14.-.

2.9K 201 15
                                    

- ¿Puedo llevarte entonces? –Preguntó cuando se detuvo en un semáforo

- Usted...

- Tú, por favor –Insistió con lo de hablarle de "Tú"

- ¿Siempre lleva al servicio a su casa? –Agarré valor y solté la pregunta

- No, nunca lo hago, pero tú me agradas –Vaya respuesta

- No comprendo –Dije por lo bajo

- No hace falta que lo hagas, simplemente deseo llevarte, hablar contigo o hablar yo y que tú te sonrojes y te intimide cuando te miro directo a los ojos. Estoy harto de la rutina de mi casa, de escuchar a mi mujer hablando de joyas y ropa, zapatos y las mujeres de la cofradía –Necesitaba un psicólogo y no llevar a la sirvienta a su casa– Me parece que eres buena compañía

- Pero ni siquiera hablo –Dije mirándolo confundida

- Pues ahora debes decirme por donde está tu casa –Dijo cuando llegamos a una intersección

- A la derecha –Señalé

- La verdad Lia, es que me pareces atractiva –"MIERDA"

- Yo no...

- No, no creas que te estoy acosando o algo parecido, simplemente estoy siendo sincero, eres bonita y tienes aspiraciones, yo tengo los medios para que puedas cumplirlas...

- Yo no soy una prostituta señor. Aquí a la izquierda –Dije seria

- No te estoy acusando de ello –Dijo siguiendo mi señal

- Eso parece ¿Qué tendría yo que darle a cambio de que me proporcionase los medios para cumplir mis aspiraciones? –Se quedó en silencio por unos segundos

- Si lo dices de esa manera... Creí que sería más fácil –Me reí por lo bajo– Mira Lia, voy a ser directo, siempre consigo lo que quiero, lo que me gusta, y no vas a ser la excepción

- No sé qué decirle, excepto que no tengo un precio porque no soy un objeto y también que no va a ser ofreciéndome caminos fáciles porque no los conozco y me importa poco seguir por los difíciles –Señalé la casa– Es ahí

- Cuando quieras puedes dejar de vivir ahí y venir conmigo a un departamento de lujo en el centro de la cuidad, no perteneces a este lugar –Negué– No eres la típica chica pobre que busca trabajo de sirvienta en una casa de las lomas

- Soy pobre señor y tengo un trabajo en la casa de las lomas, que es la suya y de su esposa –Dije tomando la manija

- ¿Lees mucho cierto? –Asentí y terminé de abrir la puerta– Nos vemos pronto Lia –Alcancé a escuchar antes de cerrar la puerta

- Hijo de toda su... Pero ¿Qué carajos le sucede? –Dije enfadada abriendo la casa

- ¿Qué? –Preguntó Manu enseguida

- Ay Manu ¿Qué voy a hacer? –Apreté los puños y di un golpe en la mesa

- Si me hablas sobre qué, tal vez pueda decirte por lo menos que no sé –Lo miré, parecía tan confundido como yo

- Olvídalo –Sonreí– Es una bobada –Si le decía me pediría que dejara el trabajo

- No creo que por una bobada vengas así de mal –Me miró con insistencia

- Es que la verdad, una compañera de trabajo me ha dejado pensando sobre que tal vez nunca pase de ser una sirvienta –Me abrazó

- Olvídala, ella no sabe nada de ti, te aseguro que de haberla conocido en el basurero te habría dicho que nunca pasarías de vender flores o hacerla de payasito en los semáforos –Besó mi frente

Flores en tu peloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora