Capitulo 95

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*POV Lauren

Mientras la música salía de sus labios yo me desconecté de todo mí alrededor, hasta del ardor insistente en mi garganta.

Camila: Ahora que encuentro mi puerto ahora me encuentro tu duda feroz...-siguió, sin mirarme, tímida.-...Ahora te enseño de dónde vengo y de qué tengo hecho el corazón... -tomó un poco de aire para cantar, lo que debe ser el coro.- ...Vengo del aire que te secaba a ti la piel, mi amor... -Aumentó un poco la entonación y el ritmo.- ...Yo soy la calle, donde te lo encontraste a él, no me compares, bajé a la tierra en un pincel por ti... -levantó su mirada, viéndome. Terminó, sonriendo.- la dejé hasta aquí. -entrecerró sus ojos.- sé que no está muy...

-es linda tu canción. -elogié, aun anestesiada.- estás hace meses bajo el mismo techo que yo y ni soñaba que escribías canciones. -dije trastornada.- qué más no sé de ti?

Camila: no escribo canciones. -negó con su cabeza.- sólo escribí y esa y ni siquiera la terminé. -suspiró.- hm, bueno, lloro mucho. -contó, viéndome.-

-nada más? -levanté una ceja.-

Camila: hey, mi vida no es tan llena de aventuras. -se cruzó de brazos.- no tengo mucho que contar.

-después del viaje tendrás. -la miré.-

Camila: claro que tendré. -concordó.- este intercambio me ha dado historias que estoy segura le contaré a mis nietos.

Cuando me di cuenta ya estaba autocorrigiéndola mentalmente. Nuestros nietos, decía en mi mente. Sacudí mi cabeza, con la esperanza de espantar los pensamientos. Hace menos de un mes la idea de tener una enamorada me causaba un dolor de estómago. Hoy estoy pensando en nietos. Cuál es mi problema? Camila chasqueó sus dedos en mi cara. Ok, uno de mis problemas es esa manía deviajar mientras las personas hablan.

-si? -la vi, regresando a mi.-

Camila: tenías una cara chistosa. -contó, riendo.-

-una cara pensativa?

Camila: hm, casi... -cerró un ojo, haciendo una careta.- ...estabas más como una demente. -jugó.-

-gracias por tan lindas palabras. -dije irónica.-

Camila: cuando las necesites sólo tienes que pedirlas. -me guiñó, tirando su cabello hacia atrás.- en fin, te pregunté si tocabas. -señaló la guitarra.-

-tocaba. -suspiré.- pero desde... -hice gestos con las manos.- ...desde que comencé a usar... -mordí mis labios, ella asintió, afirmando que había entendido. Proseguí.- dejé de tocar. Y escribir canciones.

Camila: escribías? -agrandó sus ojos, sorprendida.-

-obvio. -la miré.- tenía una pequeña banda de garaje. -conté.- que nunca salió del garaje, pero eso es solo un detalle.

Camila: puedes cantarme? -pidió.-

-no recuerdo. -respiré hondo.- hace mucho tiempo que dejé eso. -dejé entendido que el tiempo es el mismo desde que comencé a usar drogas.-

Camila: puedo intentar adivinar por qué decidiste usar drogas? -preguntó, asentí. Eso puede ser interesante.- desilusión amorosa?

-no. -negué con la cabeza.-

Camila: problemas familiares? -negué.- muerte de alguien a quien amabas?

-estás lejos.

Camila: ser aceptada? -me vio de medio lado.-

-hm, no exactamente.

Camila: me rindo, entonces. -se cruzó de brazos.-

Negué con la cabeza, encontrando divertido como se rinde tan fácil. Me siento bien al hablar con ella sobre las drogas. Solo con ella. Otra hazaña. Camila no me juzga y no se alejó por asco o miedo por lo que me convertí. Pero aún no creo que sea el momento de hablar sobre lo que me llevó a llegar al estado en el que me encuentro hoy. Por eso, cambié el tema de conversación apenas vi su mirada caída, acusándola que tenía sueño.

-qué tal si tomo algún medicamento para dormir? Te parece? -pregunté, por miedo de que así cuando ella esté dormida yo no tenga la intención de ir tras mi adicción.-

Camila: está bien. -se levantó, llevándome con ella.- vienes conmigo. -informó.-

-mandona. -bromeé, abrazándola desde atrás, cuando se dio la vuelta. Olí su cuello haciéndola temblar.-

Ella se desvió y me dio un suave golpe, riendo. Fuimos por el tal remedio. Que, por Dios, se estaba demorando mucho en hacer efecto.

Me acosté con Camila en mis brazos, sintiendo su peso asegurarme. Su perfume me hacía calmarme. Y el cariño que hacía en mi abdomen me hacía olvidarme del mundo.

Y una vez más dejé de ir a una fiesta para quedarme con ella. Increíble. Me sentí culpable al verla luchar contra el sueño. Suspiré.

*POV Camila

No puedo decir que esa noche entra en las mejores que tuve, pero lo que ella significó la deja en un muy buen lugar. La fuerza de Lauren, las ganas que vi en ella de no entregarse...la victoria. El día siguiente fue a base de tranquilizantes y otros, gracias a Dios, estaba bien nuevamente. Sé que ella no está curada, lejos de eso, pero un paso a la vez.

El fin de semana Lauren vino con un plan de llevarme a comer afuera, acepté, siempre es bueno tener un momento a solas con ella. Me estaba alistando cuando, debajo de la puerta, pasaron un papel doblado, mi primer pensamiento fue ya no quiere ir, pero, la nota decía exactamente todo lo contrario.

Love, I'm hanging on to you.

Le sonreí a mi reflejo en el espejo, me di una ultima retocada y bajé. Lauren estaba en la puerta, el aire me faltó cuando la vi. Estaba simplemente perfecta.

Lauren: madame. -indicó la puerta, para yo salir primero, carcajeé y lo hice.- lo siento, pero no quiero arruinar la sorpresa.- me miró, entonces sacó del bolso una máscara negra, hice una mueca, lista para protestar.- por favor, déjame hacer esto. -pidió. Cedí.-

Colocó la venda en mis ojos, me guio hasta el carro y luego lo sentí en movimiento. La curiosidad me estaba dejando nerviosa. Y ansiosa. En algunos momentos su mano tocaba la mía, delicadamente, mostrándome que seguía ahí y que no había nada por qué preocuparme. Y, mágicamente, conseguía relajarme.

The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora