***TRES MESES DESPUÉS***
El tiempo se había pasado en un abrir y cerrar de ojos, de pronto habían pasado tres meses y yo seguía en Alemania, por supuesto que no me pesaba tanto ya que cada día que pasaba me enamoraba más y más de Michael. Sin embargo había tenido muy poco contacto con Manu, entre pasar un poco de tiempo con Michael y prepararme para el juicio contra Carola no tuve cabeza para llamarle todos los días.
- ¿Lista? –Preguntó Curie antes de despedirse
- Lo lista que se puede estar un día antes –Comenté
- No te alteres, estoy seguro de que le van a dar una buena condena –Asentí
- Nos vemos mañana entonces...
- ¿Te acompañará Michael?
- No, se lo he pedido, casi suplicado. Sabes que eso sería envolverlo en un conflicto –Mi miró sonriente
- Sé que no te va a hacer caso, insiste por favor, está poniendo su carrera política en juego. Es todo por lo que ha trabajado durante años –Asentí
- Lo haré, le aseguro que no estará presente –Se despidió y entré a la casa
Michael no tardó mucho en volver, había estado llegando temprano el último mes.
- Hola –Me sonrió
- Hola –Señalé el sofá para que se sentará a mi lado
- ¿Estuviste al teléfono? –Preguntó serio
- No, acaba de irse Curie –Miró alrededor– ¿Pasa algo? –Pregunté un poco confundida
- No, no, ¿Quieres que cenemos fuera? –Asentí
- Claro, como tú quieras... Michael...
- Dime –Apresuró la palabra ante mi silencio
- Sobre mañana...
- Elizabeth, no comencemos una discusión de nuevo ¿Quieres?
- Por favor Michael, es tu imagen ¿Sabes cuan culpable me sentiré luego de que hablen de ti por mi culpa?
- Quiero estar contigo, tomar fuerte tu mano cuando sientas que flaqueas...
- Gracias, yo sé que lo haces por mí, pero me las arreglaré sola. Te prometo que estaré bien –Me abracé un poco a él
- Elizabeth, Elizabeth –Echó la cabeza atrás– no he de negarte nada, Edmond estará ahí todo el tiempo
- Gracias –Dije de nuevo y después lo besé
- ¿En verdad quieres ir a cenar? –Elevó una ceja
- Sí –Solté sin comprender ¿Por qué no querría? Lo sé, lo sé, era muy inocente
- Bien –Sonrió con resignación
Subimos a cambiarnos rápidamente y nos reunimos nuevamente en el primer piso.
- ¿No quieres llevarnos? –Le sonreí
- Sabes que no podemos salir sin seguridad –Jugueteó con mi nariz
- Pero Edmond puede ir en otro auto ¿No? –Miró en dirección a la puerta
- ¿Te parece? –Asentí emocionada
Salimos tomados de la mano y Edmond abrió la puerta trasera del auto.
- Hoy conduzco –Dijo Michael no tan seguro
- ¿Qué? –Sonrió Edmond
- Lo que oíste...
- Lástima que te has dejado los autos veloces en casa –Se rio Edmond

ESTÁS LEYENDO
Flores en tu pelo
Acak- ¡Arriba cariño! -Las delgadas manos de mi madre mueven mi pequeño cuerpo- Vamos, vamos Lia, no hay mucho tiempo. - ¿Mami? ¿Qué sucede? -Pregunto con el pelo sucio y enmarañado sobre mis ojos - En silencio -Susurra luego de un bajito "shh" Me toma...