Flores en tu pelo

23.-.

- ¡Franz! Hey Franz –Susurré cuando escuché pasos cerca de la puerta

- ¿Qué necesitas? –Entre abrió la puerta

- ¿Ya sabes algo?

- No tengo idea Lia, todo lo ha mantenido en secreto para mí, creo que María Alejandra le dijo que hablamos mucho...

- No lo creo, ella no sería capaz –Dije casi segura

- Lia, aquí cualquiera es capaz de cualquier cosa para sobrevivir –Él sí estaba seguro

- ¿El señor Michael no te dijo que fuera él?

- El señor Michael viajó a Estados Unidos para casarse Lia, sinceramente no creo que tuviera tiempo...

- Maldición –Lo interrumpí con la voz quebrada– Si me mandan a otro lugar como este, me mato

- No digas tonterías –Me regañó

- No son tonterías Franz, es horrible dormir con la seguridad de que al día siguiente tendrás sexo con asquerosos que te dicen una sarta de cosas en un idioma que apenas entiendes –Entró a la habitación y me rodeó con sus brazos

- Claro que no lo entiendo –Susurró– pero saldrás de esto, busca un motivo para vivir y aférrate a el, tu familia, alguien a quien ames, lo que sea Lia, pero no te hagas daño

- Por favor visítame dondequiera que me lleven –Dije en tono de súplica

- Ahí estaré –Me abrazó más fuerte y luego se disculpó porque debía irse

Alrededor de las 4:00 pm la puerta se abrió de nuevo, Carola ya me había dicho que empacara lo que quisiera, así que llevaba una pequeña maleta con mi ropa, iba con la mente en una sola cosa, al más mínimo descuido, emprendería la carrera.

- Adiós Lia –Franz me abrazó y cuando me tendió la mano puso un papel en ella

Pedí ir al baño antes de salir y cuidando que nadie me viera abrí el papel.

"Te sacaré de ahí, debo confesarte que estamos a menos de un mes de apresar a Carola y acabar con este lugar, lamento que te tengas que ir antes de poder ser libre y lamento más no poder impedirlo, encontraré la manera de llegar al lugar en donde estés. Quema esto."

- Estamos –Susurré mientras hacía cachitos el papel y lo mojaba en el lavamanos, lo tiré por el inodoro– Estamos –Repetí "Es policía" Llegó como flashazo la idea

La sola idea de saber que Franz estaba de mi lado y me buscaría, me hizo aferrarme a la vida, era lo único que necesitaba, de no haber sido por esa nota seguramente me habría quitado la vida a la primera oportunidad.

- ¿Por las buenas o por las malas? –Preguntó un tipo, mientras me mostraba un rollo de cinta gris

- La pregunta debería ser si intentaré escaparme –Dije subiendo a la camioneta de cristales negros

- ¿Así es siempre? –Ahora se dirigió a Carola

- Peor –Se carcajeó ella, sabiendo que era verdad– Pero no la amarres, sabe lo que le conviene

Mientras otro hombre conducía, el tipo de la cinta iba sentado a mi lado en el asiento trasero, y yo tanteaba las posibilidades, una de ellas era lanzarme mientras el auto estuviera en movimiento y después correr sin parar en cualquier dirección, era la más factible, ya que si decidía atacar a alguno de ellos, el otro tardaría tal vez un minuto en tomar su arma y matarme.

- Ni lo pienses, las puertas solo abren por fuera –Soltó el tipo que estaba a mi lado

- Usted no sabe lo que pienso –Ya había pensado en aquello, mi idea era lanzarme de una al asiento del copiloto