*POV Camila
Pasaron algunos minutos para darme cuenta de que Lauren estaba llorando y eso sólo causó que yo comenzara a temblar aun más. Millones de cosas visitaron mi mente, desde la loca falta de mi familia, hasta las peleas constantes con Lauren. Por más que la voluntad fuera inmensa, no conseguía alejarme de ella, parecía que todo en ella me atraía, desde su perfume, hasta el fuerte abrazo tan confortante. Me siento segura a su lado, de una forma repugnante y sin sentido, pero cuando ella está cerca parece que nada malo me puede pasar.
Sin fuerzas para seguir llorando, me las arreglé para detenerlo, me alejé un poco de ella, viendo su rostro. Esos ojos verdosos bañados en lágrimas, su rostro mojado. Ella estaba tan humana. Toqué su rostro, secando las pequeñas gotas cristalinas que todavía caían, Lauren viró su rostro y besó mi mano, respiré hondo.
-sabes, yo no debería dejar que te acerques a mi. -hablé con una voz un poco ronca- no después de ayer. Pero necesitaba de alguien esta noche y bueno, eras la única persona disponible. -Lauren me miraba con una expresión confusa- y solo para dejar bien claro que no te perdoné cien por ciento.
Lauren negó con la cabeza y pude notar una sonrisa asomarse en sus labios, amenazando con escaparse, pero ella no lo dejo.
Lauren: está bien. -secó su rostro con un costado de su mano- ven, vamos a mi habitación. -se levantó, hice lo mismo- no sé en dónde guarda Taylor las cosas aquí así que es mejor ir allá. -explicó, con la voz calmada pero a la vez pesado por el hecho de que estaba llorando recientemente. Me limité en asentir-
*POV Lauren
Nos fuimos calladas hasta mi cuarto, sequé el rostro con mis manos en el camino. Sollocé una vez y respiré profundo. Cuando entramos, Camila se acomodó en mi cama, rápidamente. Por un momento me quedé observando, parecía que hacía parte de ese lugar. De una manera extraña y sin sentido.
Camila: Hey. -chasqueó los dedos en mi cara- despierta. -dijo riendo-
-eh? Dijiste algo?
Camila: pregunté qué vamos a hacer?
-Ah... -me senté en la punta de la cama- ...no sé.
Camila: bien Lauren, siempre tienes las mejores ideas.
-yo creo que sé como castigar a las personas sarcásticas.
La miré, con una mirada amenazadora, Camila en el momento dejó de reír y tomó una almohada para protegerse, antes de que yo me moviera. En cuestión de segundos la derrumbé en la cama, tirando la almohada de sus manos y haciéndole cosquillas. Ella se retorcía en la cama, mientras se reía sin parar intentando, en vano, salir de mis manos. Descubrí, en aquel instante, cuando me gusta aquella risa.
Por eso, seguí haciéndola reír, hasta que noté su rostro colorado, paré. Dejándola respirar.
Camila: tú... -empezó jadeando- ...me las vas a pagar. -dijo en un solo aliento, colocando su mano sobre su corazón-
*POV Camila
Busqué en buena parte de la noche una forma de hacer que Lauren me las pagara, pero no encontré ninguna. Y culpa de eso, en parte, fue el hecho de que ella me distrajo bastante.
Lauren: ah, para Camila, eso fue suerte. - soltó las cartas que sujetaba sobre la cama-
-suerte nada, yo soy muy buena. -sonreí victoriosa-
Segunda vez consecutiva que venzo a Lauren en el juego de cartas que ella propuso que jugáramos.
Lauren: ni vengas con eso, es sólo suerte de principiante. Vamos a ver quién gana esta. -me desafió, entregando las cartas-
-ya vamos a ver Lauren, ya vamos a ver. Si yo venzo qué gano?
Lauren: cómo así? -desvió su mirada de las cartas hacia mi-
-lo que escuchas, qué me vas a dar si gano?
Lauren: hm, si ganas yo hago lo que me pidas... pero solamente hoy, dejando claro.
-belleza. -concordé- y si tú ganas, que creo que es muy difícil que pase, yo hago lo que tú quieras también. -ella asintió-
El juego casi duró 7 minutos.
-AAAAAAAHHHH, PARA TODO! -coloqué las cartas sobre la cama, viradas hacia ella- GANÉ!
Lauren: cómo así? Estás haciendo trampa, es lo único.
-no vengas con eso. -le mostré la lengua- muy bien señorita Jauregui, déjeme ver que quiero.
Lauren: mierda, me jodí.
-exacto, te jodiste. -hice una risa malvada. O eso intenté- no te pediré nada más. -avisé, mirándola- yo quiero que sonrías.
Lauren: quieres qué?
-que sonrías. -repetí, más despacio-
Lauren: déjame ver si entendí, tú me podías haber pedido cualquier cosa que quisieras que yo hiciera por ti, toda la noche si querías, pero me pides que sonría?
-eso mismo.
