Capitulo 50

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*POV Camila

No conseguía creer cuando escuché la voz tan familiar de Sandra, un alivio invadió mi cuerpo, algo que no puedo explicar, porque hasta hablar con ella no tenía idea cuanta falta eso me hacía. De cuanto estaba con nostalgia. Noté que colocaron el altavoz, cuando Marielle comenzó a interrumpir a Sandra.

Sandra: por Dios Camila, habla español. -dijo impaciente, solamente entonces me di cuenta que estaba hablando inglés, por puro hábito, en el momento volví a mi idioma oficial-

-disculpa, estoy muy acostumbrada con el inglés. -hablé, sin poder contener la gran sonrisa que tenía por estar hablando con mi mejor amiga-

Sandra: Marielle no está ni un poco familiarizada con ese idioma. Parecía una india hablando con la chica que atendió el teléfono.

Marielle: MENTIRA. -gritó- Yo sé hablar inglés, mejor que mucha gente por ahí.

Sandra: Marielle, cállate. -reí, con la pelea de aquellas dos- y además, quién es la chica que atendió? Que voz tan linda por el amor de Dios.

Comencé con un ataque de sonrisas que me impedían decir cualquier cosa.

Sandra: vamos Camila, ríete después, la llamada va a salir cara. -intenté contenerme- tardamos mucho tiempo en convencer a nuestros padres para poder hablar contigo.

-ustedes son las mejores amigas en todo el mundo. -hablé emocionada-

Marielle: ya sé niña, ya sé. Estoy muriendo de nostalgia. -dijo con la voz de un bebé- regresa pronto.

-también las extraño mucho. Les llevaré regalos.

Sandra: no me importa si traes a la persona que atendió el teléfono. Vamos, escupe, quién es?

-MÍRATE NO MÁS! No puedo creer que me hayas llamado para hablar sobre la voz de una de mis hermanitas de mentira. -dije riendo-

Sandra: NO CREO. -dio un grito- mierda, la de los ojos verdes? Tú tienes una suerte, ya quisiera yo quedarme en la casa de una chica linda y con la voz así como la de ella. -ella no tiene límites-

*POV Lauren

Me rendí de seguir escuchando, al final, no estaba entendiendo nada, así que me regresé a mi habitación. Unos 20 minutos después Camila entró con el teléfono en sus manos y la cabeza baja, en un momento noté sus ojos rojos.

-hey, que pasó? -toqué su brazo, sujetándola levemente-

Camila: nada. -dijo con la voz ronca y pesada-

-cómo que nada? Estuviste llorando. -toqué su mejilla, con cuidado, acariciándola-

Camila: ya estoy bien. -sollozó, intentando ser fuerte- fue sólo que... quiero decir... bueno, yo... -se trabó, muy débil como para fingir-

-pasó algo con tus familiares? -ella negó- con tus amigos? -nuevamente una respuesta negativa- entonces...?

Camila: yo solo... -suspiró, vencida- ... los extraño tanto. -admitió, levemente roja- no sé, pero, hablar con mis amigas hace que mi corazón se apriete. -su voz se apagaba poco a poco y las lágrimas, que probablemente había bloqueado, comenzaron a caer.

No podía hacer nada más que traerla hasta mis brazos. Acaricié su cabello y la mecí lentamente.

-llora, te vas a sentir mejor después. -susurré, sabiendo que ella necesitaba hacerlo-

Las lagrimas comenzaron a caer con mayor intensidad, sentí mi corazón encogerse con eso y con el lógico hecho de que no hay nada que pueda resolver esa angustia que ella siente, de no ser que regrese a las personas a quienes extraña y eso, yo sé, que ella no lo hará todavía. Besé su cabeza y la abracé aun más fuerte.

*POV Camila

Poco a poco mis lágrimas fueron cesando y logré calmarme, pero seguí abrazada a Lauren por un tiempo más. Sus brazos eran como mi fortaleza, me pasaban tranquilidad y confianza. La blusa grande que ella usaba la hacia ver más linda para abrazar, parecía un gran oso. Eso me llevó de vuelta al día en el que llegó tomada, diciendo cosas sin sentido sobre el pobre oso. Terminé riéndome, ella al darse cuenta se alejó un poco, mirándome.

Lauren: de qué te ríes? -preguntó, secando las lágrimas de mi rostro-

-nada, recordé algunas cosas. -respiré profundo, intentando bloquear la risa. Cuando conseguí quedarme seria, volví a hablar- gracias. -agradecí, apretando levemente su mano, que estaba entrelazada con la mía-

Lauren: es bueno saber que hice algo bueno, para variar. -suspiró, dando un beso en mi frente- ya estás mejor? -me quedé callada unos segundos, sus ojos estaban llenos de algo que no había visto antes, había cariño en ellos-

-lo estoy. Hm... tú hoy me ayudaste más de lo que te puedas imaginar.

Lauren: tú vienes ayudándome diariamente. -sentí mi cuerpo erizarse con la revelación- cuando me necesites... ya sabes en donde vivo. -bromeó, arrancándome una sonrisa-

-ok. -me separé de ella- Am, amo ese tipo de blusa que traes. Es lindo. -sonreí-

Lauren: y yo amo tu sonrisa. -me dejó colorada-

Me las arreglé para salir luego del cuarto de Lauren, con miedo de que aquella persona encantadora que estaba siendo, desaparezca de la nada, como normalmente pasa. Así que salí me encontré nada más y nada menos que con Taylor.

The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora