Capitulo 97

25.8K 1.2K 145
                                    

*POV Lauren

Nunca antes estuve tan nerviosa cerca de una mujer, tal vez por el hecho de que cargaba con una responsabilidad enorme en hacer esta noche especial, tal vez por ser la primera en entrar en su vida de esta forma, tal vez porque esté con miedo de hablar... Su mano sobre la mía fue como un calmante. Estaba pasándome de boba. Miré sus dedos sobre los míos, para después, por fin, verla a los ojos. No tengo ninguna prisa hoy, así que me acerqué a ella lentamente, acaricié su nariz con la mía, rocé nuestros labios, llevé mi mano hasta su rostro para de esa forma iniciar el que sería el primer beso de la noche. Y como un pase de mágia todas mis ansias y miedos se fueron en seguida, porque tuve la extraña certeza de que no me equivocaría con ella, de que no puedo hacerlo.

Su lengua se entrelazaba con la mía, sus brazos envolvían mi cuello, mientras nuestras cabezas se movían lentamente, dándole ritmo al beso. La tomé en los brazos y la levanté, sin separar nuestros labios, di la vuelta, coloqué una mano en sus cabellos y la acosté cuidadosamente en la cama, la forma en como me sujetaba terminó llevándome con ella. Me acomodé sobre ella, sin lastimarla, sintiendo su cuerpo junto al mío. Tenía miedo de que ella cambiara de opinión, así que dejé un delicado beso sobre sus labios y la miré.

-estás segura de que quieres seguir? -susurré, acariciando su brazo levemente.-

Camila: no hay nada en el mundo que quiera más que ser tuya hoy. -susurró de vuelta. Una sonrisa boba surgió en mis labios sin que tuviera control sobre ella. Aproximé su rostro nuevamente, casi colocando su boca en la mía.-

-mía. -murmuré, capturando su labio inferior y saboreándolo lentamente.-

*POV Camila

A cada encuentro de labios o cada pequeña caricia que Lauren hacía en mi mis miedos se desmoronaban. Yo la quería y eso bastaba. Naturalmente me puse nerviosa, parte de eso se debía a la inmensa ansiedad que sentía y el resto por no querer equivocarme. Sin aguantar, mordí sus labios, cuando ella iba a alejarse, haciéndola apegarse a mi, agredí su boca con la mía, necesitaba de ella, quería sentirla, quería tocarla...cada vez más. Comprendiendo mi desespero, retribuyó a la altura del beso, invadiendo mi boca con su lengua, haciéndome delirar al sentirla cerrar ese espacio. Tomé sus cabellos, los apreté y acaricié, queriéndola más cerca, queriendo dejar su cuerpo cada vez más junto al mío. Sentir su peso me completaba de una forma inexplicable, mis pechos junto a los suyos, aún era muy poco para lo que quería para esa noche, para lo que necesitaba. Estaba frustrada con la cantidad de ropa que me impedían sentirla verdaderamente. Su mano bajó por la lateral de mi cuerpo, como si me analizara, paseándose por cada parte, mientras yo apretaba sus brazos y no le permitía quitar sus labios de los míos. Hasta que no dio más para evitar esa separación. Un ultimo toque y ella deslizó sus labios hasta mi cuello, cerré los ojos y la apreté más, ella no tiene noción del efecto que causa sobre mi. Mi piel ya erizada, los suspiros que no conseguía, y no quería, controlar, todo nos dejaba en un mundo nuevo, en un mundo nuestro. Solamente.

El camino trazado por su boca, de arriba abajo, torturándome, me estaba llevando al borde de la locura. No sé si es por saber que ella no se detendrá en medio o por la entrega de las dos, pero cada pequeña caricia tiene un efecto quinientas veces mayor que lo normal, nunca pensé que alguien podría causarme una explosión tan grande de sensaciones.

Sus manos ágiles se adentraron en mi blusa, llevándola hacia arriba, lento, mientras sus dedos acariciaban las partes desnudas, haciendo a mi cuerpo entero responder a la caricia. En cuestión de segundos mi blusa ya no estaba cerca.

Lauren levantó su cabeza y me miró algunos segundos, sentí mi rostro quemar, pero no desvié la mirada, sus ojos ardían en un deseo que ciertamente yo también lo sentía, era tan gratificante verla de esa forma que no pude encontrar un espacio para la vergüenza. Aunque mis pechos aun estuvieran cubiertos, por lo que parece, ella lo aprobó.

Sus labios volvieron a mi, subiendo y bajando por mis hombros, mordiéndolos, saboreándolos...ella sabe que soy suya, sabe que puede hacer lo que quiera esta noche. Y aun así cada toque es cuidadoso, leve como una pluma, es cariñoso. Quería sentir su boca en cada lugar de mi cuerpo y ella lo sabía, a medida que iba deslizándola hacia abajo mi cuerpo se arqueaba con la entrega. Sus labios, ahora, paseaban por mi abdomen, una mezcla de placer y cosquillas, me dejaba sin reacción alguna. Sentir su respiración tocarme, su boca dejando un rastro húmedo y caliente, me hacía arder, me llevaba hasta las nubes. La traje hacia arriba y me atreví a hacerla quitarse su blusa, entonces, fue mi turno de verla. Jadeé con tanta belleza. La empujé hacia mi cuerpo, sintiendo, ahora sí, su piel junto a la mía, sus labios no se alejaban de mi, mordiendo mi oreja, chupándola, haciéndome quererla más y más.

*POV Lauren

Es increíble el estado en el que ella me deja, solamente el verla sin blusa, el sentir su pequeño cuerpo en mis brazos, fue lo suficiente para que mi cuerpo entero respondiera. Ella me preguntó si me excitaba, hace unos días atrás, hoy, más que nunca, ella puede estar segura que sí. Y hace eso como nadie más, lo que me asusta un poco. Ciertamente ya estuve con varias chicas de esta forma antes, pero lo que Camila hace conmigo, el estado en el que me deja, nunca antes me dejaron.

Ella me tiene en sus manos.

Encontré el cierre de su sujetador, lo abrí rápidamente y lo tiré lejos, sin verla aun, sentí sus senos aplastarse contra los míos, haciendo que un suspiro se escapara por mis labios. No aguanté y la miré, la saliva se pegó en mi garganta cuando los vi, su cabello tapándolos parcialmente y sus ojos brillando. Toqué su rostro, acariciándola.

-eres la chica más maravillosa que ya conocí. -susurré, con la voz entrecortada.- te quiero tanto... -rocé mi nariz en la de ella y en seguida hice los mismo con nuestros labios.-

Camila: espera. -pidió, bajo, la vi, confundida.- hay algo que necesito decirte. -tocó mis labios, haciendo una corriente eléctrica pasar por mi cuerpo. Me obligué a ignorar y prestar atención en lo que diría.- tú serás la primera en estar en mi vida de esta forma. -susurró.-

Entonces recordé que ella no sabe que yo descubrí que es virgen. Sonreí como una idiota al escucharla contarme.

The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora