Capitulo 93

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*POV Camila

Lauren se volvió hacia mis labios, tallándolos algunos segundos, entonces tocó mi rostro, acariciándome. Seguidamente se levantó, tomándome hacia ella, hasta quedar sentada en su regazo.

Lauren: no puedo ir más lejos de lo que ya fui hoy. -murmuró, rozando sus labios en mi hombro.- pero no quiero soltarte. -presionó sus brazos en torno a mi cuerpo.

-entonces no me sueltes. -respondí, con un poco de dificultad para respirar, mientras me recostaba a ella, mientras me acunaba en sus brazos.

Lauren: nunca más? -preguntó, jugando.-

-nunca más. -entré en lo suyo, sintiéndola besar mi mejilla.-

Lauren: hey, hay algo que quiero decirte. -me vio, desde el lado.-

-pues dime. -sonreí.-

Lauren: necesito verte mientras te lo digo. -me sentó a su lado, entonces viró su cuerpo, mirándome.- sabes, encontré una razón para mi, para cambiar lo que acostumbraba ser...-sujetó mi mano, acariciándola.- una razón para comenzar de nuevo...-sus ojos intensos me perdían.-...y esa razón eres tú.

Pestañeé varias veces, sin creer lo que estaba escuchando. Mi corazón me traicionó, latiendo cada vez más fuerte. Me lancé en sus brazos, sintiendo el calor de su cuerpo, fui envuelta en un abrazo cariñoso. Ella besó lo alto de mi cabeza y en seguida hizo una caricia ahí mismo.

Lauren: cambiaste completamente mi historia. -susurró en mi oído.- debo admitir que hace un tiempo atrás no formabas parte de ella...-siguió hablando.-...pero ahora si me detengo a ver, eres el principio hasta el fin de esta historia.

*POV Lauren

Nos alejamos en el momento en el que Taylor entró a la habitación, cubriendo sus ojos con sus propias manos.

Taylor: alguna está desnuda? -preguntó, sin mirarnos.-

Camila: no Taylor, destapa esos ojos. -ordenó, riendo. Ella lo hizo.-

Taylor: estoy interrumpiendo?

-si. -fui sincera. Tener una hermana es jodidamente incómodo.

Taylor: ay Dios mío, decídanse! -se cruzó de brazos.- en fin, no decidan nada. -se encogió de hombros. Vino hasta nosotras, sentándose en medio.- cómo está mi "matrimonio" favorito?

-ven acá, tú no tienes nada más que hacer? -bromeé.- en dónde está Drew?

Taylor: por ahora? No tengo. -suspiró.- fue a un puto curso, ni de broma lo acompañaría está en el trasero del mundo.

-y por eso tendremos que aguantarte velándonos? -levanté una ceja.-

Taylor: juro que seré una linda veladora. -sonrió.- iluminaré su noche.

-puedes ser una veladora ciega, sorda y muda?

Camila: ustedes no tienen nada más que hacer en la vida, cierto? -intervino.- están hablando de las veladoras, cuál es su problema? -jugó, riendo.-

-yo tenía algo bien interesante para hacer, hasta que alguien interrumpió. -indiqué a Taylor con la mirada.-

Taylor: se follan después, necesito atención. -hizo un puchero.-

Camila: sabes que te amamos. -la abrazó.-

-tengo celos. -me crucé de brazos.-

Taylor: únete al abrazo también. -me empujó hacia ellas, riendo.-

Cerré mi boca antes de decir que no fue exactamente por eso que sentí celos.

Taylor, quién estaba muy hiperactiva, se llevó a Camila, con la escusa de que necesitaba mostrarle algo. Negué con la cabeza y me tiré hacia atrás, cayendo de espaldas en la cama.

Millones de pensamientos rodaban en mi mente y todos daban a la misma persona, pero también, no podía ser diferente, al final mi vida cambió drásticamente desde que ella llegó. Desperté de mi mundo cuando el celular comenzó a sonar, me quejé y atendí.

-hm? -fue todo lo que dije.-

Wes: Laur, qué dices de ir a una fiesta hoy? -preguntó, en buena onda.- si quieres puedes traer a tu gata.

-no estoy con mucho ánimo para ir a una fiesta ahorita. -me senté.- y ni de chiste la llevaría a ella otra vez a los lugares que frecuentamos.

Wes: qué pasa, estás prácticamente virgen otra vez.

Enredé mis cabellos, sin saber que decisión tomar.

-te puedo llamar dentro de un rato? -estaba confundida.-

Wes: claro...-concordó. Suspiré y corté.-

Solté el celular y en un momento vi la fotografía que estaba sobre la cómoda. Una pequeña sonrisa apareció en mis labios cuando recordé ese día. En la nieve. Con Camila. Sabía que no podía decepcionarla nuevamente.

Automáticamente salí en busca de ella.

-puedes venir conmigo un momento? -pregunté, viéndola.-

Ella miró a Taylor, quien asintió. Se levantó y me siguió. Me detuve en medio pasillo y la abracé.

-quédate en mis brazos. -susurré.- no me dejes hacer una estupidez. -pedí, con voz suplicante.-

Mandé el orgullo a la mierda, una vez que la tengo conmigo tomo las decisiones correctas. Si ella se va, en seguida, el vicio es mayor.

The exchange (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora