*POV Lauren
-y aquí llegamos al palacio, que es quién gobierna toda esta maravilla. –informé, bajando del carro- es la sede de todos los grandes encuentros políticos.
Camila corrió hacia el frente hasta pararse en una grada que impedía a los visitantes entrar al lugar, entonces se dio la vuelta buscándome.
Camila: ven pronto Lauren. –habló impaciente, corriendo de regreso hasta mi. –toma- me entregó su cámara- toma una foto mía aquí. –congeló una sonrisa esperando que yo tomara la fotografía, lo hice- no hay como entrar allá? –preguntó, apuntando atrás, negué- ah, que sin gracia. Total ni quería verlo. –negué con la cabeza, encontrando gracioso como se daba por vencida-
Hicimos una parada para almorzar, Camila casi ni tocó su comida por lo animada que estaba por estar conociendo la ciudad. No me compliqué mucho con el restaurante.
-no voy a detener el carro porque no hay nada grandioso qué ver, pero a su lado izquierdo aparecerá el Freedom Tower… -informé, ella miró a su izquierda y preparó la cámara, disminuí la velocidad- …y luego ahí está el Science Museum. –ella fotografió, entonces seguimos el paseo-
Camila: y aquella rueda gigante? No iremos ahí? –preguntó-
-cálmate doña apresurada, quién es la guía aquí? –la miré de reojo-
Camila: está bien, está bien. –se cruzó de brazos-
Quité una de mis manos del volante para tomar la de ella, la apreté levemente, Camila sonrió como respuesta.
-muy bien. –me estacioné- esta es la Catedral de Santa María. –informé, aún dentro del carro- en donde está el obispo.
Camila: y déjame adivinar…no podemos ir tener una charla con él. –asentí, ella volteó los ojos- vamos a tomar una foto allá, entonces.-salió del auto, insatisfecha por no poder ser recibida por el obispo-
Tomó la fotografía, la miró para ver si había quedado como quería y entonces dijo que podíamos seguir. Pasamos por diversos lugares, entre ellos; Wynwood, un barrio completamente lleno de galerías y arte, Gusman Center; un auditorio espectacular para conciertos y eventos. El bar Hop Shuttle, y el Miama Seaquarium; en dónde, para alegría de Camila, podía sacar fotografías desde adentro…entre otros. Cuando calló la noche, decidí que era mi hora de llevarla a conocer mis lugares favoritos en la ciudad.
-exactamente ahora está usted pasando sobre el MacArthur Causeway, uno de los puentes más famosos. –dije orgullosa- el conecta a Miami con Miami Beach. –Camila miró hacia afuera, curiosa-
Camila: no tenemos como verla entera? –preguntó-
Asentí y llevé el auto hasta un lugar en donde podíamos ver todo el puente. Sus ojos brillaron al verlo completamente iluminado. Bajamos del auto para que ella pudiera tomar una foto con el puente atrás, luego la abracé por detrás y descansé mi barbilla en su hombro.
-es lindo, no? –pregunté, mirando el puente.
Camila: maravilloso. –concordó, con su voz llena de encanto-
Rocé los labios en su cuello, levemente, ella sonrió, recostando su cuerpo en el mío, presioné más mis brazos en torno a su cintura, pasé mis labios por su oreja, mordiéndola suavemente, entonces pregunté a su oído.
-no crees que tu guía merece un beso? –pregunté-
Camila: Hm… -se dio completamente la vuelta hacia mi- …creo que sí. –envolvió sus brazos alrededor de mi cuello-
Acerqué aun más su cuerpo al mio, tomándola de la cintura, en el mismo instante en el que nuestros labios se unieron. Ya había pasado casi una semana desde que no la besaba y eso me estaba volviendo loca, moví mis labios de una forma tranquila, sintiendo el viento golpearnos y teniendo en cuenta que el cielo estrellado sobre nosotras aprobaba ese momento.
Esa semana en la que ella estuvo alejada tuve un tiempo para preparar una sorpresa que, si todo sale como espero, podré realizarla pronto. Confieso que no ha sido fácil dejar mis vicios a un lado, mis amigos me has estado visitando frecuentemente, pidiéndome que salga con ellos, pero ahora, a un paso de lo que preparé para Camila, no puedo echar todo a perder.
Ella encerró el beso, que no duró ni la mitad de lo que me hubiera gustado.
Camila: ya terminó nuestro paseo? –preguntó-
-casi. –informé- solamente nos falta un lugar.
El más mágico y disputado de todos.
