*POV Lauren
Al día siguiente me levanté más temprano que lo normal, 10 de la mañana, bajé un poco soñolienta, encontrando a Taylor y a mi mamá en la cocina.
-cómo logras llegar de madrugada y levantarte tan temprano?
Taylor: estás hablando conmigo? La coca cola no causa dolor de cabeza.
Clara: Taylor! Se más educada.
Taylor: yo soy educada con quien merece educación. -se acomodó sus cabellos, suspiré y me senté al lado de mi mamá- y Mila que aún no se despierta. Tengo tanto para contarle.
Camila: calma Tay, ya desperté. -habló detrás de nosotras- buen día!
Mi mamá y Taylor respondieron, yo me quedé callada, no pude dejar de notar lo linda que estaba.
Taylor: gracias a Dios, no mueras tan temprano. -se bajó de la silla, llevando a Camila hacia arriba, en lo que mi mamá intervino-
Clara: niña, deja que Mila coma algo.
Camila: déjala Clara, no tengo hambre. -sonrió simpática y se dejó llevar por Taylor-
Clara: Laur... -volví a la realidad- qué está pasando?
-por qué estaría pasando algo?
Clara: por tu mirada, algo me dice que está naciendo una cosa muy bonita en ti. No lo dejes ir.
*POV Camila
Taylor me contó cada detalle del encuentro con Drew, estaba intentando al máximo no bostezar cuando ella me hablaba, pero parece que todas las cosas del universo pasaron en esa bendita cena. Me quedé feliz por ella, qué amiga no lo estaría? Por más que ellos aun no comiencen una relación seria, la salida de ayer quiere decir muchas cosas, ella necesita y merece a alguien bueno a su lado.
Cuando me preguntó por mi noche, lo resumí al máximo, omitiendo casi que todo en lo que Lauren estuvo presente, gracias a Dios ella estaba en las nubes, como para hacer un interrogatorio.
Volvimos a la cocina, ya que mi apetito se abrió, me preparé un sándwich y busqué a Lauren por el lugar, pero no la vi, me mordí la lengua antes de preguntar por ella.
Taylor: en dónde está aquella idiota? -santa Taylor-
Clara: quién?
Taylor: Lauren.
Clara: salió, dijo que pasaría todo el día afuera. -suspiró-
Bajé la mirada para no mostrar que eso me golpeó más de lo que debería. No entiendo porqué soy tan burra e ingenua al punto de pensar que ella podría cambiar.
La tarde se pasó lenta, intenté dormir un poco para acelerar el tiempo pero no ayudó mucho, la oscuridad llegó y nada de Lauren. Todos se fueron a dormir y yo me quedé en la sala, ya preparándome psicológicamente para aguantar a aquella borracha, pero lo que pasó en esa noche fue peor que las demás.
Ella no apareció.
Desperté en el sofá, esperando a Lauren, cuando escuché unos ruidos venir de arriba, y todos corriendo. En un momento pensé que ella había vuelto y se estaba sintiendo mal, pero cuando vi la expresión en la cara de Clara me di cuenta de que el asunto era más serio.
Clara: corre Michael, necesito encontrar a mi hija. -dijo con lagrimas en los ojos-
Sentí una punzada en mi corazón, la preocupación se apoderó de mí. Taylor bajó, quejándose.
Taylor: juro que cuando ponga las manos en Lauren no vivirá para contar la historia.
-qué pasó? -pregunté bajo, solo para que Taylor escuchara-
Taylor: qué crees? La idiota de Lauren no volvió a casa, mi mamá pasó por su habitación y encontró la cama vacía, tal y como la dejó ayer.
El choque pasó por mi cuerpo, si ella no durmió en casa, entonces...
Moví mi cabeza, como espantando los malos pensamientos, Michael bajó, poniéndose su abrigo. Cuando estaban a punto de salir, Lauren entró.
La ropa desacomodada y la cara de sueño.
Clara: Ay, gracias a Dios. -respiró aliviada- en dónde estabas Lauren? -habló con la voz firme-
Lauren: con una chica. -cerró la puerta, hablando naturalmente-
Una vez más aquel punzón en mi pecho regresó.
Taylor: que linda, dejas a todo el mundo preocupado para ir a tener relaciones. Porqué no te mueres de una vez?
Michael: TAYLOR!
Taylor: que bien, la imbécil hace las mierdas y yo tengo que pagar por ello. Jódanse también. -subió, dando pasos firmes-
Me quedé sin ningún tipo de reacción.