Flores en tu pelo

28.-.

Fuimos hasta un restaurante demasiado elegante, a decir verdad me sentía bastante incomoda, nunca había pisado un lugar como ese y ambos íbamos de lo más informal.

- Un espacio privado –Indicó con toda naturalidad– es que es un poco incómodo porque todos van de etiqueta –Me explicó

Pronto nos guiaron hasta un espacio más privado, era una habitación completamente cerrada, con iluminación tenue, más para una cena romántica que para una comida casual.

- Dame un minuto –Tanteó detrás de un cuadro precioso– desde el principio odié la iluminación pero a las personas les gusta –Logró encender un candelabro de luz más blanca

- ¿Es suyo el lugar? –Me inquieté

- Soy socio del chef –Dijo modesto

- Es precioso, demasiado refinado para mí –Comenté un poco colorada al mirar la carta

- No te preocupes, te muestro...

Después me explicó cada uno de los platos y elegí el que menos extraño me pareció.

- Pequeña mentirosa Elizabeth –Sonrió simpático– para ser demasiado refinado para ti, lo manejas de maravilla

- Leí algunos libros sobre modales –Reímos

- ¿Cómo te sientes? ¿Lista para volver a México? –Palmeó mi mano

- Es algo difícil, deseo volver y ver a Manu... Mi amigo, pero él no sabe nada de todo lo que sucedió, tengo miedo de que me rechace –Confesé

- ¿Y tus padres Elizabeth? Si ese chico te rechaza, no tiene idea –Intentó animarme

- Están muertos...

- Lo lamento mucho.

- Pasó hace mucho ya –Intenté aligerar el ambiente

- Debes ser muy fuerte –Sonrió con tristeza– ¿Con quién vivías?

- Con él, estábamos planeando adoptar a...

- ¿Adoptar? ¿No eres muy joven?

- Es complejo, yo...

- Entiendo que no sientas la confianza para hablarme de tu vida, no te preocupes –Me sonrió de nuevo, con esa sonrisa suya que calmaría a cualquiera– yo puedo platicarte primero. Mis padres son personas ocupadas, ella es de Londres y él francés, ambos de familias adineradas, siempre en viajes de negocios y esas cosas, de niño viví recorriendo múltiples internados del mundo y cuando tuve edad me mudé a Alemania, tengo varios títulos y una carrera política en ascenso... ¿No es hermoso? –Preguntó con ironía

- Pasó mucho tiempo solo –Dije mirando la mesa

- Toda mi vida, a veces intento recordar sus rostros jóvenes y nada viene a mi mente ¿Qué hay de tus padres?

- Nada, mi mamá murió cuando era niña y él murió el día que escapé de casa, por lo menos para mí –Intenté no recordarlo mucho

- ¿Cómo? –Comprendía su confusión

- Es complejo, demasiado –Asintió como comprendiendo que no hablaría más

- ¿Qué más te gustaría saber de mí Elizabeth? –Intentó cambiar el tema

- ¿Tiene hijos? –Casi escupe lo que se había llevado a la boca

- No por ahora, está en mis planes pero por ahora no –"Claro Lia, acaba de casarse"

- ¿Qué edad tiene?

- Oh esa es una pregunta más tranquila –Reímos– cumplo 31 en dos semanas ¿Y tú?