18.-.

2.6K 173 11
                                    

Después de la fiesta quedé con muchas dudas, pero Claudia y Alonzo se limitaron a seguir con el trabajo como si nada sucediera y yo no pregunté nada más, simplemente seguí mi trabajo.

Pasaron un par de semanas y el señor Andrews se apareció por la oficina, algo que según lo que noté a mis jefes no se les hizo tan grata sorpresa.

- ¿Entonces es todo? –Preguntó Alonzo a Andrews, yo estaba intrigada así que me dediqué a escuchar

- Si, dos más, ya sabes, lo típico una campaña en Asia –No parecía tan descabellada su petición, me relajé y tuve que atender una llamada, por lo cual no seguí la conversación

Terminaron su charla y salieron de la oficina, justo a la hora de la comida.

- ¿Por qué no vienes con nosotros? –Preguntó con su acento Mr. Andrews

- Yo...

- Anda, ven, el gringo te está invitando –Soltó el señor Alonzo

- Vamos Lia, que sea tu bienvenida –Me animó Claudia

Los seguí y subimos al auto de Alonzo y Claudia, quienes nos llevaron a un caro restaurante. "Por lo menos no fue una mala idea leerte todo aquello de etiqueta" me dije, muy complacida de mí.

Comimos y ellos no paraban de hablar de negocios y dinero, a mí me seguían sorprendiendo las grandes cantidades que manejaban.

- Mi oferta sigue en pie Lia –Dijo de pronto Andrews

- Gracias –Medio sonreí

- Es en serio, no pareces una mujer para pasar toda la vida detrás de ese escritorio. Seguro ya lo has escuchado antes –Me sonrojé

- Estoy bien con mi trabajo actual, gracias de verdad –"Pero algo de dinero extra (mucho dinero extra) no estaría mal para completar de una vez por todas lo de Sus"

- Toma, mi tarjeta... Tienes 3 semanas, es una campaña en Asia, mira esto –Escribió una cantidad en el reverso de la tarjeta– Es el pago –"Cuantos ceros"

- Lo pensaré –Solté

- Que sea rápido –Tocó mi barbilla

Alonzo y Claudia simplemente observaron, ninguno me motivo de ninguna forma a aceptar la oferta, ni omitieron opinión alguna.

Regresamos los 4 a la oficina, para que Andrews tomara su auto.

- Diablos, dejé mi chaqueta abajo –Le dije a Claudia, quien subía conmigo en el ascensor

- Regresa por ella –Dijo cuando llegamos a nuestro piso

No salí del elevador y presione la planta del estacionamiento.

- Yo no estoy de acuerdo –Escuché a un enfadado Alonzo

- Mira teacher, ya sé que no estás de acuerdo pero me importa un carajo ¡Dinero! ¡Montones de dinero! –Parecían discutir

- Ni siquiera estás seguro, déjalo así –Sonaba enojado

- ¿La has visto? Estoy seguro de que si lo haces, por lo menos déjame intentarlo...

- Claudia no está de acuerdo gringo, entiéndelo ¡Carajo!

- Cuando Caudita vea cuantos ceros tiene la cantidad que voy a obtener, se le olvidará su desacuerdo. Me voy, no voy a discutir contigo, algo que no está en tus manos –Rápidamente tomé actitud de que no había escuchado nada

- Olvidé mi chaqueta –Le dije al señor Alonzo

- Claro –Abrió su auto

- Gracias –Sonreí

Flores en tu peloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora