Capitulo 125

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*POV Camila

Lauren me llevó hasta una cafetería, en donde una mesa ya reservada nos esperaba en el centro del lugar. Como una persona educada, levantó la silla para que yo pudiera sentarme antes de ir a su lugar.

Lauren: sé que esto no es muy a la moda, pero acostumbraba a venir aquí con mis papás y Taylor hace un tiempo atrás. -sonrió, mientras recordaba.

-este lugar es maravilloso. -hablé con sinceridad, colocando mi mano sobre la de ella que ahora estaba en la mesa.- y muy acogedor también.

Lauren: no estás diciendo esto solo para que me agrade, o si? -preguntó, desconfiada.

-te doy mi palabra de que no es así. -levanté mi mano, en un juramento.

Lauren leyó el menú y pidió un desayuno completo, él cual no tardó mucho en llegar.

Lauren: hay algo que tengo que contarte. -dejó su taza sobre la mesa.- unos amigos me llevarán a una fiesta hoy en la noche... -me acomodé mejor en la silla.- ...para celebrar mi regreso. -explicó.- yo no quería ir, pero ellos ya pagaron todo, así que no me queda de otra.

Me quedé muda por un tiempo. Si, tenía cierto miedo de que ella vaya a una fiesta un día después de salir del centro de rehabilitación.

Lauren: sé lo que estás pensando. -suspiró.- y no haré nada malo. -me garantizó.- te doy mi palabra. -imitó lo que hice antes.

Suspiré, ella tiene razón. Merece un voto de confianza

-está bien, aprovéchala. -sonreí. O eso intenté.

Lauren: regresaré lo más temprano que pueda para estar contigo. -acarició mi mano, levemente.- aunque el llevarte al aeropuerto no es algo que me anime mucho que digamos.

El desayuno siguió tranquilo, sin embargo mi sonrisa estaba menos radiante. Esta historia de fiestas aun no me caen bien, más que cerca del medio día estaré yendo hacia México, mañana. Y quería pasar mis ultimas horas con Lauren.

*POV Lauren

Sentí a Camila distante el resto de nuestro desayuno. Perdida en pensamientos. Sé que se preocupa, pero al mismo tiempo ella tiene que confiar en mi, porque mañana ya no estará aquí para mantenerme en casa. Y aunque ninguna parte de mi quiera ir, sé que debo reconocer el trabajo que hicieron mis amigos al igual que los gastos.

Cuando estábamos regresando al auto, me detuve, antes de entrar. Camila me vio, confundida.

-aún estás preocupada, no? -toqué levemente su rostro.

Camila: esos amigos tuyos, no me dan mucha confianza... -negó con la cabeza, mirando más allá de mi.- ...no sé Lauren.

-regresaré temprano, si quieres puedes estar llamándome todo el tiempo. -sonreí.- pero quita esa expresión triste de tu rostro. -acaricié su mejilla y deposité un delicado beso en sus labios.

Ella asintió y entramos al carro. Camila seguía con la mirada distante, en un mundo paralelo. Ciertamente con dos corazones, porque miraba la ciudad con un brillo nostálgico en su rostro. Tuve que controlarme para no tomarla en mis brazos en ese instante, con la esperanza poder tenerla junto a mi para siempre.

Así que llegamos a casa Taylor vino corriendo hacia nosotras.

Taylor: no me la robarás hoy Lauren, olvídate. -llevó a Camila hacia su lado.- soy más importante.

Negué con la cabeza, riendo mientras Taylor arrastraba a Camila hacia arriba. No puedo ser egoísta hoy, sé que mi hermana también se apegó a ella.

Chris: mira mana. -extendió un trozo de papel en mi dirección. Lo tomé.- es nuestra familia. -en el dibujo aparecía él, yo, Taylor, mis papás y Camila.

Bueno, todos aquí nos apegamos.

Chris: quiero dárselo a Camila para que se lo lleve con ella, porque con esto ella no se olvidará de nosotros. -sonreí, capturándolo en mi regazo.

-sabes campeón, ella nunca se va a olvidar de ti. -le garanticé.

Chris: yo no quería que ella se fuera todavía. -dijo con un poco de tristeza en su voz.

-yo tampoco... Yo tampoco. -suspiré.

Me quedé un tiempo con mi hermano hasta que me fui a mi habitación. Cuando entré noté un pedazo de papel sobre mi cama.

"entonces sigue respirando porque yo no me iré. Sujétate a mi y no me sueltes nunca más.

Camila."

Me lancé en la cama, leyendo y releyendo, con muchas ganas de creer que ella realmente no se irá. Por un breve momento casi fue a robarla y traerla de vuelta conmigo, necesitaba tenerla en mis brazos. En menos de 24 horas ella regresará a México, siento como si me estuviera desgarrando lentamente.

*POV Camila

Taylor habló sin parar por un tiempo, sabía que quería contarme todo lo que no hizo antes de irme. Por eso no la interrumpí. Y porque mi cabeza estaba en el cuarto de al lado.

Cerca de la hora de la tal fiesta decidí que debía ir hasta Lauren, porque el miedo de ya no verla más hoy me hace saber que nunca me perdonaré si no lo hago.

Cuando llegué a su habitación ella ya no estaba ahí, supe que no había salido porque su ropa estaba colocada cuidadosamente sobre la cama. Esperé, viendo algunas fotos, hasta escuchar la puerta abrirse. Cuando mis ojos se encontraron con ella, me quedé sin aliento. El cuerpo cubierto solamente por una bata de baño, su cabello mojado y el rostro todavía un poco húmedo denunciaban que acaba de salir del baño. Me acerqué a un ritmo lento, siendo seguida por su mirada, hasta detenerme frente a ella, Lauren sonrió, yo seguí hipnotizada.

-te vine a desear una buena fiesta. -hablé un poco trabada. Ella se dio cuenta, a juzgar por su pequeña sonrisa en los labios.

Lauren: sólo eso? -preguntó, posando sus manos en mi cintura y empujando levemente mi cuerpo para ir al encuentro con el suyo.

-si... -tartamudeé, poniendo mi mano sobre su abdomen y notando una pequeña grieta abierta sobre la bata.

Pasé el dedo levemente por ahí, sintiendo su piel mojada. Entonces levanté mi vista, mirándonos a los ojos. Mis labios entreabiertos, aun creyendo un crimen que una persona sea tan linda.

Lauren inclinó su cabeza y olió mi cuello, dejándome completamente erizada. Quité la mano de su abdomen, poniéndola ahora sobre su cabello mojado, mientras cerraba los ojos para disfrutar el contacto de sus labios en la región.

The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora