te está preguntando nada. -se levantó.- te estamos comunicando.
-no pueden hacerme esto. -negué con la cabeza.- es deshumano.
Michael: discúlpame, pero si es deshumano el salvar a mi hija, entonces lo seré. -negué con la cabeza, con una sonrisa irónica en los labios. En desacuerdo.- no voy a quedarme viendo como mi hija se mata frente a mis ojos y no hacer nada. -dijo serio.
-prefiero morir que quedarme internada en una clínica de rehabilitación. -escupí las palabras. Golpeando la puerta al salir de casa.