Capitulo 98

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*POV Lauren

Camila: quiero que ese momento sea contigo. -habló mirándome a los ojos.- no te lo dije antes porque tenía miedo de que no me quisieras más.

Sonreí aun más, dejé un beso en su nariz.

-yo ya lo sabía. -confesé.- y quiero ser la primera de tu vida, quiero ser la única. -susurré, mordiendo su mejilla.-

Cuando estuve segura de que ella no quería hablar más, bajé mi mano por su brazo, acariciándolo, mientras hacía lo mismo con mis labios, hasta llegar a su pecho. Deposité un beso entre ellos, haciéndola erizarse, sé que todas las sensaciones son nuevas para ella y quiero que experimente cada una de ellas. Cuando mis labios se encontraron con su pecho y un gemido se escapó de ella, sentí tantas cosas juntas que no puedo ni explicar. Chupé cada uno de ellos, los mordí con cuidado, los besé, cada vez queriéndolos más, cada vez hacerla murmurar cosas sin sentido, hacerla presionar mis brazos y mis cabellos como una forma para acabar con los suspiros, acabar con lo que me estaba dejando loca. Ella me apretaba mostrándome que quería aquello en aquel momento, como nunca antes. Pensé solamente en su placer, todo el tiempo, pero parecía que estábamos sintiendo lo mismo. Ya éramos una sola.

*POV Camila

Ella quería dejarme loca, solo eso puede ser, sus labios me estaban matando, a un punto en el que no podía pronunciar ni una palabra completa, tamaño o placer que sentía. Yo la quería, quería que me hiciera suya exactamente en ese momento, pero Lauren parecía querer torturarme, haciendo todo con calma. La tomé, trayendo sus labios hasta los míos, uniendo mi cuerpo contra el de ella, encajándola en mi, presionándola en mi. Sentí su excitación contra mi, haciéndome suspirar algo. Yo no estaba muy diferente a ella. Me besó de una forma rápida, sujetando mi cuello, presionando sus labios contra los míos, con el mismo deseo que yo tengo de sentirla cada vez más cerca. Por más toques que intercambiábamos, los besos, las caricias, nada parecía ser suficiente, siempre aumentaba el deseo, la necesidad de estar más unidas. Ya perdimos la razón hace mucho tiempo. Demoró un tiempo hasta librarnos de las últimas prendas que le impedían a nuestros cuerpos sentirse totalmente. Ni siquiera pensé en ponerme nerviosa. Prendí mis piernas en vuelta a su cuerpo, sintiendo su intimidad chocar contra la mía, aumentando mis ganas de tenerla en mi. Ella fue atenta al recordar cada cuidado que debía tener, mi corazón transbordó de alegría al saber que se preocupaba. Al mismo tiempo que transborda de vanidad por la forma en la que me mira, o por lo cuán excitada está en ese momento.

-Lauren... -mi voz salió casi como un gemido.- ...no aguanto más. -estaba implorando por ella.-

Sus ojos verdes se enfocaron en los míos, con aquel brillo tan diferente como el de hace un rato, entonces, finalmente ella descendió por mi abdomen, dejando un camino repleto de besos y mordidas, ella nos volvió una sola. Cerré mis ojos al sentir su lengua invadirme, los movimientos que hacía me proporcionaba un placer que no había sentido antes. Después sentí su mano acariciar mis piernas, subiendo lentamente por mi espalda, en seguida sentí sus dedos adentrarse en mi, sentí su ritmo, con cuidado. Al inicio me sentí incomoda, un pequeño dolor atravesó mi cuerpo. Ella fue cariñosa, paciente, esperó hasta que comenzara a moverme, avisándole que quiero que siga. Entonces el dolor se convirtió en un recuerdo del pasado y todo lo que sentía era una explosión de sentimientos.

*POV Lauren

Nunca fue tan bueno hacer eso como hoy. Sentirme completándola, escucharla reaccionar, tenerla completamente unida a mi. Todo eso me hizo darme cuenta que ni desde antes yo sabía lo que era sentir placer. No hasta esa noche. Por primera vez no hice sexo, hice amor, con la chica más maravillosa del universo. Nos movíamos juntas, con ritmo, hasta que su cuerpo tembló en mis brazos y seguidamente suavizado. En segundos el mío hizo lo mismo. Miré sus ojos y supe que no había nada que necesitara ser dicho ahora. Ciertamente ella sabía todo. Así como yo también lo sabía. Me quedé unos segundo besando cada parte de su cuerpo y acariciando, mientras escuchaba su fuerte respiración, y mi corazón latir fuertemente, hasta que me dejé caer a su lado, trayéndola contra mi. Di un beso en su frente y la abracé, queriendo tenerla conmigo hasta un momento llamado siempre. La miré, sus ojos castaños se enfocaron en los míos, mientras una tímida sonrisa surgió en sus labios.

-mi amor. -no me impedí hablar. Tomé su mano y la llevé hasta mis labios. En seguida deposité un delicado beso en s boca.

Y sé que soy de ella. Que mi corazón es de ella. Después de hoy no hay ninguna duda de que ella me conquisto por completo. Mis ojos brillaban al pensar que fui la primera en su vida. Camila se acomodó sobre mi y cerró sus ojos, abrazandome.

Camila: para siempre? -me preguntó, faltándole un poco la voz. Me tomaron algunos segundos para darme cuenta de lo que hablaba.-

-para siempre. -garanticé.-

Nos quedamos calladas por un tiempo, solamente sintiendo una la presencia de la otra. Miré el cuarto, la miré a ella y me quedé imaginando a nosotras dos viviendo juntas. La idea de verla despertar todas las mañanas o tener su cabello expandido por la almohada hizo a mi corazón latir más rápido. yo la quería.

La quería para siempre.

The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora