Capitulo 79

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*POV Lauren

Sin poder controlarme, acepté la invitación. Estuve un tiempo en el cuarto, me puse la camiseta de mi equipo, tomé el celular, la cartera, los puse en el bolsillo del pantalón y me dirigí hacia la puerta. En medio camino vi a Camila dormir en el sofá, probablemente se quedó dormida mientras veía la televisión, aunque aun no sean ni las diez.

Me arrodillé a su lado.

-discúlpame, mi amor. -susurré, mirándola- pero realmente no consigo estar lejos de mi vicio. -seguí susurrando, sentí mis ojos húmedos. Negué con la cabeza y me levanté, saliendo disparada hacia la puerta.-

*POV Camila

Por Dios, qué ruido es ese!? Perezosamente me obligué a abrir los ojos, la noche se puso oscura y el reloj indicaba que ya habían pasado las cinco. Cómo pude dormir tanto!? Me dolía la espalda, habían apagado la televisión y el insistente ruido seguía atormentándome. Me tomó casi dos minutos para saber de dónde venía.

No podía creerlo.

Nunca me imaginé rezar para que fuera un ladrón, el dolor sería menor. Cuando consiguieron abrir la puerta, Lauren entró tropezando, sus ojos rojos la acusaban de que esta vez ella no intentaba engañarme. Terminó haciendo eso cuando dice que va a cambiar. Negué viendo el estado lamentable en el que se encontraba, mi corazón no cedió para dejarla ahí y que se arreglara sola. La amo demasiado como para hacer eso.

Coloqué sus brazos alrededor de mi cuello y la ayudé a llegar a nuestro escenario principal de las noches cuando llega en ese estado. La cocina. Mi gran compañera. La dejé sentada, Lauren miraba todo con los ojos un poco entrecerrados.

Lauren: Oye...mesera. Quiero una lasaña, por favor. -pidió, forzando un poco su voz.-

Volteé los ojos, tomé una taza, le pasé el café, lo coloqué frente a ella. Lo miró, analizó, olió y luego se puso a reclamar.

Lauren: eso no es lasaña. -se cruzó de brazos, mientras hablaba aburrida, haciendo bizco-

Se quedó viendo la taza arrugando su frente y las facciones de una niñita malhumorada.

*POV Lauren

Las personas creen que soy burra, como si no supiera que eso es Coca-Cola y no lasaña.

-le reclamaré al gerente. -cerré la mano en un puño y golpeé la mesa- el servicio aquí es horrible y la decoración es antigua.

Camila: entonces, señora...-habló la camarera, que al parecer es la única cosa bonita de todo el lugar-...porqué no acepta nuestro plato principal? -indicó la taza- va por cuenta de la casa.

Es, como dicen, de gratis hasta una inyección en la frente. Bebí el liquido, horrible de hecho, pero terminé queriendo dejar a la camarera feliz, entonces lo tomé todo.

-sabes, era el cumpleaños de mi mamá...-conté, animada-...y le regalé una toalla. -dije emocionada con mi acto-

Camila: una toalla? Para secarse y así? -respondió, igual de animada-

-exactamente. -seguí, orgullosa de mi misma- hasta tenía color.

Camila: wow, yo también quería una toalla. -asentí- roja...-completó-

Roja, me hizo recordar mi equipo de futbol, me recordó que perdió el juego hace un rato. Comencé a llorar.

Camila: qué fue? -se levantó, viniendo hasta mi.-

-mi equipo...-seguí llorando, lastimada-...perdió.

*POV Camila

La miré llorando, lamentándose por la derrota del equipo que estaba en su camiseta. Mi corazón se apretó. No por el hecho de que estuviera llorando, sino por el estado lamentable en el que se encontraba. Me dio pena, me dio la necesidad de sujetarla de los hombros, sacudirla y preguntarle si no entiende que se está matando. Y que eso me mata también.

-ellos ganarán otro día. -sequé sus lagrimas.-

Lauren: lo prometes? -preguntó, con sus ojos hinchados bañados por lagrimas.-

-lo prometo. -garanticé, entregándole una pequeña sonrisa.-

Lauren: eres tan bonita. -colocó su mano en mi rostro- creo que ya te había visto en mis sueños. -cerró los ojos.-

Suspiré, las palabras eran tan envolventes y mi corazón idiota no dejó de sentirse feliz. Y mi ego femenino influyó.

-también eres muy linda. -respondí, acariciando su cabello.-

Lauren: lo sé. -secó sus ojos.-

Negué con la cabeza, su autoestima no cambia ni aunque esté fuera de sí.

Lauren: hey. -tocó mi hombro, la miré.- me das una foto tuya para pedirle a papá Noel una igual? -no pude dejar de reír con tanto piropo barato.-

-claro, yo te la doy. -garanticé, aún riendo.-

Lauren: hoy es tu cumpleaños? -preguntó-

-no, porqué?

Lauren: porque yo...-paró, pensó.-...me olvidé de...-mordió su labio inferior.-...comprar el pastel. -eh!?- creo que no era así el piropo. -frotó su nuca-

Sentí pesar por ella y le di un beso en la mejilla.

Lauren: esas cosas siempre funcionan. -se exhibió, sonreí.- y qué tal una lasaña ahora? -tentó, nuevamente.-

Negué otra vez, esperando que no volviera a contar lo de la toalla como si fuera la gran cosa, ya que parece que ahora se queda repitiendo todo lo que dice.

The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora