*POV Camila
No recuerdo en qué momento me quedé dormida, pero sé que cuando abrí los ojos fue como si no hubiera dormido ni 2 horas. Parpadeé varias veces, intentando forzar mi visión en el techo blando del cuarto. Froté los ojos, bostecé. Entonces sentí los brazos de Lauren rodeando mi cuerpo, de una forma relajada, como si durmiera con ella todos lo días. Miré su rostro, sereno, estaba presa en un profundo sueño. Me dio una ternura mirarla así.
Cielos, como hago para salir de aquí sin despertarla?
Intenté, muy lentamente, quitar sus brazos de encima de mi cuerpo, pero mientras lo hacía, ella llevó las manos a sus ojos, frotándolos, luego se estiró y los abrió, soñolienta.
-lo siento, no quería despertarte.
Lauren: no importa. -habló con las voz pesada- hey, eres linda por la mañana. Mucho mejor que con aquella mascara de ardilla. -elogió, perezosamente-
Me enrojecí, por primera vez en el día. Es temprano. Jódete.
-Ok, vuelve a dormir. -toqué sus ojos, cerrándolos- te ves más bonita callada. -jugué-
Lauren: ya basta de elogios. -entró en el juego, mirándome cuando quité las manos de su rostro- dormiste bien? -preguntó, sentándose, pero luego cayó hacia atrás nuevamente-
-sí, lo hice. -sonreí, intentando acomodar mi cabello- pero, tengo que levantarme ahorita.
Lauren: porqué? Di la verdad, no tienes que hacer nada.
-y acostada tampoco-.
Lauren: mira, yo estoy pensando en por lo menos cinco cosas que podemos hacer acostadas. -comentó, con la voz cargada de malicia. Me sonrojé, de nuevo- sólo estaba jugando, no tienes que sonrojarte. -habló riéndose-
Se sentó en la cama, mientras levantaba sus brazos para estirarse, hizo un gesto de dolor. Me levanté de golpe para irle a ayudar, entonces entendí lo que ella sentía. Mi cuerpo estaba todo adolorido debido a las áreas rojas que habían en el.
-ay, parecemos dos ancianas.
Lauren: te juro por mi vida que Keaton me las va a pagar. -habló, con la voz cargada de rabia-
-Lauren, olvídate de eso, déjalo. -pedí, mirándola- él es peligroso, quien sabe que te puede hacer la próxima vez.
Lauren: discúlpame Camila, pero no voy a descansar hasta hacerle sentir tanto dolor como el que nos provocó a nosotras.
Suspiré y negué, lanzándole una mirada preocupada.
Lauren está fuera de si.
Bajamos para el desayuno, entonces nos dimos cuenta de que ya había pasado el medio día. Después de ahí la tarde pasó rápida, cuando Taylor regresó a casa Lauren salió, sabrá Dios para donde. Yo sólo pude quedarme rezando para que ella no vaya a hacer nada malo.
Mi sueño.
La noche cayó, ya había pasado la una de la mañana y ella nada que regresaba. Clara intentaba de mil maneras contactarse con ella. Cuando sonó el teléfono.
Michael atendió, se puso blanco cuando escuchó lo que sea que le dijeron. Sus manos temblaban.
Clara: Por Dios, qué pasó? -le preguntó desesperada, viendo el estado en el que su esposo acaba de cortar-
Michael: era la policía... -se sentó- Lauren... -murmuró- ...ella... -tragó seco, aprensivo- ...ella fue encontrada inconsciente en una esquina. -me tuve que sentar- parece que fue golpeada... -habló con voz temblorosa- ...y le dieron un tiro, en el brazo, creo. -habló confundido-