*POV Lauren
Me levanté, con las manos temblorosas, tomé la nota que Camila había dejado, mientras con la otra mano sujeté con fuerza la pulsera.
"no te drogues por no ser capaz de aguantar tu propio dolor. Yo estuve en todos lo lugares y solo me encontraba a mi mismo. - (John Lennon).
Atte: la que está regresando a su tierra."
Vi la pulsera en mi brazo, la única señal de que realmente ella estuvo aquí algún día. En el mismo instante la puerta de abajo se abrió, bajé corriendo, con un poco de esperanza.
Michael: Lauren... -me llamó, capturando mi atención.- ...es una pena. -negó con la cabeza. Mi cuerpo se congeló. Ya se enteró.- que no te hayas ido a despedir de Camila. -suspiré, aliviada.- pero, en la casa de qué amigo dormiste ayer? -balbuceé un nombre cualquiera y regresé al cuarto, en donde me asomé por la ventana, viendo el inmenso cielo azul.
Imaginé sus ojos. Que ahora están tan lejos de mi. Vi de reojo debajo de mi cama, aun con los ojos llenos de lágrimas, y noté un pequeño cuaderno que no había notado antes. Me agaché para recogerlo y quité el polvo que había sobre su portada.
El diario. El que le pedí a Camila que escribiera.
Sequé el rostro con la manga de la camiseta y me senté sobre la cama, abriéndolo. Toqué las paginas, con un anhelo entusiasta en mi corazón.
Y ni siquiera tuve la oportunidad de despedirme.
*POV Camila
Acosté mi cabeza en el asiento del avión, me puse los audífonos y permití que mis pensamientos volaran con la canción tranquila que sonaba. Momentos, muchos de ellos, volvieron con todo a mi mente, aunque haya pasado por cosas malas no cambiaría por nada este intercambio. Si lloré, sonreí mil veces más. Si me perdí, conocí una parte de mi que ni siquiera sabía que existía. Si me equivoqué, aprendí tantas cosas que es imposible enumerar. Cada segundo fue valioso. Y solo el recordar que las ganas de llorar vuelven, no sé como será mi regreso a México, pero sé que ciertamente extrañaré mucho Miami. A Chris y sus dibujos animados a las siete de la mañana, a Clara y su preocupación constante, a Michael y su forma tímida, pero sin embargo, protector. A Taylor y todas las risas que compartimos y, aunque una parte de mi esté queriendo que ella explote en este momento, extrañaré a Lauren. Y ese amor enorme que descubrí que cargo en mi corazón. Sin embargo, después de hoy, sentí la necesidad de no querer regresar, Lauren me dejó muy claro que ese no es mi lugar, que aquella no es mi familia, aunque haya parecido. Y más que nunca necesito de un regazo materno, un beso paterno, un abrazo de mi hermana, una discusión con Sandra y Marielle. Necesito borrar todos los momentos malos y guardar solamente los buenos. Quité los auriculares y presté atención a la película que pasaban, recién casados, en el momento en el que comencé a ver uno de los personajes dijo la frase más verdadera y propicia para el momento:
"tú nunca ves los días malos en un álbum de fotografías. Pero esos son los días que llevan de una foto feliz hasta la próxima."
Ahora es el momento de restaurar mi álbum, volver a casa y recomenzar mi vida. Una vida sin Lauren.
*POV Lauren
Página por página, letra por letra, rasgaba mi corazón. Lagrimas mojaban mi rostro, impidiéndome, varias veces, poder leer. Algo que me haría bien hace un tiempo atrás, hoy es un martirio. Saber todo el anhelo, la tortura, los momentos de amor puro que ella me pasó, me hieren porque fui débil. Porque creí estar curada, pensé que vería las drogas y no sentiría nada. Y no necesitar más de ellas. Pero era como una mezcla de emociones, no pude soportarlo. Ni siquiera tuve tiempo para huir de aquel lugar. Cuando me di cuenta estaba tirada en media calle. Pocos meses para curar un vicio de cuatro años, que gran estupidez, es obvio que no funcionaría. Yo no soy nada sin los remedio del centro de rehabilitación, no resisto cuando no los tengo entrando en mi. Y ahora, que estoy sin ellos y sin Camila, todo será más imposible. La perdí, incluso antes de tenerla por completo.
Cuando estaba llegando a las paginas finales del diario ya no tenía lagrimas para dejar caer, ya las había gastado todas. Encontré una foto, con una nota colgando en una esquina. La tomé con mis manos temblorosas, acaricié la imagen de Camila, congelada, deseando que ella se moviera. Que me insultara. Que saliera de ahí. Que regrese.
Diversas frases que Camila escribió se ajustan perfectamente a lo que estoy sintiendo. Aunque en un contexto diferente. Una de ellas, la del primer día, describe con perfección el día de hoy.
"Hoy fue solo el primero de muchos días en los que se sentirá tu ausencia, es como si existiera un vacío en todos los lugares a los que veo, falta algo. Faltas tú."