En dado momento nos quedamos mirando, esperando que el otro dijera que era un completo error o dando alguna pista para poder seguir.
- Esto no está bien -Le dije mirándolo a los ojos
- Lo sé -Susurró sin desviar la mirada
- ¿Entonces qué estamos haciendo? -Pregunté moviéndome un poco
- No tengo idea -Se levantó y talló su rostro como volviendo a la realidad- No tengo idea -Repitió mientras yo me reincorporaba
- Ni yo, así que mejor dejarlo -Corrí arriba y me encerré en la habitación, me tiré sobre la cama con la mente en blanco
- Lia -Lo escuché tocar la puerta luego de unos minutos- ¿Puedo entrar? -Preguntó ante mi silencio
- Pase -Dije abriendo la puerta
- No lamento lo que pasó antes -Dijo entrando sin mirarme- Eres muy guapa y me gustas, no voy a negarlo
- Yo tampoco lo lamento señor Alejandro, pero no era lo correcto sabiendo que su abuela ha confiado en mí...
- Sentir atracción por mí no significa traicionar la confianza de mi abuela -Dijo mirándome esta vez
- Su abuela es una persona tradicional, usted tiene novia ¿Qué cree que opinaría su abuela de una chica que se mete con alguien comprometido? -Talló su cara
- Tienes un punto, lo acepto -Dijo mientras se sentaba en la orilla de la cama
- Lo que mi abuela piense no modifica el hecho de que me gustes -Soltó
- Pero si modifica el sentido de lo que sucedió y sobre todo provoca que no suceda de nuevo -Señalé la puerta indicándole que saliera
Se puso en pie y salió de la habitación sin mirarme de nuevo, no sabía qué nos sucedía a ambos, esa atracción no había llegado de un segundo a otro, sin embargo debía irse más rápido de lo que llegó, ya que en primera instancia él iba a casarse.
- Lia -Regreso atorando la puerta con el brazo para no permitirme cerrarla
- Dígame -Le dejé hablar
- Lamento ponerte en esta situación
- ¿Qué situa... - No me permitió terminar la pregunta y me plantó otro beso para dejarme sin aire
- Esto es imposible señor Alejandro -Dije un poco molesta
- Me parece más posible de lo que piensas -Se rio
- Pues a mi no -Dije en tono enfadado
- No seas tan boba, ha sido un beso nada más -Lo que él no sabía es que a mí me gustaba para más que un beso
- Fuera de mi habitación -Sentencié
- Estás más guapa cuando te enfadas -Me tomó por la cabeza y me besó de nuevo ganándose un empujón
Lo hice salir de la habitación y después no pude evitar sonreír, la verdad es que era la primera vez que algo dentro de mí se alteraba por un hombre, aunque en el fondo tenía miedo de repetir la historia de mi padre.
El resto del día estuve encerrada en mi habitación y pude escuchar la música que puso a todo volumen, no estaba segura de lo que estaba pasando por mi mente y mucho menos de lo que sucedía por la suya. Me quedé dormida luego de un rato.
Al día siguiente la señora Blanca llamó para decir que regresaba y esperaba que la cocina no estuviera vacía.
- ¿Qué quieres hacer antes de que vuelva mi abuela? -Preguntó sonriente
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Flores en tu pelo
De Todo- ¡Arriba cariño! -Las delgadas manos de mi madre mueven mi pequeño cuerpo- Vamos, vamos Lia, no hay mucho tiempo. - ¿Mami? ¿Qué sucede? -Pregunto con el pelo sucio y enmarañado sobre mis ojos - En silencio -Susurra luego de un bajito "shh" Me toma...