*POV Camila
Harry me dejó en casa cerca de las 4 de la mañana. Me divertí tanto que ni me di cuenta en qué momento pasó el tiempo. Fue una muy buena su idea de llevarme a bailar, me animó mucho. Coloqué la llave en la cerradura muy despacio, para hacer el menor ruido posible, entré despacio. No tardé ni dos segundos, para notar a Lauren durmiendo en el sofá. Tranqué la puerta y fui hasta ella. Mis ojos rápidamente se prendieron en su cara, la expresión tranquila, los labios entre abiertos, las manos bajo su cabeza, mientras ella estaba en un profundo sueño, de lado. Me senté en el suelo, a su lado, toqué con mucho cuidado su rostro e hice un leve cariño en su mejilla. Si ella supiera lo difícil que es estar discutiendo, mientras lo único que quiero es estar en sus brazos. Es un pena que ella no me quiera tanto como lo hago yo y que tenga que ser tan cabeza dura. Bajé mi mano, hasta sus labios, sin recostarla mucho, hice su contorno con mi dedo. Mi cuerpo enteró respondió a la necesidad de besarla y en seguida me arrepentí de eso. No puedo dejarla que me use más, no puedo quererla, porque ella ni siquiera quiere besarme, porque ella me mintió y porque siempre acaba arruinándolo todo, cuando las cosas se están mejorando. Me levanté, pasé la mano en mi rostro, negué con la cabeza y corrí hacia el cuarto, antes de que colocara mis labios en los de ella y la hiciera besarme a la fuerza.
Los días fueron pasando, cuando me di cuenta un mes más se concluyó. Las cosas con Lauren van de mal en peor, hasta Clara percibió el tenso clima que se instaló entre nosotras dos y que ahora, después de tanto tiempo, no lo conseguimos romper. Ella sigue durmiendo con una mujer diferente cada dos días, se droga y bebe como una loca, pero, como ya le había dejado en claro, no seguí cuidando de ella. Lo más difícil es ver que ella se está matando y no poder hacer nada. Además, para que solo yo veo eso por aquí. Clara y Michael le cierran los ojos a la realidad.
Admito que no fueron pocas las veces en las que casi tiro todo por el aire y la quería besar, o en las que quería arrancar mechón por mechón del pelo grasiento de las chicas que ella lleva a la cama. En la agencia de intercambio me advirtieron tantas veces que evitara enamorarme de alguien durante el viaje por diferentes motivos, pero no podía evitar el querer estar con Lauren. Y con más razón porque la persona no es ni un poco cariñosa o cuidadosa o cualquier cosa así. Ella no es Harry, digámoslo así. Y Harry no es Lauren. Eso confunde mi cabeza, porque en vez de querer a alguien que me cuide, quiero estar en los brazos de quien me lastima.
Sí, soy una persona muy masoquista.
*POV Lauren
Estaba sentada en el sofá, buscando algo bueno para ver en televisión, cuando el timbre sonó. No fue exactamente una sorpresa el ver al playboy en la puerta.
-qué quieres? -pregunté, sin dejarlo entrar-
Harry: hablé con Camila. -respondió, con aquel aire de buen mozo que me irrita-
Di un paso hacia atrás y lo dejé entrar.
-ella está en el baño. -informé, con la voz seca-
Y me senté nuevamente, al igual que él.
Harry: entonces... crees que se tarde mucho? -peguntó, mirándome-
-porqué yo debería de saber eso? -arqueé una ceja-
Harry: porque tú estás viviendo con ella?
-no me quedo controlando sus baños. -suspiré-
Harrry: que mal. -volteé los ojos, mirando la televisión- hey...
Cerré los ojos unos segundos, intentando contener la rabia.
-qué fue ahora? -pregunté, sin mirarlo-
