36.-.

2.5K 183 6
                                    

***TRES MESES DESPUÉS***

El tiempo se había pasado en un abrir y cerrar de ojos, de pronto habían pasado tres meses y yo seguía en Alemania, por supuesto que no me pesaba tanto ya que cada día que pasaba me enamoraba más y más de Michael. Sin embargo había tenido muy poco contacto con Manu, entre pasar un poco de tiempo con Michael y prepararme para el juicio contra Carola no tuve cabeza para llamarle todos los días.

- ¿Lista? –Preguntó Curie antes de despedirse

- Lo lista que se puede estar un día antes –Comenté

- No te alteres, estoy seguro de que le van a dar una buena condena –Asentí

- Nos vemos mañana entonces...

- ¿Te acompañará Michael?

- No, se lo he pedido, casi suplicado. Sabes que eso sería envolverlo en un conflicto –Mi miró sonriente

- Sé que no te va a hacer caso, insiste por favor, está poniendo su carrera política en juego. Es todo por lo que ha trabajado durante años –Asentí

- Lo haré, le aseguro que no estará presente –Se despidió y entré a la casa

Michael no tardó mucho en volver, había estado llegando temprano el último mes.

- Hola –Me sonrió

- Hola –Señalé el sofá para que se sentará a mi lado

- ¿Estuviste al teléfono? –Preguntó serio

- No, acaba de irse Curie –Miró alrededor– ¿Pasa algo? –Pregunté un poco confundida

- No, no, ¿Quieres que cenemos fuera? –Asentí

- Claro, como tú quieras... Michael...

- Dime –Apresuró la palabra ante mi silencio

- Sobre mañana...

- Elizabeth, no comencemos una discusión de nuevo ¿Quieres?

- Por favor Michael, es tu imagen ¿Sabes cuan culpable me sentiré luego de que hablen de ti por mi culpa?

- Quiero estar contigo, tomar fuerte tu mano cuando sientas que flaqueas...

- Gracias, yo sé que lo haces por mí, pero me las arreglaré sola. Te prometo que estaré bien –Me abracé un poco a él

- Elizabeth, Elizabeth –Echó la cabeza atrás– no he de negarte nada, Edmond estará ahí todo el tiempo

- Gracias –Dije de nuevo y después lo besé

- ¿En verdad quieres ir a cenar? –Elevó una ceja

- Sí –Solté sin comprender ¿Por qué no querría? Lo sé, lo sé, era muy inocente

- Bien –Sonrió con resignación

Subimos a cambiarnos rápidamente y nos reunimos nuevamente en el primer piso.

- ¿No quieres llevarnos? –Le sonreí

- Sabes que no podemos salir sin seguridad –Jugueteó con mi nariz

- Pero Edmond puede ir en otro auto ¿No? –Miró en dirección a la puerta

- ¿Te parece? –Asentí emocionada

Salimos tomados de la mano y Edmond abrió la puerta trasera del auto.

- Hoy conduzco –Dijo Michael no tan seguro

- ¿Qué? –Sonrió Edmond

- Lo que oíste...

- Lástima que te has dejado los autos veloces en casa –Se rio Edmond

Flores en tu peloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora