Capitulo 58

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*POV Lauren

Gracias a Dios me dieron la salida del hospital al día siguiente, pero en casa me daban tanta tención que imploraba por momentos sola. Me daba vuelta y tenía a alguien a mi lado para ayudarme o simplemente preguntar si estaba bien. La única que no llegó muy cerca era quien yo más quería. Con tanto entrar y salir del cuarto, tanta preocupación desnecesaria creo que Camila decidió mantenerse alejada. Sé que ella todavía se culpa por lo que pasó y eso me está dejando loca. Necesito de un momento a solas con ella.

-Taylor. -grité, cuando la vi pasar frente a mi habitación-

Entró viendo hasta mi.

Taylor: si? -se detuvo en frente a mi cama-

-por favor, saca a nuestros papás de la casa, no aguanto más que estén siempre alrededor mío. -pasé las manos en mi cabello- y diles que quiero que Camila se quedé conmigo.

Taylor: wow, relájate. -guiñó, sonriendo- voy a intentarlo.

Salió. Por favor, que ella no haga nada de más.

Lastima que las cosas no sean tan fácil como parecen, no es que tú quieras que tus papás sumen y ellos suman. Taylor no consiguió que salieran de casa, ambos creen que voy a tener un ataque en cualquier momento. Hice la cara de berrinche, como un bebé. Sólo tuve un poco de paz cuando pasó la media noche y fingí haberme dormido. Entonces, ellos también se fueron a dormir.

Una media hora después escuché pasos en el pasillo, cerré los en el momento, pensando que podían ser mis padres. La puerta del cuarto se abrió, luego sentí la cama hundirse a mi lado izquierdo y una mano suave tocar mi rostro. Entonces abrí los ojos.

Camila: no quería despertarte.

-no estaba durmiendo.

Estaba tan feliz de que ella estaba aquí que no cabía en mi misma.

Camila: sólo vine para ver como estabas. -contó, su mano aun acariciando mi rostro, levemente- el día se pasó muy rápido hoy.

-ni me digas. -volteé los ojos-

Viré mi rostro dando un beso en su mano, cerré los ojos y rocé mis labios en ella un tiempo, miré a Camila que estaba sonriendo.

-hey, acuéstate aquí conmigo. -golpeé mi lado de la cama- está haciendo frío como para que te quedes solo con esa pijama ahí sentada.

Camila asintió y se acostó a mi lado, con un cuidado innecesario, ya que mi brazo lastimado es el otro. Entonces abrazó mi cuerpo.

De solo sentir el calor que emana su piel, me olvidé de todos los dolores, de Keaton, del día cansado.

Sujeté su barbilla y la levanté levemente, haciéndola mirarme. Entonces, sin demoras, sellé sus labios levemente, solamente ara sentir su gusto nuevamente. Los rocé por su mejilla, nariz y regresando a sus labios, mordiéndolos.

The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora